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En el cartel del Día de Andalucía puede verse a un sanitario feliz con el lema 'Tenemos mucho que celebrar'.

Opinión, Salud

La Junta utiliza la imagen de un profesional sanitario para su campaña del Día de Andalucía bajo el lema ‘Tenemos mucho que celebrar’

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El Gobierno de Moreno Bonilla ha decidido que era una buena idea utilizar la imagen de un trabajador del Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), pleno de felicidad, con la frase publicitaria ‘Tenemos mucho que celebrar’ sin tener en cuenta la profunda crisis que padece el SAS: los andaluces son los que puntúan con la nota más baja su grado de satisfacción con el sistema público de salud en el último Barómetro del CIS. Le conceden una nota de 5,85 puntos, por debajo de la media de España, que se sitúa en el 6,27

De los creadores de Todo lo bueno trae cola, ahora llega a los mupis de toda Andalucía Tenemos mucho que celebrar, como si fuera una frase pronunciada por un profesional sanitario del Reina Sofía que sonríe y se muestra feliz… con la que está cayendo en el SAS. Es el eslogan de la campaña publicitaria Líderes en poner el alma, que ha encargado la Junta a una empresa publicitaria con motivo de la próxima celebración del Día de Andalucía.

Zonas anegadas del Hospital Virgen del Rocío; pacientes que se hacinan en las Urgencias de los centros hospitalarios; personal del transporte que realizan movilizaciones por su precaria situación laboral; celadores y enfermeros hostigados por la falta de personal; centros de salud sin pediatra a tiempo completo; listas de espera insoportables tanto para el especialista como para pruebas diagnósticas; agendas de médicos de familia cerradas en ClicSalud+, una treta que obliga a los usuarios a personarse en el centro de salud para conseguir una cita, como en los años 90; más de 700 millones para la sanidad privada en lugar de invertirlos en la pública; bolsa del SAS congelada; médicos en pie de guerra contra la consejera por ser de los peor pagados de España; técnicos de cuidados auxiliares de enfermería que se dan de bruces contra la indiferencia de la Junta, que no les reconoce su categoría C1; instalaciones degradadas, como el ala 2 de Pediatría del Hospital Virgen del Rocío; aires acondicionados que no funcionan en verano, como el del ala 3.4 (Unidad de Digestivo) del Juan Ramón Jiménez; guerra de despachos en la Consejería de Salud… No está el horno para bollos.

El Barómetro del CIS, demoledor

No se sabe cómo habrá sentado en el colectivo sanitario esta utilización de su imagen para la campaña del 28-F. Una estampa que transmite felicidad, todo lo contrario de lo que se infiere de las declaraciones realizadas por múltiples trabajadores del SAS en EL LIBRE en último año. La precarización es el lema real de una sanidad que ha tocado fondo también si comprobamos la opinión que dan los andaluces en el último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Los andaluces son los que puntúan con la nota más baja su grado de satisfacción con el sistema público de salud. Le conceden una nota de 5,85 puntos, por debajo de la media de España, que se sitúa en el 6,27.  Es la puntuación más baja de entre todas las comunidades autónomas. Detrás de Andalucía, solo figura la Ciudad Autónoma de Melilla, con un 5,27, pero las competencias sanitarias, como en Ceuta, siguen dependiendo del Ministerio de Sanidad.

Sobre servicios sanitarios públicos específicos, los de Andalucía vuelven a estar a la cola de España en Atención Primaria, con un 5,98, hasta por detrás de Ceuta, con, 6,17 y Melilla, con 6,39. La media de España se sitúa en el 6,37.

Datos inapelables

En la satisfacción sobre consulta de especialistas, Andalucía también es la última de España, con 5,79, frente a la media nacional de 6,04; urgencias hospitalarias, con 5,77 cuando la media estatal es de 6,33; en la atención del 061 y 112, la penúltima, con 7,25, por 7,42 de la media nacional por detrás solo de Canarias, con 6,44.

En urgencias de Atención Primaria, también la penúltima, con 6,06, frente al 6,35 de la media de España. Solo en Madrid, este servicio es peor valorado, con un 6.

Así las cosas, es difícil de digerir que el aparato propagandístico de Moreno Bonilla para el Día de Andalucía utilice a este gremio, tan maltratado por el propio Gobierno andaluz, para lanzar un mensaje optimista al mundo, cuando la realidad es cruda y, en muchos casos, cruel. Los sanitarios ponen el alma, pero no hay nada que celebrar, habida cuenta de la nefasta gestión de la consejera García.

Y conviene recordar que el PP, cuando se llamaba Alianza Popular, no apoyó el referéndum del proceso autonómico del 28 de febrero de 1980, pidiendo la abstención o el voto en blanco. La memoria histórica siempre presente.


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Un comentario

  1. Javier Alf. Galván Romo

    Pues si la persona retratada no ha dado su consentimiento puede reclamar un buen dinero por derechos de imagen.

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