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eutanasia 03

Un sanitario inyecta un líquido a un paciente. / CORDON

Opinión

¿La eutanasia como prioridad en plena pandemia?

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Nos encontramos inmersos en una terrible pandemia que ha modificado nuestras vidas, está cambiando nuestras costumbres, nos ha costado ya del orden de 60.000-70.000 fallecidos de todas las edades, aunque las personas de cierta edad se han llevado la peor parte. Una de las mayores tasas de muertes del mundo por cien mil habitantes, también somos campeones mundiales en sanitarios contagiados y en ruina económica. Con ese panorama, nuestros políticos, en lugar de buscar soluciones, complican más la situación con un tema tan complejo y controvertido como la eutanasia

Además, tal y como nos tiene acostumbrados este Gobierno (lo hemos visto hace unos días con la ley Celaá), esta ley sale también sin consenso social, sin hablar con los profesionales que tendrían que implementarla de forma directa, sin tener en cuenta las opiniones de los colegios de médicos ni de los comités de bioética, ni pasar por el Consejo de Estado. Ellos, como buenos totalitarios, van a su aire e imponen su ideología, su pensamiento y su cosmovisión legislando. Así nos obligan a todos por ley, es decir por la fuerza, bajo coacción y sin convencer. ¿Es eso ser tolerante con los discrepantes?.

Bajo el punto de vista filosófico y moral no me voy a extender, después del magnífico artículo en este medio de hace unos días, de Don Luciano Pou. Sí voy a añadir algunos datos y consideraciones.

¿Es una prioridad esa ley para España? Hace unos días oí una entrevista al Dr. Gómez Sancho, un referente en Medicina Paliativa (MP) al que le preguntó el señor Carlos Herrera si a lo largo de su vida le habían pedido muchos pacientes que le aplicaran la eutanasia. La respuesta fue que quizás 2-3 veces en más de 30 años de experiencia. No parece que sea una necesidad urgentísima y no sabemos si esas dos o tres personas, tras ser tratadas con los Cuidados Paliativos (CP) oportunos, cambiaron de opinión.

También he visto en las TVs, cajas de Change.org con firmas y el siguiente mensaje: “Un millón de firmas no pueden esperar. ¡Ley de Eutanasia ya!”. Son muchas firmas, pero los 45 millones que no hemos firmado esa petición somos más.

Aprobada en cinco países

Sólo está aprobada esta ley en cinco países: Bélgica, Holanda, Canadá, Luxemburgo y Colombia. No son precisamente ni los más poblados ni importantes ni representativos para ser ejemplos de casi nada. ¿Por qué esa prisa del Gobierno de nuestro país en unirse a esa lista? La mayoría de la humanidad rechaza esa ley. En los países donde existe, han surgido muchos problemas. De entrada, se ha visto que son papel mojado los supuestos controles estrictos para que no se cometan excesos. Se empieza con casos muy concretos y terminales y se sigue con la aplicación de la eutanasia a personas con depresión, soledad, miedo a perder la autonomía, adicciones, autismo, anorexia, fatiga crónica, trastornos de la personalidad, otras formas de angustia sicológica, enfermedades mentales en general, demenciados, e incluso desengaños amorosos.

El siquiatra Boudewijn Chabrot, promotor de esta ley en Bélgica, asegura que la eutanasia está ya fuera de control en ese país. El número de personas que mueren de esta forma aumenta todos los años. En 2017, el doctor Ludo Vanopdenbosch dimitió en Bélgica de la Comisión Federal para Control y Evolución de la Eutanasia, ya que según él, “el comité viola deliberadamente la ley”.

Tom Mortier, profesor de Química de la Universidad de Lovaina, denunció a un siquiatra ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos al aplicar la eutanasia a su madre por una depresión tras un fracaso amoroso y no avisar ni a la familia. Y publicó una serie de artículos con más casos similares del mismo siquiatra. En Holanda, muchas personas mayores se marchan a vivir al otro lado de la frontera en Alemania por desconfianza en los médicos holandeses. Esa es la experiencia que podemos sacar de lo que pasa en otros países.

Un grupo muy susceptible de ser abducido por los promotores de la eutanasia es el de personas que, sin tener grandes dolores ni enfermedades terminales, llegan a la conclusión, en esta sociedad materialista, que ellos ya no son productivos y representan una carga para todos, incluida la familia, por lo que solicitan la eutanasia. Una perversión añadida que se utiliza con personas más jóvenes y con baja autoestima es utilizar sus órganos en trasplantes, dándoles así un significado positivo a su muerte. Puedes pensar que no vales nada, pero tus órganos sí valen. Wesley Smith, un especialista del Center for Bioethics and Culture, advierte que el binomio órganos/eutanasia empuja al suicidio a personas deprimidas, que así dan un sentido a su muerte.

La gente con medios no va a recurrir a la eutanasia, salvo en casos aislados con demencias o incapacidades graves, donde coincidan familiares y médicos sin escrúpulos. La Fundación Francisco Luzón que cuida a los enfermos de ELA dice que el 94% de estas personas no se pueden costear un cuidador, que puede salir por unos 40.000 euros al año. Esas personas dependientes son los candidatos a que se les aplique la eutanasia. No es una sociedad avanzada aquella que se deshace y no cuida de sus componentes más vulnerables y necesitados, más bien es una sociedad decadente y degenerada. ¿Es eso el progresismo?.

The Euthanasia Free New Zealand, analizando la experiencia existente en otros países, da ocho razones contra la eutanasia:

Los controles no evitan los abusos. Cada año que pasa, aumentan los casos de eutanasia y las denuncias por abusos.

Normalizan que los médicos maten, extendiéndolo incluso a los médicos de familia. Un sin sentido.

Pone en peligro los cuidados paliativos. A más eutanasia, se necesitan menos cuidados paliativos. La Asociación Europea de Cuidados Paliativos critica duramente el modelo de CP existente en la actualidad en Bélgica y en Holanda.

Se da un mensaje confuso sobre los suicidios. Por un lado, se pretende atajar el número de estos y, por otra parte, se aplica la eutanasia a deprimidos, personas que padecen soledad u otros problemas sicológicos.

5º La eutanasia es algo definitivo, una vez aplicada no hay una segunda oportunidad. Habría personas que morirían por un diagnóstico y pronóstico incorrecto. Con las técnicas más avanzadas, la medicina no puede diagnosticar siempre y con precisión total el momento exacto de la muerte.

La eutanasia y suicidio asistido no garantizan siempre una muerte dulce sin complicaciones imprevistas, según un artículo publicado en JAMA (Journal of the American Medical Association) en julio de 2016.

Abuso sobre los ancianos, a los que se les culpa de ser parásitos, lo que empuja a muchos de ellos a pedir el suicidio asistido o la eutanasia.

La eutanasia da un poder sin precedentes a los médicos. Decidir sobre la vida y la muerte no sólo de pacientes en estado terminal sino también de pacientes sanos con problemas mentales.

El Dr. Patrick Wyfells, médico de cabecera en Bélgica, confiesa que está asustado con las peticiones de eutanasia que recibe. Esta ley tiene consecuencias y produce efectos patológicos en la sociedad. La eutanasia ha pasado a ser una ideología que se confunde con un último acto de autodeterminación y se promociona con palabras bonitas del tipo libertad y dignidad. Pero ¿qué libertad tiene alguien con Alzheimer, alguien vulnerable, dependiente o que ha perdido sus facultades mentales? ¿cómo valoran su dignidad esos comités?

La decisión

La gente que ha perdido su capacidad de decidir, simplemente no puede decidir y siempre habrá médicos y familiares con intereses espurios e incluso bienintencionados, mal informados o equivocados, para manipular a una persona con problemas. Pero además, la libertad tiene límites. ¿Se puede uno vender como esclavo? Parece que no. ¿Se puede pedir lo máximo, que te maten y no algo de menor categoría, como sería ser esclavo de alguien? A mucha gente se la declara incapacitada para ciertas actividades, ¿para pedir el suicidio asistido un adolescente rechazado por su amor no? Incluso al suicida se le puede detener, ¿debe ser libre el suicida? ¿Se le debe permitir o tratar de evitar su acto volitivo de suicidarse? ¿Qué es un sufrimiento insoportable? ¿Cuándo el padecimiento físico y o síquico invalida la capacidad de raciocinio, invalidando la libertad a decidir? ¿Quién es el sabio que decide sobre esos puntos? Ese insensato que se presta a decidir sobre esas complicadas situaciones ¿es imparcial y ético? ¿Cuáles son la bases y en qué se fundamenta su ética?

La Asociación Médica Mundial se ha pronunciado contra la eutanasia y con toda la razón: no la considera un acto médico.

La ley que nuestros políticos han aplaudido con gran alegría en el Congreso, legalizando quitar la vida a un indefenso, junto a partidos como Bildu, es para llorar. La ley es criticable desde la primera letra a la última. Por motivos de tiempo y espacio, voy a mencionar tres puntos. El primero, subvertir la función del médico, invirtiendo su función, pasando de curar a matar. Matamos también al Juramento Hipocrático. Así, unos 2.500 años después, somos más bárbaros que aquellos griegos. ¿Dónde quedará la confianza del paciente en su médico?

El segundo es poder poner en el certificado de defunción que, tras la aplicación de la eutanasia, el paciente ha fallecido de forma natural, es decir, mentir, que es lo que le gusta a este gobierno. Pero ¿cómo se le va a pedir a un profesional que mienta en un documento oficial? ¿Estamos locos? No, es su ideología, modificar la realidad a sus intereses, lo vemos en la Ley de Memoria Democrática, Ministerio de la Verdad o en la Nueva Normalidad, que nada tiene de normal. El tercer punto se refiere a la libertad de conciencia. En principio dice que sí, pero hay que apuntarse y harán una lista de los rebeldes, objetores o disidentes, ¿cómo influirá eso en la carrera profesional del médico? Lo que veo en la justicia, para tener opción a ascender a los altos tribunales, no me gusta nada.

Para no alargarme más sobre las consecuencias adversas de la eutanasia, invito a una simple consideración. Pensemos en cualquier enfermedad degenerativa. Una conocida para la población general puede ser la ELA, ¿qué laboratorio va a hacer una inversión cuantiosa en investigación, si la eutanasia puede eliminar a los pacientes? En este caso, futuros clientes.

Si se atiende a las personas de forma adecuada y se les quitan los dolores, dejan de solicitar la eutanasia

Es importante que la gente sepa que, en general, nadie se quiere morir. Los humanos amamos la vida. Si se atiende a las personas de forma adecuada y se les quitan los dolores, dejan de solicitar la eutanasia y mucho más, si además se les proporciona cariño. Hoy la tecnología médica disponible permite evitar los dolores. Otra cosa es que en España en el siglo XXI, decenas de miles de pacientes sigan falleciendo con dolor, por no disponer de una red adecuada de CP. Ante esta realidad, una parte considerable de nuestros políticos deciden que, en lugar de implantar esa red que cuide de los más débiles y necesitados, se les aplique la eutanasia. No hay dinero para paliativos y sí lo hay para eliminar al más vulnerable. La eutanasia no es un derecho, es un fracaso.

Una investigación de la Universidad de Wollongong en Nueva Gales del Sur en Australia desmonta la necesidad de la eutanasia y del suicidio asistido, con unos Cuidados Paliativos adecuados. La Organización Médica Colegial de España se opone a esta ley y defiende el acceso universal a los CP, dentro del Sistema Nacional de Salud.

España es el único país de Europa que no tiene reconocida la especialidad de Cuidados Paliativos. Lo que existe es por voluntad de los médicos. Dentro del continente europeo, ocupamos el puesto 31, por la cola, en desarrollo de dicha especialidad, incluso después de países como Rumanía. En España, más de 50.000 personas están esperando esta ayuda.

La mentalidad de nuestros políticos actuales ésta intensamente relacionada con lo que se ha denominado Cultura de la muerte, término que popularizó el Papa Juan Pablo II en su encíclica de 1995 Evangelium Vitae, donde habla de los valores intrínsecos del ser humano, desde la concepción hasta su muerte natural. Advirtiendo que en la cultura moderna la vida humana se está depreciando y considerando como un medio para otro fin de conveniencia personal. Así, cada vez hay más abortos y eutanasias, que incluso se consideran derechos en nombre de la libertad individual. En realidad son crímenes contra la vida y una guerra injusta e ilegítima del fuerte contra el débil.

Con las leyes aprobadas por nuestros políticos progresistas, una persona con menos de 10 años de edad puede decidir que su cuerpo no coincide con su sexo y entonces el Estado, con independencia de lo que piensen sus padres, lo trata, le da hormonas, incluso lo opera y luego, si dentro de unos años no se encuentra cómodo, le aplica la eutanasia y todo siempre en nombre de la libertad, la dignidad y la felicidad de esa persona. Lo que termino de contar no es ciencia ficción ni fruto de una mente conspiranoica. Eso ya ha sucedido. El Dr. Distelmans, en 2013, aplicó la eutanasia a Nathan, nacido Nancy, un transgénero infeliz con su operación de cambio de género. Ese doctor dirige la Comisión Federal de Control y Evalución de la Eutanasia en Bélgica. ¿Te fiarías de la imparcialidad de esa comisión, dirigida por ese médico?.

Nuestros dirigentes políticos, si tienen alguna idea buena y positiva para sacarnos de esta pandemia y de la crisis económica que la acompaña, no la conozco. Pero sí sé que están cargados de su ideología y nos la están imponiendo por la fuerza, es decir legislando. Así, quien no la cumple es multado y denostado. Se han propuesto superar al mundo feliz de Huxley, que no era tan feliz. Todos eran autómatas sin criterio, esclavizados por el soma y el sexo.


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4 comentarios

  1. Rafael Jiménez Guerrero

    Estoy total y absolutamente en contra de la eutanasia, y de este gobierno, que se dedica a distraernos con la ley Celaa, la eutanasia y el rey para tapar su absoluta ineptitud.

  2. María Dolores Mazuecos

    Gracias por el artículo que espero llegue a muchos. Y feliz Año Nuevo!

  3. Antonio Anguiz

    De acuerdo con tu escrito. Espero otros tan acertados como este.

  4. Teresa

    Impecable articulo ,remueve conciencias y hace pensar

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