El protagonista de ‘¿Es el enemigo?’, que se estrenó ayer en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, borda el papel de un Miguel Gila joven que combate, a su pesar, en la Guerra Civil, un apartado de su vida que mucha gente desconoce
Lasarte, natural de Dénia, es mago de profesión y lo que hace, en su primera película como actor, es el abracadabra definitivo: mimetizarse con un mito del humor, el considerado por todos padre del humor moderno. ¿Es el enemigo? es una bella película. El adjetivo ha sido elegido aposta, porque recuerda a La vida es bella. Gila es un Roberto Benigni madrileño que trata de hacer el día a día más llevadero a través de sus ocurrencias, sus dibujos y sus chascarrillos.
El filme, dirigido por el algecireño Alexis Morante, navega con éxito entre las aguas turbias del drama y de la oscuridad del archiconocido episodio negro de nuestra historia y el arroyo tenue del florecimiento de los primeros chistes, el primer paso de Gila hacia la gloria.
Morante parte de hechos reales para confeccionar un traje a la medida de Lasarte, que estará casi con toda seguridad nominado al Goya al Mejor Actor Revelación porque no sólo imita al humorista, sino que va más allá: capta su espíritu, su esencia, para dotar al personaje del vigor necesario con el fin de sostener sobre sus hombros una trama de comedia, amistad y aventuras en la España de 1936.
Convertir el llanto en alegría
El espectador no debe tener prejuicios por ser otra peli de la Guerra Civil, porque es sólo una excusa para adentrarse en la capacidad del ser humano por sobrevivir en cualquier situación. En estos tiempos en los que se manosea tanto la palabra resiliencia, el tesón de Gila en la película es capaz de convertir el miedo en valentía y el llanto en alegría, aunque sea momentánea, efímera.
Ficción y realidad se entremezclan de manera magistral en esta lanza rota de celuloide en favor de la bondad y los valores eternos de la lealtad y la honestidad.
La cinta se ha rodado durante casi dos meses en Vizcaya. Salva Reina, Natalia de Molina, Vicente Romero y Adelfa Calvo integran el reparto de esta historia antibelicista con la que debuta el joven Óscar Lasarte.
«Ahora mismo nos haría falta un Gila que sacara la humanidad que llevamos dentro»
Lasarte, en el estreno del filme en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, confesó que meterse en la piel de Miguel Gila fue «una responsabilidad gigante y un honor al mismo tiempo». «Ha sido muy intenso, porque es mi ídolo desde pequeño. Ahora mismo nos haría falta un Gila para que, muchas veces, destacara esta ridiculez y esta absurdez que hay a veces y que sacara la humanidad que llevamos dentro, que a veces se nos olvida», puso de relieve.
Sobre la obligada comparación con Saben aquell, el biopic sobre la vida del humorista Eugenio, Óscar Lasarte lo tiene claro: «La comparación va a estar, pero al final son dos productos distintos, dos películas distintas y cada una tiene la esencia del cómico al que representa y van a ser más complementarias que otra cosa».
El mago, cómico y actor quiso también abordar los límites del humor de la sociedad actual: «Gila se metía en temas delicados, pero se reía mucho de las situaciones, no de las personas. Hay ahí una zona gris que no está bien definida, pero sí creo que se reía de muchas cosas que, ahora mismo, sería un poco peligroso».
«Tanto el humor como la sociedad tienen que ir evolucionando y adaptarnos a lo que va llegando. Que el humor sea una herramienta para hacernos crecer y hacernos olvidar los problemas, no para acentuar desgracias o situaciones que requieren una voz. Ridiculizar esa voz tampoco creo que sea el camino adecuado», concluye Lasarte.
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