Andalucía sigue a la cola de todo a pesar del Gobierno de Moreno Bonilla

Recuerdo años atrás cuando Arenas y su entonces ‘maletero’ Antonio Sanz, hoy el todopoderoso consejero de Presidencia, gritaban desde los medios de comunicación los demoledores datos de Andalucía, donde estábamos a la cola de todas las estadísticas habidas y por haber

La prensa andaluza empezaba a usar artillería gruesa y pesada contra los gobiernos de Griñán y de Susana Díaz. Hora tras hora, día tras día. Los titulares nos hablaban del Armagedón andaluz donde un ángel tocaba la trompeta y venían castigos bíblicos sobre los andaluces.

El escándalo de los ERE se llevó por delante el Gobierno del PSOE en Andalucía y terminó defenestrando a Susana Díaz. En aquel entonces, las portadas de los periódicos abrían en canal al gobierno regional, dejando que se desangrara por las arterias judiciales. Todos los días amanecíamos con una bomba judicial. Cada hora había una ampliación de noticias de esas que daban infartos. Los medios se habían convertido en jueces que dictaban las más duras de las sentencias. Incluso elaboraban listas con los puestos en los que se encontraba Andalucía en materia de corrupción.

El gobierno del cambio no cambia nada

En diciembre de 2018 llegó el cambio y, de repente, se transformó la prensa, sus editoriales y sus empresas en busca del maná de la publicidad institucional. Ya no interesaba ir contra el Gobierno regional de Moreno Bonilla, ya no interesaba contar la verdad, ya no interesaba nada ejercer el noble oficio de informar. Ahora esos que antes señalaban han pasado a ser opinadores profesionales en las ondas y en las televisiones, previo pago. Incluso muchos que trabajaron y que amaban al régimen anterior, hoy aman mucho más y loan mucho más al régimen instalado por Moreno Bonilla hasta llegar algunos a la postración.

Un repaso a esos medios llama poderosamente la atención, ya que muchos de esos firmantes de artículos de infarto ya no están, parece que han desparecido. Pero no, hoy trabajan desde el interior de las tripas de la Junta de Andalucía contratados de asesores o de dircom de la consejerías. Esos mismos que ayer te contaban el infierno andaluz donde habitabas hoy te cuentan que vivimos en un paraíso terrenal en Andalucía desde la llegada de Moreno Bonilla. Muchos titulares de la prensa regional parecen que están fabricados hoy desde dentro del Palacio de San Telmo.

Lo que contaban antes ya no lo cuentan. Han optado por un apagón informativo. Seguimos en el furgón cola de todas las estadísticas, pero ese hecho lo ocultan con la enorme maquinaria de la publicidad del gobierno regional. Parece que son más una extensión de la corte regional que un medio al estilo Pulitzer. La información de lo que pasa en Andalucía ha dejado de tener relevancia, solo interesa la agenda de Moreno Bonilla y su nobles, empezando por el conde-duque de Presidencia. Solo interesa lo que diga su majestad imperial desde el púlpito de nuevo khaleesi del Sur. Donde tiene hasta cocinero propio con menú diario y exclusivo pagado por todos los andaluces y andaluzas.

Desde la llegada del cambio no hay nada que contar. Lo primero a lo que se dedicaron es a copiar el manual del olvido, y así cambiaron todos los logos de la Junta, toda la memoria de la Junta, como si lo que había antes que ellos nunca hubiera existido. A partir de ahí, el manual se entregó a todos los rincones donde hubiera alguien que informara. La ley de la memoria ya no se aplicaba en Andalucía, extirparon la historia desde 1978 hasta 2018. Inundaron con la idea de que aquello fue el gran interregno, las décadas ominosas que deben de ser calladas, silenciadas y olvidadas.

A partir de ahí, la publicidad y la propaganda institucionaliza, había que enterrar los huesos del periodismo de investigación y empezar a anestesiar a la población andaluza dando titulares que se tenían que quedar en la conciencia colectiva. Desde entonces, somos la locomotora de Europa, el país donde nunca se pone en sol, la tierra donde todos los días son de vino y rosas por todos los rincones de Andalucía. Desde entonces, nos mienten cuando afirman que la sanidad andaluza funciona como un reloj, que la educación está en los mejores niveles del Informe Pisa desde el fin del Imperio Romano, que los datos del paro hablan ya del pleno empleo en la región, que nos hemos convertido de la noche a la mañana en una de las cinco primeras potencias mundiales con asiento preferente en el G8.

Los datos nos cuentan una realidad distinta a la que cuenta Moreno Bonilla

Desde el verano de 2022, el PP de Moreno Bonilla gobierna en exclusiva con mayoría absoluta. Los datos estadísticos siguen situando a esta región a la cola del país en porcentajes de población con grandes carencias y en situación de exclusión. Mientras, el Gobierno regional se dedica difundir mantras y mensajes que reiteran el manual de Josef Goebbels, miente, miente y acabarás convenciendo. Pero una lectura somera y sosegada de los datos nos devuelve a la terrible realidad del infierno en que siguen instalados los andaluces y andaluzas.

La verdad que no te cuentan es que seguimos en la cola del gasto sanitario por habitante, En la cola de todos los indicadores de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE publicada en abril de 2023, tiene la tasa AROPE, que mide el riego de pobreza, más alta de toda España con un 35,8%, y el 14,4% de la población andaluza sufre la pobreza ya de forma severa -el mayor porcentaje de toda España. Mientras sigue a la cola de los ingresos medios anuales, en salarios y en pensiones, a la cola en comunidades autónomas con mayor porcentaje de población con dificultades para llegar a fin de mes, y en la de población que no puede afrontar gastos imprevistos. A la cabeza del mayor porcentaje de toda España que no puede permitirse irse de vacaciones una semana fuera de casa en 2022. La tercera comunidad autónoma con retrasos en los pagos de la vivienda principal o en compra a plazos.

Además, según el sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2022 Andalucía gasta 5.442 euros por estudiante, sólo por detrás de Madrid que gasta 5.148 euros, muy por debajo de la media nacional de 6.230 euros por alumno, muy alejado de lo que invierte Euskadi en los alumnos con 9.968 euros. Es decir, Andalucía invierte un 81% menos que Euskadi en sus alunmos. Y eso sale luego reflejado en las tasas tan pobres que tiene Andalucía en el Informe PISA sobre la educación de toda Europa.

Los barrios más pobres siguen estando en Andalucía

El último informe de Indicadores Urbanos 2023 que publicó el pasado mes de mayo el INE nos da datos aterradores para Andalucía, donde se señala que Andalucía sigue batiendo récords con el Gobierno de Moreno Bonilla. En Andalucía están los 10 de los 15 barrios españoles con menor renta por habitante, seis de los municipios con menor esperanza de vida y 12 de los que tienen mayor tasa de paro. Destaca el dato de que La Línea de la Concepción, con 79,3 años de esperanza media, es la segunda más baja del país.

El último informe del pasado mes de mayo sobre el estado de la pobreza en las comunidades autónomas, elaborado por la Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) con datos del Instituto Nacional de Estadística, indica que en Andalucía hay 1.226.751 personas en una situación de pobreza severa, es decir, que viven en hogares con unos ingresos que no superan los 560 euros mensuales. Además, 2,4 millones de andaluces, el 29,1% de su población, está en el límite de la pobreza, ya que tiene unos ingresos por debajo del 60% de la media nacional.

El último informe del Observatorio de la Desigualdad de Andalucía (ODA), ha señalado de que en Andalucía hay ahora casi un 17% más de población en riesgo de pobreza que en la media de la UE, por debajo de países como Rumanía. Hecho que este observatorio relaciona directamente con los ingresos que tienen las familias andaluzas. El PIB por habitante andaluz es un 20% inferior a la media de España y un 38% menor que el europeo. Todo esto hace que el 29,4% de los menores de 18 años que viven en esta comunidad, es decir, 454.379 niños y niñas, se encuentran en situación de pobreza.

Los salarios y pensiones más bajas están en Andalucía

Los datos de las declaraciones de la Renta de 2021 consultados de la AEAT nos hablan de los salarios y las pensiones más bajas de toda España, lo que repercute en la riqueza de las familias andaluzas y sus dificultades para llegar a fin de mes. Además, según indica el INE en los Indicadores urbanos de 2023, 12 de los 15 municipios españoles con mayor tasa de paro en 2022 eran andaluces, con índices de desempleo de entre el 21 y el 29,3%.

Así, Oxfan Intermon da la alerta señalando al sistema productivo imperante en Andalucía como uno de los principales motivos de la desigualdad que arrastra esta comunidad, con un mercado laboral poco industrializado, con el empleo precario donde rotan los mismos por el mismo empleo, además con salarios poco remunerados, en su mayoría del sector servicios, que al final de la vida profesional se traduce, además, en pensiones bajas. A lo que se añade el peso del empleo agrario que hace que la población rural esté cada vez más empobrecida.

Save the Children, en su estudio titulado Aquí no hay quien viva: un análisis de las dificultades de las familias para pagar la vivienda en Andalucía, señala que, en Andalucía, el 20% de los hogares con niños, niñas y adolescentes tienen sobrecarga financiera de vivienda. Este porcentaje de niños soporta habitar en una vivienda totalmente inadecuada para el desarrollo de la infancia con la falta de infraestructuras básicas, el hacinamiento, la vivienda en entorno degradado, la vivienda insalubre y el chabolismo.

En Andalucía, muchas familias no disponen de una cocina independiente (de cuatro metros cuadrados o más), lo cual afecta directamente en la alimentación y la seguridad de los niños y niñas que viven en ellas. Lo que repercute directamente en la salud física y mental de los niños y niñas, afectando a su crecimiento, al rendimiento escolar y a su seguridad.

Podemos seguir contando más datos, pero lo que interesaba era señalar las falacias que nos cuenta el gobierno regional, que difunde la prensa adicta al nuevo régimen, con lo que mi consejo es que no se crean nunca lo que les cuentan. Que busquen los datos en las fuentes originales, que vean cómo les intentan engañar, que lean, comparen y que aprendan pues.