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El artista y activista social Diego Martínez 'Mestizo', en una imagen de archivo.

Solidaridad

La historia de Diego Martínez ‘Mestizo’, un artista que murió de ELA privado de la ayuda a domicilio

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Componía canciones y repartía alegría a la gente con su pop aflamencado. Denunciaba en redes sociales las injusticias que se encontraba por el camino. Cuando estaba más tranquilo, recibió una puñalada en forma de diagnóstico: Esclerosis Lateral Amiotrófica

El cantante, compositor y activista social algecireño Diego Martínez Mestizo luchó todo lo que pudo contra la enfermedad, pero su corazón dejó de latir el 30 de agosto. Tenía 48 años. Su viuda, la boliviana María Carlini, quiere que se sepa cómo el Ayuntamiento de Los Barrios y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía le dejaron tirado, le privaron de la ayuda de la Ley de la Dependencia en los últimos meses de su vida.

Conseguir la concesión de este derecho fue una odisea: «Sabiendo que mi marido iba a morir (tener la ELA es una sentencia de muerte), la Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Los Barrios puso todas las trabas que pudo poner». Carlini pidió la ayuda a domicilio en 2019 y no vino concedida hasta el 28 de septiembre de 2021. Teniendo en cuenta la gravedad de su enfermedad, la Junta le reconoció el Grado III de asistencia, según el Real Decreto 1051/2013 de 27 de diciembre, por el que «se establece entre 46 y 70 horas mensuales, considerándose adecuado el reconocimiento de 70 horas mensuales, correspondiendo 19 a las necesidades domésticas o del hogar y 51 a la atención personal para las actividades de la vida diaria», según reza en el expediente de Martínez.

El calvario de la espera interminable parecía haber tocado a su fin. Se dio por bueno el sufrimiento de casi dos años de espera si, a partir de entonces, Diego y María iban a disfrutar de una ayuda muy necesaria (tienen dos hijos, de 8 y 15 años) hasta el fatal desenlace. Pero le duró solo dos meses, porque la coordinadora de Ingesan, empresa concesionaria del Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Los Barrios remitió un informe muy negativo sobre Diego a la Consejería que, por aquel entonces, todavía se llamaba de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación.

Montaje fotográfico de Diego Martínez ‘Mestizo’. / EL CIERRE DIGITAL

En ese escrito, Martínez fue acusado de intransigente, de exigir que acuda «otra auxiliar que es conocida de él» y de pedirle el primer día a la asistente que «si le puede depilar no solo la cara, sino otras zonas, haciendo referencia a sus zonas íntimas». «A la hora de la ducha, está todo el tiempo quejándose y diciéndole a la auxiliar que todo lo hace mal, que tiene que hacer las cosas como él diga. Además, se dirige a la asistente con piropos como «guapa, cariño, corazón» y todo el tiempo tiene un trato irónico, poniendo a prueba a la auxiliar», dice la coordinadora de la empresa concesionaria del Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Los Barrios en el escrito que envió a la Junta.

«Hago relevancia a que la auxiliar se siente cohibida en muchos momentos, pero sobre todo a la hora del baño, puesto que Diego comenta, al lavarse sus partes íntimas, que si en algún momento eso crece, que no dé importancia, que es porque él es un hombre», concluye.

«Es mentira»

María Carlini dice que toda esta argumentación «es mentira«, arguyendo que su piso tiene 45 metros cuadrados y el cuarto de baño es realmente pequeño, por lo que una persona gruesa, como era la auxiliar que le asignaron, no cabía bien dentro. Además, la viuda de Martínez denuncia que la asistente «no hacía nada de la casa, ni siquiera ponía de comer a Diego ni limpieza de baño, que estaba dentro de sus funciones».

«Él tenía sensibilidad en sus partes cuando se le bañaba y es verdad que se le ponía el pene erecto, pero no solo con ella, sino también con mi cuñada, que venía de vez en cuando a echarme una mano. Es algo involuntario del cuerpo del hombre», expone María.

Otro de los síntomas de la ELA es la sensibilidad olfativa, por lo que Diego se quejaba también del olor corporal de la asistente. No era baladí, porque era tal su susceptibilidad con los olores que Carlini no podía cocinar en casa.

En definitiva, la delegada territorial de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Ana Fidalgo, firmó la extinción del servicio de ayuda a domicilio a Diego Martínez «por incumplimiento reiterado de la persona usuaria de los deberes recogidos en el artículo 14 de la Orden de 15 de noviembre de 2007 que regula el servicio de ayuda a domicilio en la comunidad autónoma de Andalucía por la imposibilidad de prestarle el servicio con normalidad».

Según la Junta, Diego incumplió los tres primeros apartados de ese artículo 14: «Aceptar y cumplir las condiciones que exige el servicio; facilitar el ejercicio de las tareas del personal que atiende el servicio, así como poner a su disposición los medios materiales adecuados para el desarrollo de las mismas; y mantener un trato correcto y cordial con las personas que prestan el servicio, respetando sus competencias profesionales».

Sin embargo, el apartado d del artículo 13 de esa misma orden recoge lo siguiente: «Recibir orientación sobre los recursos alternativos que, en su caso, resulten necesarios«. En ningún momento, ni el Ayuntamiento de Los Barrios ni la Consejería de Políticas Sociales se preocuparon de dar una alternativa a Diego, un enfermo terminal que fue tratado por la Administración con indiferencia y desprecio.

«El Ayuntamiento me dijo que denunciara a Diego por malos tratos»

Diego Martínez y María Carlini llevaban casados 17 años y tuvieron dos hijos que, según afirma la viuda, «lo han pasado muy mal». Su hija «habló con la orientadora del colegio y le dijo que no podía más con la situación de la enfermedad. Llegó a medicarse para poder dormir por las noches», explica Carlini. Sin embargo, la viuda afirma que, teniendo conocimiento de cómo era la situación, Servicios Sociales, en lugar de ayudarles, le «hizo más daño«.

Una denuncia interpuesta por María Carlini en enero de 2022 destapa que «el jefe del departamento de Asuntos Sociales de Los Barrios trató de coaccionar a la mujer para que se decidiese entre sus hijos o su marido enfermo», según la viuda. «Servicios Sociales del Ayuntamiento de Los Barrios me llamó para coaccionarme. Me dijeron que tenía que tomar una decisión. O estaba con Diego o estaba con mis hijos. En lugar de ayudarnos con un psicólogo para tratar a la familia, me dieron a elegir. Me dijeron que denunciara a Diego por malos tratos solo para hacerle más daño a él, pero yo dije que no iba a hacer pasar a mi esposo por eso”, comenta María Carlini, que añade algo escandaloso: «Llegaron a decirme que, si no denunciaba a mi marido, me iban a denunciar ellos como cómplice de maltrato infantil. Ellos querían acabar con Diego en una residencia». El alcalde de Los Barrios se llama Miguel Alconchel, pertenece a un partido local denominado 100×100 Los Barrios y denegó la posibilidad de hablar con EL LIBRE.

Sara Toscano: «Si consideramos que se ha traspasado algún tipo de línea legal, ya actuaremos como tengamos que actuar»

A pesar de ello, EL LIBRE se puso en contacto con la concejala de Personal y Servicios Sociales del consistorio, Sara Lobato, que demostró cero empatía con el caso de Diego Martínez, quitándose toda la responsabilidad de encima y señalando en todo momento a la Junta como culpable de que al cantante algecireño le quitaran la ayuda. «No tenemos potestad ninguna para dar ni para quitar. El Ayuntamiento es un mero tramitador de la Ley de Dependencia. Cuando ocurre cualquier tipo de incidencia con el servicio que se presta, el propio Servicio, que está externalizado, es el que lo comunica y es la propia Junta de Andalucía la que toma la decisión de mantenerlo o quitarlo».

Toscano se mostró amenazante: «Si consideramos que se ha traspasado algún tipo de línea legal, ya actuaremos como tengamos que actuar. Si yo entrara en los juegos de terceros de manipular información por un beneficio particular de quien sea, no seríamos una administración seria y no seríamos los primeros en atención social de la comarca del Campo de Gibraltar».

Una canción para el recuerdo eterno

Perteneciente a una familia desestructurada, este medio payo medio gitano tuvo los arrestos de luchar por su sueño y llegó a publicar un disco, con una emotiva canción dedicada a su hija, que quedará para la posteridad:

A partir de ahora, Carlini tiene que mantenerse ella y a sus dos hijos con poco más de 500 euros mensuales (de los poco más de 800 euros que cobra por la pensión de viudedad y por otra ayuda complementaria, 300 euros mensuales son para la hipoteca del piso, ubicado en la pedanía de Los Cortijillos). ¿Hay derecho a una situación tan insostenible?


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