steve jobs

Steve Jobs, en un instante de su discurso de 2005 en la Universidad de Stanford.

Opinión

La vida como una gincana

Comparte este artículo:

Steve Jobs: «Pienso en la vida como un dejarse llevar por ciertas pistas que van apareciendo en nuestro interior, dentro de nosotros hay un Espíritu, guiándonos. Es como si fuera una gincana, y aparecen las personas oportunas en el momento oportuno, todo nos va llevando como con facilidad hacia ese destino que se forja día a día, esa historia que construimos, que hilvanamos tomando de ese ovillo que es el tiempo y con el que tejemos nuestra historia. Nuestra libertad se va construyendo con ella. Al final, todo sirve para nuestro bien; si algo no es bueno es que aún no es el final. Se va poniendo orden en todo. Pero no todo se entiende en el momento, hay que ser pacientes…»

Parece que la vida se va entendiendo después de que vayan pasando las cosas. Recuerdo lo que decía el fundador de Apple, Steve Jobs. Quiero referirme a su discurso en la Universidad de Stanford (2005):

Quiso allí contar tres historias de su vida. En la primera historia habló sobre «conectar los puntos». Él fue hijo de madre soltera y dado en adopción al poco de nacer. Sus padres adoptivos le mandaron a la universidad a los 17 años, pero Steve, a los seis meses «no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo. Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí dejarlo, y confiar en que las cosas saldrían bien. En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya tomado». Se quedó allí, pero «ya no fui más a las clases obligatorias que no me interesaban y comencé a meterme en las que parecían interesantes. No era idílico. No tenía dormitorio, así que dormía en el suelo de las habitaciones de mis amigos, devolvía botellas de Coca Cola por los 5 céntimos del envase para conseguir dinero para comer y caminaba más de 10 Km los domingos por la noche para comer bien una vez por semana en el templo de los Hare Krishna».

Siguió su «curiosidad e intuición». «Por ejemplo iba a cursos de caligrafía, cosa que no parecía de utilidad práctica, que luego le sirvieron para la tipografía del primer ordenador Macintosh: todo eso volvió a mí», expresa. A eso le llama «conectar los puntos», que la vida no se entiende mirando hacia el futuro, pero con el tiempo todo va adquiriendo un sentido: «No puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tienen que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado y ha marcado la diferencia en mi vida».

Su segunda historia era sobre el amor y la pérdida. Creció Apple, pero a los 30 años le despidieron. «Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido y fue devastador. Realmente no supe qué hacer durante algunos meses… Pero algo comenzó a abrirse paso en mí -aún amaba lo que hacía… aún estaba enamorado. Así que decidí comenzar de nuevo. No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado. Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer asombrosa que se convertiría después en mi esposa. Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple compró NeXT, yo regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y yo tenemos una maravillosa familia. Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple». Ve que eso fue «una medicina horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No pierdas la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo en marcha fue mi amor por lo que hacía». 

Todos tenemos nuestras fortalezas y nuestras debilidades: no tienes que esperar 10 años presentándote a oposiciones de Notaría para darte cuenta de que no es lo tuyo, de que el sistema usa métodos deficientes y de que no tienes por qué seguir en un sistema que no te funciona. Busca tus habilidades. Sigue Steve: «Tienes que encontrar qué es lo que amas. Y esto vale tanto para nuestro trabajo como para nuestras aficiones«. Y aquí decía otra cosa bonita: si el trabajo va a llenar gran parte de nuestras vidas, no podemos desperdiciar esa gran parte haciendo algo insatisfactorio: «La única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideras un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que haces. Si aún no lo has encontrado, debes seguir buscando. No se conformen. Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabrás cuando lo hayas encontrado. Y, como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te conformes».

La tercera historia

Su tercera historia era sobre la muerte: «Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y si la respuesta era No durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo. Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir a tu corazón».

«Manténganse hambrientos, manténganse alocados»

A él le diagnosticaron cáncer de páncreas y vivió muchos años más; murió al final de esa dolencia, que algunos dicen que puede estar relacionada con el modo de tomarse las cosas «muy a pecho» y sufrir en los disgustos; pero aquí quería solo referirme a que eso le sirvió de acicate; dice que la muerte «es el agente de cambio de la vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo». En nuestra sociedad, se desecha lo viejo, muchos serán apartados cuanto los vean mayores. Por eso Steve sugería que el tiempo «es limitado, así que no lo gastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir a tu corazón y tu intuición. De algún modo, ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario». Y acababa con un consejo: «Manténganse hambrientos, manténganse alocados«. El discurso está muy bien trabado y me encanta, pero le añadiría algo solamente: que cuando de verdad nos encontramos a nosotros mismos es cuando todo esto se convierte en servicio, cuando nos damos a los demás.


Comparte este artículo:

6 comentarios

  1. Lucia Ramos

    Con su consumada ironía,
    él nos lo contó :
    «Tenemos arte para no morir
    de la verdad». Friedrich Nietzsche.

  2. Angeles Suarez

    Steve Jobs:
    Se convierte en mito y ejemplo para todos aquellos qué quieren prosperar y que no encuentran el camino. El camino está dentro no tiene nada que ver con el mundo y con lo que te tengas que enfrentar, solo depende de qué seas capaz de conectar con el espíritu interior,él como un faro, te irá indicando por dónde tienes que ir. Tú solamente déjate llevar por sus indicaciones, así conseguirás todo lo que quieres y puedes ser uno de los hombres más ricos del mundo, porque al fin y al cabo, el espíritu te lleva a ganar mucho dinero.

    Estas son las enseñanzas que están dando a conocer los admiradores de la pseudo psicología positivista.

    O sea, que si tú eres un desgraciado y no tienes nada que hacer en este mundo, no tiene culpa el mundo, ni la tiene el estado, ni tampoco es por culpa de tu lugar de procedencia.

    La culpa es tuya porque eres incapaz de reconocer que tienes un espíritu que te puede hacer millonario.

    Así que ya te puedes sentir frustrado y te puedes pegar chocazo contra la pared.

    • Luciano

      Me parece muy interesante tu aportación, Angeles! Sin duda, los discursos breves de estos personajes famosos pueden haberlos hecho asesores, que para eso tienen dinero para emplear a gente que piense. Y lo que dice tiene un aspecto positivo que intento realzar, y también uno negativo que comentas. De hecho, el que muriera joven de cáncer de páncreas (asociado a disgustos, dicen algunos), muestra que el éxito no está en lo que se ve, que la vida es mucho más rica, que la interioridad que comentas es más importante…

  3. Rubi Baron

    Ama y Vive

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*