Giovanna Ramírez, astronauta análoga: «Se ha visto que algunos asteroides están cerca de la Tierra, pero ya existen algunas contramedidas»

EL LIBRE ha podido entrevistar a la ingeniera aeroespacial y astronauta análoga en su visita al Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Josefa Frías de Santiponce (Sevilla) para un encuentro divulgativo con los alumnos. La científica colombiana revela que «se ha visto que algunos asteroides están cerca de la Tierra» pero, hasta dentro de unos 100 años, «no hay que preocuparse»

Muchos niños sueñan con viajar al espacio cuando sean mayores para emular a Yuri Gagarin, Neil Armstrong o nuestros Pedro Duque y Miguel López-Alegría. Dar ese pequeño paso para el hombre y que se convierta en un gran paso de gravedad cero para el desarrollo científico, para la evolución de la especie y para que el espacio deje de ser la última frontera, sin dejar de lado el increíble subidón que debe ser volar hacia la Luna o hacia la Estación Espacial Internacional a 28.000 kilómetros por hora.

Todo ello gravitó ayer sobre Giovanna Ramírez, de 29 años de edad, una astronauta análoga (todavía no ha participado en ninguna misión espacial, pero está preparada para ello) que también es investigadora aeroespacial, piloto y Máster PMI y que dio una charla divulgativa a los alumnos del CEIP Josefa Frías de Santiponce (Sevilla). Además de su ejemplar trayectoria académica y profesional, Giovanna baila y toca el piano, por lo que quiso recalcar que «es muy importante que los padres apoyen a sus hijos en las actividades extraescolares».

Los estudiantes le hicieron preguntas de todo tipo (gracias a la inquietud de los chiquillos, los presentes pudieron saber que Saturno es su planeta favorito y Plutón, que es un planetoide, el que menos; o que, cuando suba a la Luna, se llevará su libro preferido, aunque no reveló cuál) y EL LIBRE aprovechó la ocasión para plantearle algunas cuestiones.

-Hay que comenzar con la clásica pregunta: ¿hay vida en otros planetas?

-Ya sabemos que en nuestro sistema solar no hay vida. No creo que haya extraterrestres como tales, pero tal vez haya vida microscópica en otros sistemas.

-Se está usted preparando concienzudamente para su primera misión, ¿verdad?

-Así es. Me estoy preparando como candidata, con simulaciones. Se nos llama astronautas análogos. Ya he sentido lo que es flotar, ya que estuve 15 minutos en gravedad cero. Hay un entrenamiento que se llama isolation (aislamiento), en el que tienes que vivir una cuarentena de un mes encerrado en un hábitat sin salir a ningún sitio. He estado en Polonia, Rusia, Turquía y Japón tomando entrenamientos espaciales. De hecho, en Japón construí un satélite. Espero participar en mi primera misión espacial muy pronto.

-¿Cómo le surgió esta vocación profesional?

-De pequeña, me gustaba mirar el cielo y un día dije: «Quiero ir al espacio». No me conformaba sólo con construir cohetes.

-¿Ha encontrado más barreras de la cuenta por ser mujer en un mundo en el que todavía son mayoría los hombres?

-Todavía existe una brecha de género en cuanto a ingresar en carreras que tienen que ver con Ciencias (Tecnología, Ingeniería, Matemáticas…). Yo soy ingeniera y, durante mi trayectoria, he tenido que convivir con hombres y a veces ha sido un reto, pero eso no es un impedimento ni un obstáculo para que las mujeres demostremos que también tenemos talento y habilidades para llegar a ocupar cargos que comúnmente tienen los hombres, no solamente como astronautas. Hoy día, hay mujeres que se desempeñan en cargos directivos, administrativos, presidenciales… También es una oportunidad para que una mujer muestre que también puede y que no va ni un paso atrás ni uno por delante de los hombres sino a la par. Es un trabajo de cooperación y de equipo.

-¿El hecho de ser latina ha podido ser también un hándicap?

-Ha sido un reto entrar a estudiar una carrera como Ingeniería Aeroespacial, porque vengo de un país de Latinoamérica y las oportunidades son menores. Tuve que apuntarme a becas e irme a países como Japón o Rusia, porque las oportunidades no las hay en Colombia. Y es cierto que en la NASA -y en Estados Unidos en general- le dan prioridad a los residentes, a los ciudadanos americanos y no tanto a personas extranjeras o de Latinoamérica. Ha sido un reto grande.

-¿La Administración Biden ha recortado los fondos para la investigación?

-Ha disminuido un poquito la inversión en proyectos de investigación y también las oportunidades para extranjeros de involucrarse en estas iniciativas. Cuando no se puede con Estados Unidos, uno intenta buscar becas en otros países. Lo importante en este campo es estar preparados para que, cuando llegue esa oportunidad, yo tenga ese entrenamiento. Mi sueño es ir al espacio, está claro. Todo astronauta tiene que tener un entrenamiento previo bajo el agua, de vuelo, psicológico, físico… Eso se puede empezar a hacer desde ya. Lo importante es estar lista para poder cumplir tu sueño.

-¿En qué proyecto está usted trabajando actualmente?

-Estamos desarrollando un pequeño satélite para la observación de la Tierra, casos de meteorología en Colombia. Es una herramienta muy aprovechable porque tiene la órbita baja. El satélite observa, toma fotos y eso ayuda le ayuda al Gobierno colombiano a tomar decisiones medioambientales.

-Si un asteroide, un destructor de planetas, se acercase peligrosamente a la Tierra, ¿está la NASA preparada para evitar ese impacto?

-La NASA y las grandes agencias del mundo entero están creando tecnologías, inteligencia artificial, plataformas y programas para poder anticiparse a ciertas cosas naturales, como el hecho de que llegue un asteroide y choque con la Tierra. Por el momento, existen unos softwares que ayudan a identificar cuando un asteroide se acerca mucho a la Tierra y, hasta el momento, se ha visto que algunos están cerca, pero más allá de los 100 años. Entonces, por el momento no hay que preocuparse. Ya existen algunas contramedidas como, por ejemplo, que algunos cohetes choquen con el asteroide y ayuden a desviar su trayectoria y eso impediría que chocara directamente con la Tierra. Eso ya es una solución real.

Giovanna divulga ciencia y astronomía (cómo se prepara un astronauta, cómo vive, cómo duerme…) con un entusiasmo arrollador por regiones vulnerables de Perú, Colombia, República Dominicana, Ecuador… Ahora está en España por primera vez y está «encantada y muy feliz» con la experiencia. Contó algo precioso a los niños de Santiponce: «Si empezamos a llorar en gravedad cero, se acumula el agua en el lagrimal y hay que coger una toallita y sacarla». Esa gran lágrima de emoción se quedará flotando en la nave cuando Ramírez pueda observar la Tierra, por primera vez, desde el espacio. Sus pensamientos en propulsión surcarán todo el esfuerzo realizado, todos los muros derribados. Houston dejará de tener problemas para encontrar soluciones. El tiempo se parará y la alegría sideral de Giovanna inundará todo el globo terráqueo. Y, una vez más, la realidad de la superación personal se hará sueño para los demás.