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Ilustración de la portada del libro de Jesús Candel 'Lucha por lo justo'.

Política

Entrevista con Jesús Candel (II): «Los médicos deben levantar el culo de su silla y decir que hasta aquí hemos llegado»

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‘Spiriman’ deja claro en esta segunda parte de la entrevista que el compromiso social y la denuncia pública de las injusticias son fundamentales para derribar el muro de la corrupción y establecer un periodo de libertad constituyente en España

«La sociedad actual está falta de valores por la falta de empatía, por no ser capaces de ver más allá de nuestra propia sombra. Solo si miramos a nuestro alrededor, podremos iniciar un cambio». Con este párrafo empieza el libro Lucha por lo justo (Ediciones Martínez Roca, del Grupo Planeta, 2020), de Jesús Candel Spiriman, prologado por Antonio Barreda y Luis Escribano y que ya va por la tercera edición y solo lleva dos días en el mercado. En esta segunda parte de la entrevista con EL LIBRE, Candel entra de lleno en la idea fuerza de esta obra literaria, analiza la situación decadente de la sanidad pública andaluza y remarca la importancia de perder el miedo para que una sociedad adormecida pueda despertar.

-En el libro se pueden conocer detalles de Jesús Candel cuando era pequeño. ¿En qué momento le cambia el chip y se da de bruces con el concepto de injusticia?

-Fue en una clase de Filosofía de un colegio privado con magníficos profesores. Este profesor nos enseñó a pensar. Yo era una persona muy tímida y le hice una pregunta. Y él me supo sacar que la timidez, la introversión, es un muro, un obstáculo que todo ser humano tiene y que tiene que vencer. Y si lo vencemos, todos podremos aportar a la sociedad lo mejor de nosotros mismos. La gente no se da cuenta de que, si todos somos líderes de nosotros mismos y vencemos la timidez, la sociedad podría mejorar. El embustero, el hipócrita y el sinvergüenza no tiene vergüenza ninguna en hablar. Y dos ejemplos claros son Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que son personas que mienten, que engañan, capaces de decir una cosa y hacer la contraria. Así, ves que la gente que no tiene valores y que son inútiles son capaces de ser escuchados y encima que haya tanto borreguismo. Son malas personas.

-Entonces, las buenas personas tienen que derribar ese muro…

-Eso es. Las buenas personas deben dar un paso adelante para que se les tenga en cuenta con el fin de ocupar puestos de responsabilidad. O tomamos conciencia de eso y lo cambiamos o estamos destinados a ser un país donde va a haber una situación terrible. Y viviremos como en otros países, donde hay una diferencia de clases bestial y donde los ricos cada vez serán más ricos y los pobres, más pobres. Y viviremos en una sociedad destinada al fracaso y a la guerra civil. Pero tengo esperanza de que esto cambie y de que la gente con valores y bien preparada salten ya ese muro y dejen de pensar: «Yo no voy a decir lo que pienso por el qué dirán». Merece mucho la pena luchar por los demás para evitar el fracaso como sociedad.

-¿Cómo valora la penosa situación de la sanidad pública en Andalucía?

-Como me decía una compañera que es médica de familia, ellos entran a las 8:00 y se van a las 17:00 horas a su casa, trabajando a tope. Los médicos deben levantar el culo de su silla y decir que hasta aquí hemos llegado. Ahora mismo, la situación que estamos viviendo y la demanda de la gente están exponiendo la cobardía, el silencio, la vergüenza, el apesebramiento y la falta de respeto a los profesionales por parte de los pacientes… Esto ha estallado, por lo que ahora no pretendamos quejarnos y no hacer nada. Muchísimos sanitarios están haciendo un trabajo excelente, sobresaturados como están, como el bombero cuando está en un incendio. Por eso, ahora es el momento de apretar el culo y de trabajar. Han tenido meses, en los que ha habido calma, para haber arreglado y previsto todas las cosas que ahora van a sufrir los profesionales. Somos responsables de no actuar y de no denunciar a los responsables y a los superiores (casi todos son puestos políticos en Atención Primaria, Especializada y en Salud Responde), y exigirles responsabilidades y ponerles en su sitio.

-¿Qué se puede hacer para evitar la catástrofe sanitaria?

La situación es la que nos merecemos tanto profesionales como pacientes. Yo no me escandalizo, porque lo llevo diciendo desde hace mucho tiempo. ¿Cómo se cambia? Denunciando a estos sinvergüenzas, saliendo a la calle, diciéndoles las cosas de una puñetera vez a toda esta clase política y peleando. Pero no lo está haciendo nadie. Una sociedad no se arregla cumpliendo con tu trabajo, y de eso hablo en el libro. No se trata de echar tus horas y de hacerlo lo mejor posible. Si ves que algo funciona mal, estás saturado y no aguantas la presión, lo que tienes que hacer es arreglar eso, es decir, poner el interés común por encima del interés personal olvidándonos ya de que aquí no se puede ir contra estas personas porque son de derechas o de izquierdas. Aquí de lo que se trata es de denunciar, de ser un activista y de hacer política, que no es más que resolver los conflictos de intereses que tenemos. La política la podemos hacer entre todos.

-Si la gente dejara de pensar que es muy difícil conseguir una abstención de más del 50% en las próximas elecciones para lograr un periodo de libertad constituyente, se podría lograr, ¿no?

-Claro. Hay que instruir a la gente sobre qué es la Constitución y eso requiere un tiempo. Lo primero es abstenerse para deslegitimar este sistema de forma pacífica. También se puede hacer con violencia, pero no es mi opción. En Chile han votado masivamente por hacer una nueva Constitución, porque la actual venía de la dictadura de Pinochet, que no la hizo la gente. La Constitución Española la hicieron los partidos políticos, no la hicieron los ciudadanos. Tenemos que blindar nuestra sanidad pública y nuestros derechos. Todo eso va a costar un año hacerlo, pero el país va a funcionar de puta madre, porque no hacen falta políticos para que el país funcione. En mi hospital no hace falta un gerente puesto por el PP para que funcione. Lo mismo pasa con el Gobierno. Lo tuvimos hace pocos meses en España. ¿Por qué? Porque la gente que trabaja en cada ministerio se hace cargo. Y los diplomáticos. Yo no necesito a un Pedro Sánchez que vaya a hablar con el Papa, ya irá un diplomático. Tenemos derecho a elegir si queremos un Rey o no.

Si quiere leer la primera parte de la entrevista con Jesús Candel, pinche aquí.


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