censura de prensa

Una ilustración sobre la dificultad de informar en la actualidad.

Comunicación, Opinión

Tiempos oscuros

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Llegan tiempos oscuros, muy oscuros, para la nueva prensa, para los nuevos medios de comunicación en Andalucía. La censura informativa avanza imparable por las entrañas de la Junta de Andalucía

Quieren medios domesticados por el poder, engordados por la publicidad institucional. Los nuevos medios son vistos con recelo y con miedo. Pero la verdad no puede conocer fronteras, ni censuras, ni cortapisas del poder. Hoy parece que la censura cabalga imparable por el palacio de San Telmo.

Tan solo hay que mirar la larguísima nómina de nombres que hay entre los nuevos asesores de prensa de Presidencia y de las consejerías de la Junta de Andalucía, donde se hayan refugiados plantillas enteras de medios de comunicación afines al Partido Popular o a Ciudadanos, porque los de VOX se quedan en el Parlamento, en Canal Sur o en los gabinetes de los concejales de la oposición. Que no les falte de nada a los nuestros. Larga vida a los que sirvieron a la causa, que los premios han tardado 39 años en llegar.

Desde la llegada del trifachito al poder en Andalucía han estado intentando alargar todo lo que han podido los escándalos arrastrados del gobierno anterior. Pero pincharon en hueso cuando retiraron las acusaciones de los casos y, sobre todo, cuando terminó el Caso ERE. Ya no había más vacas que ordeñar.

Largos meses de penumbra informativa

Hemos asistido estos largos meses de penumbra informativa a vender el humo de las cocinas cerradas de Susana Díaz, porque la gestión se les atascaba en el día a día dado que los mandos intermedios de la Junta son los mismos que tenía el gobierno anterior, con los mismos fallos de gestión y de funcionamiento.

Hemos asistido también a la fuga de altos cargos dimitidos o hechos dimitir, mayoritariamente en las filas de las consejerías de Ciudadanos, porque el hambre de poder los ha dejado sobrealimentados a todos, a lo que se une la OPA hostil de Bendodo a empleo, que desde entonces suma al PP.

Juan, el de las torrijas, hace honor a su nombre porque no se entera de nada mientras cohabita con Bendodrump, el mago de Oz de los jardines de San Telmo, el Gran Hermano andaluz, el hacedor de noticias y que cocina lo que se debe saber y lo que no interesa que se sepa.

Como el tocomocho de los vigilantes de la playa, donde hemos asistido asombrados todos a que la prensa regional adicta al nuevo régimen compre todo lo que le llega horneado desde San Telmo, sin investigar nada, sin poner en duda ni los puntos ni las comas. Malos tiempos para la lírica de la información porque hoy tan solo son una parte de la correa de transmisión de la nueva monarquía absoluta andaluza, donde los protocolos y las odas a llamadme Juanma son la biblia absoluta de la legislatura.

Hay un apagón informativo desde Sierra Morena a la costa andaluza que esconde la profundidad de la oscuridad que guarda el nuevo régimen, que siente una profunda aversión por la prensa libre y por la nueva prensa, esa que no se casa con nadie y que cuenta lo que los gobiernos siempre quieren ocultar.

La verdad oculta

Los hilos de la información parten hoy desde los oscuros despachos de San Telmo, gruesos, alargados, bien engrasados con la publicidad institucional, aletargando el sueño de libertad del pueblo andaluz y anestesiando sus ansias se saber, de entender, de comprender. La verdad se haya oculta hoy tras el muro oscuro levantado desde el trono y la nueva corte que habita los patios del palacio de invierno que hoy es la Junta de Andalucía.

Lo público tomado al asalto. Las antiguas voces de Canal Sur son hoy homónimas, teledirigidas desde los hondos despachos donde los hombres y mujeres de Bendodrump, en el día a día, deciden sobre lo que hay que hablar y sobre lo que hay que silenciar. De lo que no se habla no existe, la nueva máxima.

Los hombres de negro del nuevo régimen pasean por las largas avenidas de las redacciones andaluzas, señalando nombres, fechas y datos

Y nos venden todo como una especie de carta otorgada al pueblo, manejada desde la calle Génova de Madrid, desde los despachos que eran donde estaba la fábrica de las noticias que manipulaba todas las rotativas, espacios y ondas. Todo lo oscuro reflejado en la cueva de Platón donde habitaban todos, intentando que los ciudadanos vieran sus sombras chinescas reflejadas en amplios espejos cóncavos y convexos.

Los hombres de negro del nuevo régimen pasean por las largas avenidas de las redacciones andaluzas, señalando nombres, fechas y datos. El papel ya no lleva la tinta fresca de la noticia y no cantan en las esquinas los jóvenes vendiendo prensa. Ahora te regalan las bondades del palacio en la mano, en el móvil, ahora todo es letanías y letanías, odas y odas a los que nos gobiernan.

Lo otro, nos cuentan, era el lado oscuro del universo, aunque lo de ahora sea un inmenso agujero negro que se traga todo lo que llega. Y como ya solo nos dejan el derecho al pataleo, ejerzo en estas líneas ese derecho. Y por ello, me quedo también con estas frases que publicó Emile Zola en su Yo Acuso, sobre el Caso Dreyfus, publicado por el diario L’Aurore el 13 de enero de 1898 en su portada:

No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí los artículos 30 y 31 de la Ley de Prensa del 29 de julio de 1881, que se refieren a los delitos de difamación. Y voluntariamente me pongo a disposición de los Tribunales.

En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia.

Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente”.


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2 comentarios

  1. M Reyes Fdz Loaysa

    Tampoco se atreverán contigo, ya saben la costumbre de los que escribís en EL LIBRE: de todo tenéis pruebas y sacáis conclsiones claras. En este artículo además la narrativa lleva un ritmo in crescendo de interés, culminando en la cita de E. Zola: ha pasado más de un siglo, y ahí seguimos con la lucha. A por todas, ya se ve que sois concienzudos y tozudos, Yeahh

  2. Angeles Suarez Pozo

    Yo creo que Andalucía no es crítica, aquí lo que manda es el Rocío, la Semana Santa y la feria.

    Qué no le quiten los” Santos» lo demás les importa un pepino.

    Los diferentes gobiernos que ha tenido Andalucía son un reflejo de la sociedad.

    Porque tenemos lo que nos merecemos.

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