El Sindicato de Enfermería (Satse) en Sevilla ha alertado de la situación de desbordamiento de la Atención Primaria (AP) en la provincia, incapaz de asumir su función de detección y diagnóstico de los casos de covid en plena sexta ola de la pandemia. Como muestra, a fecha de 17 de diciembre se estaba dando cita para el 28 de diciembre para la realización de pruebas PCR en centros de salud de Sevilla capital, incumpliendo los propios protocolos fijados por la Junta de Andalucía. Por su parte, el SMA denuncia la enorme presión asistencial que reciben los médicos en AP
Además y en estas circunstancias, el Sindicato de Enfermería ha alertado que el Distrito Sanitario Sevilla cerrará durante la Navidad los centros de salud de Sevilla capital en horario de tarde, limitándose a solo ocho los centros que atenderán hasta las 20:00 horas, según ha informado la propia Administración a través de los medios de comunicación.
Y es que estas medidas se han puesto en marcha «sin consensuar ni informar a los trabajadores ni a sus representantes sindicales, todo ello a pesar de que supone un grave recorte en la asistencia sanitaria que se ofrece a los ciudadanos de Sevilla y una modificación sustancial de las condiciones laborales de los más de 1.800 profesionales que trabajan en los centros dependientes de este distrito».
Una medida que el Sindicato de Enfermería califica como «una verdadera temeridad en las circunstancias actuales con el coronavirus en plena expansión de la sexta ola y con los enfermeros de la Atención Primaria desbordados por la falta de planificación de los gestores del SAS en Sevilla«. Además, aunque aún no existe ninguna comunicación oficial, Satse afirma que es probable que el cierre de centros en horario de tarde «no se limite a Sevilla capital sino que se haga extensivo a centros de salud del resto de distritos y áreas de gestión sanitaria de la provincia».
Éxodo obligado por la falta de previsión
En este sentido, los sindicatos llevan cerca de dos meses denunciando los riesgos que entrañaba, de cara a la Navidad, dejar sin renovar a más 3.300 enfermeros a finales de octubre (8.000 sanitarios en total, que se contrataron con el fondo Covid, se quedaron sin trabajo), profesionales que ahora han emigrado a otras comunidades.
Larga cola en el centro de salud de Marqués de Paradas
La hilera de personas recorría hoy una calle tan céntrica como es Marqués de Paradas. ¿Compra de entradas en alguna taquilla? ¿Compra de lotería de Navidad? No. Son usuarios del centro de salud de esa zona, que esperaban pacientemente en la calle a ser atendidos. «Llevo ya 25 minutos aquí de pie», decía un hombre de mediana edad que todavía no atisbaba ni el mostrador. Eso sí, la gente mostró una gran paciencia ante la falta de planificación y la falta de personal en el SAS. Pero no siempre es así.
Hay médicos que se están quejando de que están siendo hostiados por partida doble: la consabida falta de facultativos en Atención Primaria que tanto ha denunciado últimamente el Sindicato Médico Andaluz (SMA) hace que tengan que ver, en muchos casos, a alrededor de 60 pacientes al día. Y, claro, la atención no puede ser igual de eficiente que si la ratio paciente/médico fuera la que dictan los protocolos. Y hay algunos usuarios que pierden la paciencia y la pagan con el enfermero, con el celador, con el administrativo o con el médico de turno, que no dejan de ser víctimas de la mala gestión de los directivos. Por eso están subiendo las agresiones a los sanitarios.
Las organizaciones sindicales andaluzas vienen advirtiendo de que el drástico recorte de personal realizado en el mes de octubre tendría sus consecuencias en la asistencia sanitaria, poniendo en riesgo la capacidad de respuesta del sistema y la atención a la ciudadanía en condiciones de seguridad pues, aunque la situación epidemiológica ha mejorado, las necesidades sanitarias no han disminuido, sino que se han modificado.
Evitar la sobrecarga laboral
Ante esta situación, el Sindicato de Enfermería reclama al SAS que garantice «tanto la asistencia sanitaria a la población como la salud laboral de los propios profesionales, adoptando las medidas necesarias para evitar que se vean desbordados por la sobrecarga laboral de tener que asumir su labor y la de sus compañeros ausentes por falta de cobertura y sin tener que llegar a adoptar medidas como cerrar los centros sanitarios».
Por último, Satse concluye asegurando que «se reserva su derecho a acometer cuantas acciones sean necesarias contra esta nefasta planificación de la que serán los gestores del SAS que lo permitan responsables directos de cualquier deficiencia o dificultad que se produzca en la prestación de la asistencia sanitaria a los ciudadanos de Sevilla».
Médicos con demasiada presión asistencial
Una encuesta realizada por el Sindicato Médico Andaluz (SMA) a casi 800 facultativos de AP de toda Andalucía, destaca que el 98,1 por ciento de los médicos afirman que, en la comunidad, no se ofrece una atención segura y de calidad. Según la encuesta, el 84,1 por ciento de los encuestados refiere que la plantilla de su centro no está completa y en el 95,4 por ciento de los casos «casi nunca o nunca» se cubren las ausencias de los facultativos. Ningún entrevistado ha contestado a que siempre se cubren.
Los datos muestran que la falta de médicos hace que el 93,7 por ciento de los profesionales afirmen que, en su agenda, no tiene tiempo para formación y, por tanto, se les está negando ese derecho. En casi la mitad de las consultas, el 48,2 por ciento no está cumpliendo la normativa en materia de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) sobre los descansos.
Desde el SMA han afirmado que, con estos datos, «es evidente que falta personal médico en los centros de AP de Andalucía y que se está sobrecargando a los profesionales de cada centro de atención».
Estos datos han sido obtenidos mediante encuesta anónima que es, según han explicado desde el SMA, «el método que consideramos que puede ser más fiable por cuanto los facultativos se pueden expresar de manera libre y sin presión».
Para los médicos, los resultados son especialmente preocupantes en aquellos que se refieren a la sobrecarga asistencial, los pacientes citados a la misma hora o bises o la demora y la respuesta sobre los protocolos de consulta de reorientación de la demanda en la que, «a pesar de la demora y la sobrecarga, la mayoría de los médicos opina que no les parece correcto que los enfermeros asuman sus funciones y que incluso podrían incurrir en un delito de intrusismo».
Reorientación de la demanda
En este sentido, el 90,4 por ciento de los médicos son contrarios a que Enfermería asuma las funciones del médico, tal y como se recogen en los protocolos de consulta de reorientación de la demanda. La implantación de los nuevos protocolos propuestos por el Gobierno andaluz no cuenta con el respaldo de los facultativos quienes consideran que el personal de enfermería que realiza estas funciones podría incurrir en intrusismo.
Los datos reflejan la «inasumible cifra» de que más del 73 % de los facultativos de AP tienen una demora de más de siete días para las citas presenciales y telefónicas de sus pacientes y que, pese al nuevo protocolo de reorientación de la demanda y teniendo en cuenta aquellos centros en donde ya se ha aplicado, el 94,8 por ciento de los encuestados pone de manifiesto que «el Plan de Consulta de Reorientación de la Demanda o no es resolutivo o lo es muy poco y, al final, acaban siendo derivados a la consulta del médico».
Ante ello, desde el Sindicato Médico Andaluz se ha afirmado que «lo único que se consigue con que Enfermería atienda a los pacientes que deben ser valorados por el médico no es más que marear al paciente y perder un tiempo que, en ocasiones, pudiera ser vital«.
La encuesta que realiza anualmente el SMA para detectar la situación de los facultativos de Primaria en Andalucía, revela que el 39,6 por ciento de los médicos consultados atiende entre 61 y 70 pacientes al día y que sólo el 11 por ciento estaría atendiendo a menos de 40 pacientes al día.
A ello se suma que el 56,6 por ciento de los facultativos tiene una media de entre seis y 10 bises al día y que solo hay un 2,9 por ciento que manifiesta que no ve pacientes bises. Es decir, «que lo que debería ser lo normal de no tener que ver a varios pacientes citados a la misma hora sólo se cumple en un porcentaje escasísimo«, han explicado. Además, el 59,9 por ciento de los médicos de Atención Primaria atiende a diario entre cinco y 10 urgencias, además de a los pacientes citados en consulta.
Situación real de asistencia
Desde el Sindicato Médico Andaluz han destacado que esta encuesta pone de manifiesto la situación real de la Atención Primaria en Andalucía, en donde la opinión casi unánime de los facultativos es que «en la comunidad no se ofrece una atención segura y de calidad a los pacientes«.
«En contra de lo que nos quiere hacer ver la Administración andaluza, hay falta de facultativos y los que quedan, o van a quedar si no se marchan antes, están sobrecargados de trabajo, con listas de espera inasumibles para cualquier sistema sanitario, en el que siguen apareciendo varios pacientes citados a la misma hora, tienen que atender urgencias al mismo tiempo que los pacientes citados en consulta, en centros con las plantillas incompletas y en los que, en muchas ocasiones, ni se respetan los tiempos de descanso», denuncia la organización presidida por Rafael Carrasco.
Además, «no se cubren las ausencias, no hay tiempo para la formación y, a pesar de todo ello, opinan que la solución no es que Enfermería asuma las funciones del médico mediante la consulta de reorientación de la demanda. Incluso se podría estar incurriendo en un delito de intrusismo«, han concluido.
Yo lo único que digo es que cuando hay un fuego los bomberos van, se pone sus gorras sus trajes y su manguera…
Cuándo hay que barrer las calles o hay que servirle a la gente la comida se sirve… Con su mascarilla correspondiente y sus cuidados.
Pero ha llegado la pandemia y la sanidad pública desaparecido…
No quieren escuchar ni ver a nadie a mí me han atendido por teléfono con prisas…
Y si yo creo que ellos no lo pueden hacer habrá otros médicos que si quieren hacerlo.
Lo único que digo es que antes de negarse a ver a los enfermos totalmente se podría haber estudiado otras opciones como la videocámara.
También se podría haber estudiado, como aquí tenemos tan buen tiempo, haber hecho carpas al aire libre para que no tengan que estar en sitios cerrados.
Podrían haber estudiado fórmulas para que los enfermos no tuviesen que sufrir la indiferencia de la sanidad pública. Indiferencia cuando más falta le hacía….
A mí me han hecho sufrir lo que no está escritos porque fui a pedir la baja laboral por el problema que tengo en la espalda y el médico en voz baja me dijo que yo tenía cuentos… Cuando le enseñé al m***** lo que estaba escrito mi diagnóstico se le puso la cara blanca…