El bloqueo de la apertura del Centro Hospitalario de Alta Resolución del municipio lepero, al que el Gobierno de Moreno Bonilla quitó la H -es decir, le privó de habitaciones medicalizadas para ingresos y lo dejó en CARE (Centro de Alta Resolución)- ha sido el resorte que ha movilizado a la sociedad onubense para reivindicar otras muchas carencias de la sanidad pública
Los manifestantes no solo querían reivindicar el Chare de Lepe en la movilización de ayer, sino también los déficits históricos y sin atisbo de solución a corto o medio plazo que tiene la provincia de Huelva en infraestructuras sanitarias públicas. La lista es larga: chares de Aracena o El Condado; reversión de la fusión hospitalaria ordenada por la justicia; escasez de personal: pediatras o matronas en Atención Primaria, equipo de Emergencias en la zona de Cuenca Minera-Andévalo, cirugía infantil o torácica; o la ausencia de un hospital materno-infantil provincial. «Lo que ha pasado en los últimos meses en la sanidad pública onubense es dantesco», afirma el médico intensivista del Hospital Juan Ramón Jiménez y presidente de la Asociación Onubense por una Sanidad Pública Digna (Onusap), Diego Mora.
Además, cientos de personas se congregaron a las puertas del Hospital Virgen de la Bella (alternativa privada que les da la Consejería de Salud a los más de 96.000 vecinos de la costa occidental y que carece actualmente de seis especialidades), propiedad del grupo privado José Manuel Pascual, para protestar por otros déficits de la sanidad pública: recuperación de la atención primaria como pilar de la sanidad, fuerte y reforzada, y de su funcionamiento normal con todas las medidas de seguridad; un Equipo Móvil (EM) o Delta que disponga de médico, enfermero y con ambulancia asistida para atender las urgencias en la zona de Valverde del Camino; equipos de radiodiagnóstico TAC, PET y Resonancia funcionales; reducción de las listas de espera quirúrgicas, de especialista y de diagnóstico; plantillas y contrataciones dignas; y la disminución de la brecha con respecto al resto de hospitales andaluces.
«La mejor herramienta es una sanidad pública potente»
Asimismo, Mora se muestra muy crítico con la gestión por parte de Jesús Aguirre, consejero de Salud, de la no apertura del Care de Lepe con el subsiguiente trasvase de pacientes al centro hospitalario del grupo José Manuel Pascual: «Cuando la pandemia nos ha mostrado que la mejor herramienta para la lucha es una sanidad publica potente y reforzada, no podemos conformarnos con que la respuesta de la Junta en Huelva haya sido concertar con una clínica privada que ni siquiera es capaz de ofrecer los servicios contratados, máxime cuando hay un hospital público terminado a pocos metros que no se abre, creemos que por falta de voluntad política».
La Junta de Andalucía se está gastando cerca de un millón de euros al mes en pagar al grupo privado por unos servicios deficientes, ya que hay seis especialidades que no están disponibles en el Hospital Virgen de la Bella: pediatría, ginecología, neumología, oftalmología, hematología y rehabilitación.
La manifestación cumplió todas las medidas de seguridad que exigen las autoridades sanitarias y culminó en la puerta del Ayuntamiento de Lepe con cientos de voces clamando una mejora ostensible de la sanidad pública. «Queremos dejarle a nuestros hijos la sanidad pública que heredamos de nuestros mayores. Queremos que afronten las reformas y las inversiones necesarias para volver a sentirnos cuidados, seguros y bien atendidos en nuestros centros de salud», apostilla Diego Mora.
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