que es amor

Unas manos forman un corazón con el anochecer de fondo.

Opinión

El amor, esencia de la vida

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Camino de la existencia: al comenzar un año, nos hemos deseado un tiempo lleno de cosas buenas: sentirnos amados, buenos amigos, que no falte un buen trabajo, la felicidad en la familia…

De entre todas esas cosas que nos deseamos, me gustaría subrayar que lo fundamental para tener una vida llena es el amor que, precisamente, es la esencia de la vida. Es algo esencial, que debería de estar presente a lo largo de todo el año.

Porque somos seres creados por y para el amor y nos gusta sentirnos amados, y necesitamos pertenecer a una comunidad de vida donde prime el amor todos los días.

Y eso lo podemos comprobar cuando nos sentimos unidos a otras personas en determinados momentos: mostrando el apoyo ante las tragedias que suceden, como los atentados. Sencillamente para recordarle a quien lo necesita: «Estoy aquí contigo para lo que quieras«. Y lo mismo cuando lo pasamos mal: necesitamos a alguien cercano que nos diga: «Estoy contigo».

A todo el mundo nos gusta tener amigos, sentirnos apreciados por los demás, especialmente en los momentos difíciles, nos gusta sentirnos arropados, seguros, acompañados… tener una gran lista de contactos en el móvil nos da cierta seguridad, autoestima… Por ejemplo, ¡cuánto nos gusta recibir mensajes de felicitación el día de nuestro cumpleaños, sentimos que le importamos a los demás!

Imaginaros qué duro debe de ser para una persona no oír nunca a nadie decirle: «Te quiero». A veces no basta con vivir bajo el mismo techo, tener cubiertas las necesidades, ayudar de vez en cuando a un desconocido… La peor soledad es la acompañada (significa estar con alguien egoísta, que no ama, y eso es mucho peor que estar solo). Es necesario oír las frases: «Te quiero«; «tú eres alguien importante para mí» y «¡Qué bueno es que existas, para poder querer a alguien como tú!».

Me resulta casi imposible imaginar una vida sin amor y un mundo sin amor. Aunque parezca una utopía, el amor es la gasolina de la vida. Cuántas personas a lo largo de la historia han vivido por amor, han sufrido por amor, incluso han entregado su vida por amor.

Poemas, canciones, mitos y leyendas han tenido como tema principal el amor, a lo largo de todas las épocas y en todas las culturas: hombres y mujeres han luchado por amar y ser amados.

No quiero ahora dar una explicación exhaustiva sobre qué es el amor verdadero, pero sí me gustaría detenerme en algún aspecto esencial.

El amor es una de las emociones más antiguas y es la necesidad más profunda y poderosa que ansía el hombre. Se deja notar muy especialmente en estas fechas en que la soledad aprisiona a tantos y se hace mas necesaria la presencia del amor.

A nadie le gusta sentirse solo, desamparado, sin nadie al que acudir y no sólo en los momentos tristes sino también para compartir, celebrar juntos las alegrías, las buenas noticias, los triunfos…

Ahora bien, ¿por qué estamos viviendo en la era de la tecnología donde más conectados estamos y sin embargo hay tanta gente que declara que se siente sola?

Pues quizás uno de los mayores males, hoy en día, es la soledad. Cuando la realidad es que no estamos solos, que de forma innata el amor esta dentro de nosotros, que solo hay que descubrirlo.

Y, para ello, una cosa es clave: el amor se reconoce cuando se comunica. Que cuanto más amor doy, más amor recibo, y más acompañado me siento. Aunque nos parezca que no lo hay a nuestro alrededor. San Juan de la Cruz lo describía muy bien: «Pon amor donde no hay amor y encontrarás amor».

Hay gente que piensa que el amor carece de importancia, pero, de una forma u otra, todos estamos sedientos de amor; y, por eso, disfrutamos leyendo grandes novelas de historias jamás contadas, viendo películas románticas y escuchando canciones que hablan de amor.

Nos dicen desde pequeños que hay que estudiar para aprender (aprender a ser ingeniero, aprender a ser médico, aprender a ser maestros, empresarios…), pero, sabiendo que el amor es tan importante en la vida, casi nadie nos dice que hay algo que aprender acerca del amor. Y el amor es condición sine qua non del ser humano, un ser que ha sido creado por un acto de amor.

Somos seres creados para amar, cuando se dijo: «Pienso luego existo», se quedó olvidada la afectividad. Sería más esencial decir que, además de pensar y ser libre, sobre todo «me siento amado, luego existo».

Por eso quizás no hace falta que nadie nos enseñe el arte de amar, porque amar se aprende amando y cuanto mas amo, mas soy.

El amor se hace… hoy

Decía la madre Teresa de Calcuta que es más fácil dar un plato de arroz a un mendigo, qué decirle “te quiero” a alguien que tenemos cerca.

Por qué esperar a que un ser querido se marche para decir: «¡Cuánto lo quería y cómo le echo de menos!». Mejor vamos a decirlo aquí, hoy y ahora.

Elisabet Kubler-Ross, especialista en tanatología, acompañó a morir a miles de personas y recuerda dos cosas comunes que decían las personas momentos antes de abandonar este mundo: «por qué no me atreví más» y «por qué no perdoné más a mis seres queridos».

La ley del amor es innata en nosotros y el camino de la vida es un proceso hasta descubrir esa ley. Es dar el paso de vivir la vida en-si-mismado (mirándome a mí) a vivir en-tu-siasmado (descubrirte a ti como ser amado). Es el paso del ego al amor.

El amor no busca gozar por sí solo, busca acompañar, transmitir al otro que… «me alegro de tus éxitos», que «sufro cuando sufres», que «soy feliz cuando tu eres feliz»… Es 100 % comprensión.

Aristóteles lo definía como: «Buscar el bien del otro en cuanto otro». Así, no es lo que yo quiero, sino lo que el otro necesita.

El amor es ver y sentir la vida en todas las cosas de la vida. Vivimos en un mundo egoico: lleno de los celos, las guerras, lo que me apetece, y por el contrario de lo que no me apetece, en un mundo de lo que soporto o bien lo que no soporto. Es un contexto donde el amor es pobre y superficial, porque tendemos a tratar a los demás de la misma manera en que nos tratan.

Cuando conecto con mi yo más profundo, se rompe la idea de quién es bueno o malo, dejan de existir las líneas divisorias entre países, las diferencias entre religiones… Cuando amamos desde la esencia del amor, no existen las condiciones, porque de las condiciones surgen las divisiones. Si el egoísmo prevalece, el amor se enturbia y tendemos a amar a las personas según el beneficio que nos reporten… y el amor es donación.

Dejamos actuar la compasión (com-pasión: sentir con el otro): acompañar, comprender, conectar con el sufrimiento del otro, y soy capaz de perdonar y olvidar. Hay personas que no se sienten amadas y eso les impide amar, quizá porque no pueden olvidar.

Las personas que dicen que aman dependiendo de las circunstancias, no aman, porque si amo desde lo mas profundo de mi ser, no culpo a nada ni a nadie de mis fracasos, de mis sentimientos heridos, de mis miedos. Culpar nos debilita y hace que vivamos alejados de la ley del amor.

Y nos alejamos del amor cuando nos pasamos la vida atormentados por el pasado, pensando: «Qué mal se portaron conmigo, yo no me merecía eso», o estamos preocupados por el futuro: «No confío en nadie porque me volverá a pasar lo mismo…». No: ante esos miedos, es mejor simplemente pasar pagina y borrón y cuenta nueva, sin rencor.

Un buen consejo es éste: tú solo preocúpate de amar y ama «con todo tu corazón, con toda mente, con toda tu alma» aquí y ahora, porque el amor no entiende de tiempo ni tiene rencor.

¿Veis a los niños como viven? Viven plenamente en el presente, solo necesitan de unos segundos para pedirse perdón y vuelven a ser tan amigos. Seamos como niños y dejemos de lado la agonía mental que alimenta la tensión de lo que nos toque vivir y que nos impide amar al que sólo nos está entrenando.

La madre Teresa de Calcuta decía: «Ama hasta que te duela: y, si te duele, sigue amando». Esto significa: cuanto más, mejor, aunque te cueste…

El amor trabaja a través de todo nuestro ser: con nuestras piernas, con nuestro corazón, con nuestros pensamientos, con nuestras acciones.

Cuerpo y alma van unidos de la mano y hasta el más maravilloso de los paraísos se transforma en un infierno si la mente está agitada y no tenemos paz en el alma.

Conclusión: nuestro desarrollo personal es por amor

Ya para terminar solo decir que: amar es aceptar al otro tal y como es; aceptación con comprensión es dejar morir el yo para convertirme en nosotros; dejar de ser pequeño para renacer en algo mucho más grande y pleno, con toda su humanidad.

  • Amar es aceptar al otro tal y como es.
  • Aceptación con comprensión es dejar morir el yo para convertirme en nosotros.
  • Dejar de ser pequeño para renacer en algo mucho más grande y pleno, con toda su humanidad.
  • La persona es un ser de enorme categoría, predestinada a amar, y solo por el hecho de amar merecemos ser amados. Y es así como la persona puede desarrollarse en plenitud, AMANDO.

Formamos parte de una gran cadena de amor donde nadie sobrevive solo ni aprende solo ni crece solo sino que somos parte de un todo.

Somos seres de amor, que nos dirigimos juntos hacia el amor para ver cumplido así el por qué de nuestra existencia.


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4 comentarios

  1. Lucía Ramos

    Una filosofía del ser humano: «Individu@_ Persona» sin alienar. Lo nuevo y lo mejor como indicio de posibilidades reales. Me parece auténtica y necesaria como magna idea piadosa. El Amor nacerá sin dueño.

    Agradecidxs seremxs.

  2. Rafael

    Buen articulo y bien expuesto. A mi me parece que el amor no es una emoción. Es silencio y presencia, cuando se vacía el concepto de » Persona». No es un concepto. Es: amando. Eso es Dios.

  3. Rubí Baron

    Que bueno, es necesario alinear lo espiritual, académico, familiar y los valores en los procesos de enseñanza y aprendizaje. En nuestro país Colombia, necesitamos seguir trabajando por civilización del amor , la casa, la escuela y todos los demás actores, tenemos un compromiso de ser artesanos del perdón y reconciliación. Gracias

  4. Angeles Suarez

    Yo creo que tenemos que tener cuidado con quién nos venga a decir qué es el amor, cómo conseguirlo y como darlo. En la mayoría de los casos estas personas que desarrollan la conciencia y el Yo interior y el ahora son un mercado que juega con nuestros sentimientos para creerse ellos y dioses y manipularlos como le da la gana.

    Creo que el Estado tiene que poner pie en pared en estas prácticas tengo psicológicas que tanto se están extendiendo por España.

    En Argentina ya hay leyes, listas, para que estas practicas coercitivas hacia las personas no se lleven a cabo.

    Estáis cogiendo demasiado poder, y creo que hay que poner un poco de control…

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