La firme decisión del gobierno de Pedro Sánchez de subir los impuestos y de recuperar tributos tan podridos e indecentes como el del patrimonio y el de sucesiones, mediante el cual se roban las herencias a los ciudadanos y se burla la voluntad de los que mueren, ha desatado una ola de resistencia y ha reactivado a las plataformas que luchaban contra esos impuestos, que se encontraban en reposo por el coronavirus y porque el impuesto de sucesiones había sido prácticamente eliminado en algunas autonomías españolas, como Madrid y Andalucía, donde los codiciosos y expoliadores socialistas han sido expulsados del poder
Esas plataformas, ante la anunciada imposición de esos tributos en toda España, han empezado a movilizar a sus asociados para volver a las calles y luchar contra el abuso y el expolio que socialistas y comunistas preparan.
Mientras toda Europa baja los impuestos para reactivar la economía, el gobierno socialista-comunista de España los sube para empobrecer al pueblo y hacerlo dependiente de las limosnas del Estado. España está en manos de depredadores sin escrúpulos que, además de subir los impuestos, mantienen vigente un impuesto que, por su injusticia y carácter confiscatorio, está suprimido en el resto de Europa: el impuesto del patrimonio, que roba para el Estado, cada año, parte de lo que tienes ahorrado, hasta conseguir arrebatártelo todo.
Pero el impuesto más odioso y rechazado por los españoles no es ese, sino el de sucesiones, que grava las herencias y las roba para el Estado, a pesar de que las herencias que dejan los muertos ya han pagado todos los impuestos durante la vida del fallecido. Se trata de un impuesto confiscatorio, impopular y maldito, intensamente rechazado por el pueblo, que ya había quedado casi totalmente eliminado en varias regiones de España, pero que los depredadores socialistas y comunistas quieren ahora resucitar e imponer en todo el país. Contra ese abuso de poder mezquino y antidemocrático se están rebelando los ciudadanos.
Fencis llama a la movilización
Fencis, la Federación de Asociaciones Españolas contra el Impuesto de Sucesiones, que reúne a las plataformas que luchan contra el robo de herencias en Andalucía, Aragón, Asturias, Madrid y otras regiones, ha lanzado un comunicado en el que llama a rebelarse contra la injusticia que quieren imponer Pedro Sánchez y sus colegas comunistas e independentistas, todo un zarpazo fiscal que llega a España cuando el resto del mundo está bajando los impuestos para reactivar la economía. Ese abuso intolerable solo se explica porque a los socialistas y comunistas, en el poder, lo que les interesa no es un pueblo próspero, sino empobrecido y dependiente del Estado.
El texto del comunicado es lo bastante claro y expresivo para reproducirlo de forma íntegra y entender así el drama que se cierne sobre los sufridos españoles, secuestrados por verdaderos predadores en el poder:
El Gobierno nos prepara un injusto e indecente infierno fiscal a través de una «armonización» mafiosa y ruinosa.
La izquierda española, siempre ávida de poder y dinero, quiere acabar con lo que llaman «el paraíso fiscal de Madrid», que gracias a sus impuestos moderados se ha convertido en la región más próspera y emprendedora de esta España depauperada que nos construyen Pedro Sánchez y sus aliados.
Quieren obligar a subir los impuestos, incluido el injusto e indecente impuesto de sucesiones, el que roba las herencias de los españoles, a las autonomías que han apostado por bajarlos para ayudar así a las empresas y emprendedores a reactivar el empleo y la economía.
El Partido Socialista (PSOE), en unión de Unidas Podemos y del independentismo vasco y catalán, quieren demoler la baja fiscalidad que hemos logrado gracias, entre otros esfuerzos, a la lucha del pueblo contra impuestos tan injustos como el que roba las herencias, drásticamente reducidos en varias autonomías españoles.
Las izquierdas y los independentismos llenos de odio no soportan el éxito de Madrid, construido sobre bases de libertad, impuestos bajos y reducción de la burocracia. Quieren igualarnos a todos, pero castrando la prosperidad y reforzando la pobreza, como suelen hacer los regímenes comunistas, que odian el libre pensamiento, la prosperidad y la puesta por las libertades y derechos. Ellos, desde su posición de miseria, avaricia y gusto por el totalitarismo, quieren que todos dependamos del Estado y que sean ellos, los dueños del Estado, los que nos mantengan a base de limosnas y concesiones.
El ciudadano se equivoca cuando cree que el robo de dinero público es el núcleo de la corrupción. Hay muchas formas de ejercer la corrupción que son más graves y dañinas que la apropiación del dinero de todos. Cobrar impuestos abusivos es quizás la peor de las opresiones corruptas.
La Federación Nacional contra el Impuesto de Sucesiones (Fencis), que une a colectivos, plataformas y asociaciones de toda España en lucha contra el robo de herencias y el expolio fiscal, ha decidido alzar la voz y hacer un llamamiento a la ciudadanía ante el peligro inminente de que el gobierno y sus aliados acaben con las conquistas y logros alcanzados mediante esa maniobra rastrera y llena de resentimiento que llaman «armonización fiscal», que no es otra cosa que un avance hacia el totalitarismo y expolio de los ciudadanos.
Mientras Europa y el resto del mundo desarrollado bajan los impuestos para estimular la economía, muy dañada por la pandemia, la izquierda española, aliada con el independentismo que odia a España, apuesta por subirlos, sin importarles que esa ruta conduzca a la ruina de la nación y de su pueblo.
Fencis hace un llamamiento a sus asociados y simpatizantes y a todos los ciudadanos decentes que quieren una fiscalidad justa y no abusiva y depredadora para que nos alcemos de nuevo en lucha contra la corrupción y la opresión fiscal, que avanza con la fuerza del resentimiento y el odio a todo lo que huela en España a prosperidad y libertad.
Impuestos tan indeseables como el de sucesiones y donaciones, reducido gracias a la lucha popular, van a regresar con toda su carga de injusticia, impulsados por la bajeza de nuestros gobernantes.
HAY QUE IMPEDIRLO.
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