Tito Moral es un maestro natural de La Línea de la Concepción (Cádiz) que ejerce como docente en un colegio de Huelva y que tiene que dar clase fuera de las aulas, al sol, debido al frío que hay dentro de las aulas. «No sabemos qué niños son positivos y cuáles no, porque no se hacen pruebas«, denuncia
«La ola de frío destapó las carencias de las escuelas de Andalucía y mi colegio no es diferente a miles. Hay un sentimiento de desencanto y de abandono, un desasosiego entre los maestros«, comenta Moral. «El mal funcionamiento de la calefacción ha puesto al descubierto el tema de la ventilación de las clases. Si no ventilamos las clases como dice Imbroda (el consejero de Educación), se acumula el dióxido de carbono. El frío y la humedad, antes, eran un medio de propagación del virus. Ahora no es tan importante«, añade.
«Ese control que iba a haber no se está cumpliendo para nada. Tenemos el sentimiento de que la escuela es un contenedor para dejar a los niños, porque alguien se tiene que quedar con ellos, en las condiciones que sea. Los casos de positivos de covid que haya habido, da igual. Se hace un barrido de los tres o cuatro niños que hayan estado alrededor del infectado y ya está, cuando nosotros desayunamos en clase sin mascarilla«, confiesa Tito Moral.
Este maestro denuncia «un desamparo absoluto» por parte de la Administración. «Echamos en falta los equipos de riesgos laborales, esos que dicen que no se puede trabajar con menos de 17 grados en una clase«, denuncia Moral.
«Eso que vende la Consejería de Educación de que los colegios son entornos seguros… ¿Seguros respecto a qué? No sabemos qué niños son positivos y cuáles no, porque no se hacen pruebas. No nos hacen pruebas a los maestros; entramos y salimos sin saber nada», expresa el docente.
Moral está hundido: «Me encanta lo que hago y me encanta la innovación, pero el ánimo es muy importante para trabajar. Los alumnos saben que no están siendo cuidados por la Administración. En escritura creativa, los niños han hecho un texto de reclamación para el consejero y para el alcalde hablando de sus penurias, de cómo estar en una clase donde no funciona la calefacción. No se puede entrar dentro del frío que hace y ellos llegan a clase con sus mantas«.
«Los docentes pedíamos el desdoblamiento de grupos para tener grupos más pequeños. Y no se ha hecho, porque había que invertir. Y la inversión en la educación pública, con este equipo de gobierno, está complicada«, apostilla Moral.
Ustea exige el cese de las clases presenciales en los colegios donde no se garantice la seguridad
La situación epidemiológica que actualmente se vive en Andalucía es extremadamente grave. Tal y como ya anunció el sindicato USTEA, la vuelta a las aulas tras las vacaciones de navidad, unido a la aparición de nuevas cepas con mayor facilidad de propagación, sin que se tomasen ningún tipo de medidas excepcionales, ha contribuido a que se produzca un crecimiento exponencial de los contagios en nuestra comunidad.
«A pesar de la cantinela propagandística de nuestros gobernantes, que siguen asegurando que las escuelas son espacios libres de covid, lo cierto es que la incidencia del virus en la parte de la población englobada en edad escolar se ha disparado desde que se inició el segundo trimestre. Lejos de tomar medidas excepcionales para atajar este problema de propagación del virus en los centros educativos, el gobierno andaluz sigue mirando hacia otro lado, anteponiendo criterios de índole económica a la protección de la salud y la seguridad de la comunidad educativa y, por extensión, del conjunto de la población andaluza», denuncia el sindicato.
Ustea defiende, desde el inicio del curso, la necesidad de garantizar una educación presencial y segura, ya que entiende que «la no presencialidad conlleva perjuicios educativos innegables, especialmente para el alumnado más vulnerable y que precisa medidas de atención a la diversidad». «De la misma manera, venimos exigiendo que el sistema educativo se dote de todos los medios y recursos para garantizar esa seguridad y para ser capaces de afrontar con las mayores garantías posibles una vuelta a la docencia telemática si la situación sanitaria así lo exigiera», añaden.
Ante esta situación, esta fuerza sindical insiste en que los centros educativos deben cesar inmediatamente su actividad presencial allí donde no esté garantizada la seguridad y mientras no se atiendan las siguientes reivindicaciones: revisión de los protocolos covid; análisis real de la situación epidemiológica; fin de la opacidad sobre los datos reales de positividad en los centros; sustitución inmediata del personal, docente y no docente, en situación de confinamiento; bajada inmediata de la ratio que permita acabar con la masificación de las aulas en situación de pandemia; inmediata protección del personal vulnerable que está siendo sometido a un riesgo que puede conllevar muy probablemente daños graves para su salud; y evaluación real de los puestos de trabajo.
Imbroda anuncia una inversión de 45,4 millones de euros
La Consejería de Educación y Deporte destinará 45,4 millones de euros a reforzar los recursos de los centros docentes públicos. «Esta dotación adicional permitirá realizar nuevas obras de adecuación y creación de espacios, distribuir medios tecnológicos, incrementar la partida extraordinaria covid para gastos de funcionamiento y avanzar en el desarrollo de los programas educativos. Además, este dinero permitirá mejorar los equipamientos de los centros de educación especial y de las aulas hospitalarias», expresa la Junta en un comunicado.
Javier Imbroda ha explicado que esta medida tiene como objetivo «redistribuir los recursos de la consejería para asignarlos al alumnado más vulnerable y en aquellos ámbitos y áreas que más lo necesiten dentro del sistema educativo andaluz».
Los números de contagios en las escuelas se esconden mucho, tanto por parte de los políticos como por los medios de comunicación, y hablo en general de toda España. Y además hay que tener en cuenta que, según se dice, en los niños abundan los asíntomáticos, con lo cual la cifra normalmente sería bastante mayor.