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Fernando Simón explica cómo hay que ponerse una mascarilla.

Cartas al director, Opinión

¿Es oportuno retirar el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios y sociosanitarios?

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El Consejo Interterritorial de Salud (CISNS) que debatirá la retirada de las mascarillas obligatorias en centros sanitarios y sociosanitarios se reunirá hoy viernes a la cinco de la tarde

La decisión que se adopte se basará teniendo en cuenta el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) al frente del cual se encuentra el doctor Fernando Simón.

El pasado viernes, el ministro de Sanidad aseguró que la decisión final sobre si se retira o no las mascarillas en aquellos lugares donde aún sigue siendo obligatoria recaería precisamente en los expertos del Ccaes. Aún no está claro si esta retirada se hará de forma prolongada, de forma definitiva o de forma escalonada. Tampoco se sabe con certeza si se retirará en todos los centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias.

Celebrar esta reunión, habiendo hasta 12 consejeros en funciones a la espera de su relevo, para tomar, entre otras, esta decisión tan importante está totalmente fuera de lugar.

El pasado 8 de febrero dejaron de ser obligatorias las mascarillas en el transporte público. Entonces, se estableció la única obligatoriedad en establecimientos y servicios sanitarios y para trabajadores y visitantes de centros sociosanitarios. Una medida para evitar el contagio de la covid-19 en estos espacios y que también protege frente a otras infecciones.

Según el último informe de los datos ofrecidos por las comunidades autónomas al Ministerio de Sanidad con datos del 14 de junio, la incidencia acumulada x100.000 habitantes en los mayores de 60 años, el número de casos diarios detectados en los últimos 14 días, la situación de la capacidad asistencial y actividad covid en los hospitales españoles, la tasa de mortalidad, la letalidad, el número de defunciones y la tasa de positividad han experimentado una notable mejoría en el último año.

En Europa solo España, Finlandia, Italia, Austria y Eslovaquia mantienen el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios y sociosanitarios.

Recientemente, el Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (Ceaps) ha pedido el fin inmediato de la mascarilla obligatoria en residencias de mayores alegando, por medio de su presidenta Cinta Pascual, que «es una medida ya innecesaria, la razón: existe una situación de control de la covid y los usuarios están ampliamente vacunados». Y han dirigido su petición al Ministerio de Sanidad.

Según algunos expertos, la carga del SARS-CoV-2 se ha mitigado gracias al acceso a las pruebas, la importante inmunidad de la población adquirida con el tiempo, la aparición de variantes menos virulentas y la disponibilidad y el uso generalizados de vacunas y tratamientos. Esto significa que ha llegado el momento de gestionar la COVID-19 como otros virus respiratorios endémicos mediante la aplicación correcta y coherente de las precauciones estándar y las basadas en la transmisión, según señalan.

Las opiniones en torno a la retirada de las mascarillas en los centros sanitarios son muchas y muy diversas. Profesionales, políticos y expertos se han posicionado con respecto a este tema en diferentes sentidos, pero la cuestión sigue estando en el aire: ¿es el momento de acabar con estos elementos de protección en ámbitos sanitarios y sociosanitarios?

Desde FOAM, creemos que no. Sería un grave error, con consecuencias de muerte para no pocas personas, proceder a la retirada del uso de mascarilla obligatoria en estos centros, porque la covid no se ha ido; continúa habiendo contagios e ingresos en hospitales, con ómicron como variante dominante y, a pesar de que un tercio de las infecciones cursan asintomáticas en una gran mayoría de personas, siendo cada vez menor los casos de covid que requieren ingreso hospitalario y muertes, estas pueden contagiar a personas vulnerables que corren un riesgo grave de requerir ingresos hospitalarios e incluso de fallecer. La covid no es un virus respiratorio más, continúa con nosotros, sigue causando muertes y aún no hemos encontrado la vacuna capaz de neutralizarlo. Ni la inmunidad natural ni la inmunidad proporcionada por las actuales vacunas son capaces de prevenir su contagio.

El uso de mascarillas se ha mostrado tremendamente eficaz para prevenir los contagios por covid

Es verdad que las nuevas subvariantes de ómicron, afortunadamente y por el momento, no sabemos cómo puede evolucionar el virus, son menos letales, pero tambien más contagiosas y tienen un mayor escape a la inmunidad tanto natural como la proporcionada por las vacunas.

Todo ello sin olvidarnos de la covid persistente, definido por The Lancet «como una afección multisistémica debilitante posterior a una infección con síntomas comunes de fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva, que afecta a la capacidad para realizar actividades diarias durante meses o años».

Los estudios publicados hasta ahora sobre covid persistente estiman que la incidencia de la enfermedad es de, al menos, un 10% de los contagiados. Algunos trabajos van más allá y hablan de cifras cercanas al 15%. En España, se han contagiado, hasta el día 14 de junio, 13.905.048 de personas, según las cifras oficiales, aquellos que tienen una prueba diagnóstica positiva, por lo que la covid persistente puede estar afectando a más de 1,3 millones de personas. No hay que olvidar, además, que en algunas personas ha producido unas secuelas que les causa una incapacidad para desarrollar su vida normal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), el día 5 de mayo de 2023, puso fin a la emergencia de salud pública de interés internacional (Pheic) de COVID-19, lo que muchos interpretaron como una señal del fin de la pandemia. Al declarar terminado el Pheic, el director general de la OMS, el Dr. Tedros, dijo: «Este virus llegó para quedarse. Todavía está matando y todavía está cambiando. Sigue existiendo el riesgo de que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos repentinos de casos y muertes. Lo peor que cualquier país podría hacer ahora es usar esta noticia como una razón para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que ha construido o enviar el mensaje a su gente de que la COVID-19 no es motivo de preocupación».

Martín Durán, presidente de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM)


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