El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado el adelanto de las elecciones generales para el próximo 23 de julio tras asumir personalmente la derrota electoral sufrida este domingo por el PSOE en las elecciones autonómicas y municipales
Tras la debacle socialista (y de IU-Podemos) de ayer, Pedro Sánchez lo ha tenido claro: adelantar las elecciones para evitar el ruido intenso que se avecinaba sobre su trono compartido con dos ministras que también salen muy tocadas: Irene Montero e Ione Belarra. Habría sido una presión insoportable en el Congreso, con Abascal defendiendo al hombre más que nunca, con el aliento en la nuca todo el tiempo y preguntándole una y otra vez por qué se aferra al sillón. Y con Feijóo increpándole a diario a través de sus nuevos presidentes de comunidades autónomas y sus flamantes alcaldes. No ha dado lugar a ningún tipo de especulación.
Nunca el PSOE había dejado de gobernar tantas comunidades autonómicas al mismo tiempo. Nunca jamás había perdido todas las capitales andaluzas (a expensas de lo que ocurra en Jaén, donde hay empate técnico y decidirá Jaén Merece Más). ¿Cuántas dimisiones habrá?
Este resultado no estaba en ninguna previsión del PSOE, donde confiaban en mantener Sevilla, Huelva y Jaén, por sí mismos y con los pactos a su izquierda, pero las confluencias formadas por IU y Podemos han obtenido peor resultado que hace cuatro años y sus votos no han apuntalado a los alcaldes socialistas.
Los vericuetos de la política nacional han podido influir más que nunca en las municipales y autonómicas. El pacto con Bildu, que presentaba en sus listas a personas vinculadas con ETA en el pasado, y la ley del sólo sí es sí han podido influir en el sopapo que los votantes le han dado al Partido Socialista y a Podemos en las urnas.
La gente estaba harta de tanta confrontación dentro del propio Gobierno central y de la vergonzante división de la izquierda por el eterno choque de egos. Tampoco ayudaron los escándalos de Mojácar y Albudeite, aunque el PP ha tenido también presuntos casos de fraude electoral días antes del 28-M en Bigastro o Las Hurdes, entre otros municipios. ¿Dura todavía el efecto Bonilla de la mayoría absoluta autonómica a pesar de su política de decretazos, incentivos fiscales a los más ricos y concurrencias no competitivas?
El color azul invade las capitales andaluzas
El más emblemático es el Ayuntamiento de Sevilla, tradicional feudo socialista, que con el 100% del voto escrutado pasa a manos del PP con 14 concejales, frente a 12 del PSOE, y con tres de Vox. José Luis Sanz, el denominado hombre triste, gobernará en la Plaza Nueva.
El PSOE también pierde la mayoría en Granada. El PP obtiene 15 concejales frente a los 10 de los socialistas y dos de Vox.
Los socialistas sólo consiguen un empate con el PP en Jaén, donde ambos partidos obtienen 11 concejales con el 100% del voto escrutado. En este ayuntamiento, el partido provincial Jaén Merece Más (JM) llega a tres concejales y Vox obtiene dos.
En Cádiz, tras la retirada de José María González Kichi, el PP vence con 14 concejales, muy por encima de los 7 del PSOE y los 6 de Adelante Izquierda Gaditana (AI).
En Málaga, Francisco de la Torre revalida una nueva mayoría absoluta para el PP con 17 concejales y repetirá mandato ininterrumpido desde el año 2000. El PSOE se queda con 10 concejales, Vox con dos y Con Andalucía (IU y Podemos) obtiene otros dos.
En Huelva, con el 100% escrutado, el PP también vence con 13 concejales frente a los 11 del PSOE, dos de Vox y uno de Con Andalucía.
En Almería, el PP gana con 15 concejales, doblando a los siete del PSOE y muy por encima de los cuatro de Vox y el concejal que obtiene Con Andalucía.
Finalmente, en Córdoba, el PP suma 15 concejales frente a siete del PSOE, cuatro de Con Andalucía y los tres de Vox.
En el caso de Cádiz, Huelva y Sevilla, la izquierda no actuó como tal, porque sus alcaldes dejaron abandonados a los barrios más periféricos, deteriorando servicios básicos como la limpieza de las calles, y no realizaron planes de empleo en condiciones para bajar el paro.
En la capital onubense, Gabriel Cruz (PSOE) se empecinó en peatonalizar más y más, dejando a muchos vecinos sin plazas públicas de aparcamiento y cercenó el servicio de transporte público, aislando al barrio de Las Colonias. Además, no cumplió su palabra con los habitantes de la Plaza de los Dolores de hacer una bolsa de aparcamientos tras la obra de remodelación, que fue polémica por la construcción de un muro, cuya magnitud facilitó la perpetración de dos robos (merced a estos sucesos, cambiaron el muro de sitio para que hubiera una mayor visibilidad). En estos cuatro años de gobierno de Cruz con mayoría absoluta, se han llegado a ver ratas correteando por las calles del Molino de la Vega y los vecinos de Las Colonias han tenido que soportar olores nauseabundos en las zonas de los contenedores por la falta de limpieza municipal.
En el plano nacional, el PP gobernará en siete de las 10 ciudades más pobladas de España: Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia y Palma de Mallorca.
Un giro de guión
En una declaración institucional sin preguntas en Moncloa, Pedro Sánchez ha informado de que ha hablado con el Rey Felipe VI para comunicarle la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario y la disolución de las Cortes. «Asumo los resultados«, ha dicho el presidente del Gobierno, que ha optado por someter por el «mandato democrático a la voluntad popular».
Sánchez, que también es secretario general del PSOE, ha hecho este anuncio el día después de que los socialistas perdieran las elecciones municipales por tres puntos frente al PP y cediera buena parte del poder territorial del que disponía hasta ahora, al perder seis de las nueve comunidades autónomas que gobernaba.
Solo Emiliano García Page retuvo con mayoría absoluta Castilla-La Mancha, mientras que los socialistas podrán seguir también al frente de Asturias, con apoyo de IU y Podemos, y de Navarra, donde María Chivite ya ha adelantado que buscará el respaldo de sus actuales socios.
Un mensaje que va más allá
La convocatoria formal de las elecciones aparecerá publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado, de forma que los comicios se celebrarán el domingo 23 de julio, según ha precisado.
Sánchez ha asegurado que toma esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones celebradas este domingo que, aunque tenían un alcance municipal y autonómico, según ha mencionado, «el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá«, ha apuntado.
«Y por eso, como presidente del Gobierno y también como secretario general del Partido Socialista, asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular», ha manifestado.
Socialistas desplazados pese a la buena gestión
Sánchez considera que la primera consecuencia que tendrán estos resultados electorales es que «magníficos presidentes y alcaldes socialistas van a ser desplazados» pese a haber llevado a cabo «una gestión impecable», según ha lamentado e incluso a pesar de que muchos de ellos han visto incrementado su apoyo en votos.
La segunda consecuencia, según ha mencionado, es que numerosas instituciones pasarán a ser administradas por nuevas mayorías conformadas «por el Partido Popular y Vox«.
Así, ha señalado que, en este momento, España está a punto de superar la crisis derivada de la pandemia de covid y también de la guerra en Ucrania, «con una senda de creación de empleo y cohesión social«, según ha defendido.
Ya ha aprobado las grandes reformas
Además, ha subrayado que, a estas alturas de la legislatura, el Gobierno ya ha sacado adelante «las grandes reformas comprometidas en el discurso de investidura, en el programa de Gobierno» y también en el acuerdo con la Comisión Europea, ha subrayado.
Finalmente, para justificar que es el momento adecuado para convocar elecciones anticipadas, ha señalado que España se dispone a desempeñar la Presidencia de turno de la Unión Europea -cuyo mandato empieza el 1 de julio-.
«Todas estas razones, creo, aconsejan una clarificación sobre la voluntad de los españoles» respecto a las políticas que debe aplicar el Ejecutivo y las fuerzas que deben liderar el país, ha señalado. «Sólo hay un método infalible para solventar estas dudas, ese método es la democracia«, ha apuntado, por lo que considera que lo mejor es que los españoles se pronuncien «sin demora» para definir «el rumbo político del país», ha terminado.
Hartazgo electoral
Dos elecciones seguidas pueden llevar al hastío definitivo a la sociedad. Los expertos auguran la mayor abstención de la historia, teniendo en cuenta el hartazgo del sistema partidocrático y que las elecciones generales van a ser en julio (verano, extremo calor, vacaciones…). En estas elecciones municipales, ha habido un 36,1% de abstención, mientras que en las autonómicas, la media de abstención ha sido del 31,92%.
Sánchez ante el espejo roto. Feijóo ante una oportunidad histórica y con la intuición de que la mayoría de votos de ayer son prestados. Abascal, venido arriba y acechante. Belarra y Montero, más en entredicho que nunca. Veremos a ver.
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