Los usuarios del SAS están muy preocupados por el mal funcionamiento de los centros de salud andaluces, que priman la atención no presencial «con la excusa de la Covid-19, porque así se encubre la necesidad de incrementar las plantillas», según la doctora Socorro Ricoy. Además, en el Plan Director de Funcionamiento en Atención Primaria se dice expresamente que «van a cambiar los hábitos establecidos desde hace muchos años y la transición puede ser dificultosa»
El carácter no presencial de las citas médicas de Atención Primaria en el SAS empezó siendo una solución para temas burocráticos y, con la llegada de la Covid-19, se ha convertido en un mal… ¿necesario? Con las debidas medidas de seguridad, un doctor de Atención Primaria podría atender a prácticamente la totalidad de sus pacientes. Esta medida del Servicio Andaluz de Salud podría enmascarar la no contratación de refuerzos y el desvío de la gente, que está empezando a hartarse de la situación, a la sanidad privada.
En abril del año pasado, el consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, puso en funcionamiento el Plan de Accesibilidad de Atención Primaría. Su objetivo era que los sanitarios dispusiesen de más tiempo por paciente y mejorar la calidad asistencial.
Ya por entonces, muchos profesionales sanitarios de Atención Primaría veían con satisfacción la consulta telefónica, esa que se ideó en un primer momento «para desburocratizar y agilizar los temas administrativos y que hoy ya se ve como algo habitual ante la demanda de asistencia sanitaria en nuestros centros de salud», en palabras de Socorro Ricoy, doctora de Admisión y Documentación Clínica y miembro de la junta directiva de la Asociación Justicia por la Sanidad.
«La accesibilidad, la confidencialidad y el trabajo en equipo, los tres valores fundamentales en Atención Primaria, quedan en entredicho ante este tipo de consultas», expresa Ricoy.
Encubrimiento de la precaria situación
Según esta luchadora por una sanidad pública digna, «la Junta de Andalucía propone la consulta telefónica con la excusa de la Covid-19, pero la seguirá manteniendo una vez nos libremos del virus, porque, con ella, encubre la necesidad de incrementar las plantillas«.
De siempre, los facultativos de Primaria han reivindicado poder gestionar sus agendas, algo que, a partir de ahora, podrán hacer y que viene incluido con las consultas telefónicas. En el Plan Director de Funcionamiento en Atención Primaria, enviado por la Consejería de Salud a todos los distritos en mayo, se puede comprobar el modelo tipo de agenda a seguir: en 120 minutos de atención telefónica, un médico de Primaria debe atender a 20 pacientes (uno cada 6 minutos), mientras que el tramo para la atención domiciliaria es de 60 minutos, pero el documento no especifica a cuántos pacientes debe atender el doctor en ese intervalo temporal.

El redactor de ese documento escribe una frase que no se corresponde con la protesta generalizada de los pacientes del Servicio Andaluz de Salud: «Hemos sido conscientes de la utilidad de las consultas telefónicas y de lo resolutivas que pueden llegar a ser». Para tramitar partes de baja, renovación de recetas y certificados médicos sí, pero para atender convenientemente a los enfermos, rotundamente no a tenor de los cientos de quejas que los usuarios han puesto tanto en las redes sociales como en forma de reclamaciones oficiales. Si la previsión del SAS era que un 40% de las consultas de Atención Primaria son para temas burocráticos, los cuales se solucionan telefónicamente, ¿qué les impide atender presencialmente el 60% de las consultas restantes?
Hay muchísimos testimonios en redes sociales de usuarios del SAS que están indignados con la situación. Es el caso de Noelia: «No sé lo que pretenden hacer, pero a día de hoy, Salud Responde no da citas, que llames al centro de salud directamente. La aplicación te da la más próxima para el 18 de agosto. Y el centro de salud no atiende el teléfono. Vas presencialmente ( que es lo que se quiere evitar) y, para una llamada telefónica, te dan la más próxima y urgente para el lunes 10. Citas urgentes presenciales, sólo si te estás muriendo de algo. Si necesitas un antibiótico, que te esperes a que te llamen cinco días. Esto es una locura intolerable».
«Con la salud no se juega. No quiero que me atiendan por teléfono, quiero un contacto personal con mi médico», denuncia la usuaria Lola
Por su parte, Lola reivindica que, con las medidas de seguridad oportunas, se podría seguir dando el servicio de antes de la pandemia: «La salud no es un privilegio. Con la salud no se juega. No quiero que me atiendan por teléfono, quiero un contacto personal con mi médico».
Asimismo, Paqui cuenta su caso en Facebook: «En mi centro de salud, no te cogen el teléfono, así llamaras cien veces. Salud Responde te da cita telefónica con tu médico para el día 15 de agosto… ¡¡Pero si lo que quiero es que el médico vea lo que tiene mi hijo!! Esto es de locos, nos iremos por urgencias».
Otro testimonio que dice las cosas alto y claro es el de Antonia: «Me gustaría saber las mentes privilegiadas que han ideado esta forma de atender a los enfermos. Yo entiendo que, si es para actualizar tarjeta sanitaria con los medicamentos, nos asistan por teléfono, por que es bien para ellos y para el usuario, que no se tiene que desplazar. El resto es un invento diabólico. Yo quiero que, cuando me sienta mal, me reciba mi médico en consulta, me mire a los ojos, me reconozca, me diagnostique y me ponga un buen tratamiento. Todo lo demás es un engaño más hacia el enfermo y una pérdida de tiempo, o sea, marear la perdiz».
Y, si el paciente consigue ir presencialmente después de superar todos los obstáculos, debe tener en cuenta que tendrá que esperar fuera de la sala de espera, es decir, en la calle. Si la cita es entre las 8:00 y las 11:00 horas, todavía puede soportarse. Pero, como se la den para la franja horaria que va entre las 11:00 y las 14:00 horas, el usuario debe enfrentarse a temperaturas que oscilan entre los 34 y los 42 grados en función de la provincia andaluza que se encuentre.
¿Coyuntural o estructural?
Mientras los planes directores de otras consejerías de Salud de España hablan siempre de «provisionalidad» en cuanto a la implantación de la consulta no presencial, en el de Andalucía todo apunta a que este sistema ha llegado para quedarse. «Están poniendo todas las trabas necesarias para que la gente se vaya a la sanidad privada», denuncia Ricoy.
De hecho, en el Plan Director de Funcionamiento en Atención Primaria se dice expresamente que «van a cambiar los hábitos establecidos desde hace muchos años y la transición puede ser dificultosa».
Con respecto al presente verano, no han cubierto las vacaciones con sustituciones ni del 20% de la plantilla de los 339 centros de salud que hay en la provincia de Granada, de los que solo cinco están abiertos por las tardes. En total, hay 1.517 centros de Atención Primaria en Andalucía, sumando centros de salud y consultorios locales.
Para revertir la situación, «es crucial que la gente ponga reclamaciones en los centros de salud, todas las que hagan falta, porque la Consejería de Salud no podría ignorar cientos de miles de reclamaciones», apostilla Socorro Ricoy.
Un buen artículo, reflejo de la realidad. Lo que está pasando en Atención Primaria es vergonzoso. El lunes intenté pedir cita para un problema dermatológico. No me atendían hasta dentro de 10 días y la consulta tenía que ser telefónica. Finalmente tuve que llamar a un dermatólogo privado, que me atendió personalmente al día siguiente. Nunca había visto un funcionamiento tan pésimo de la sanidad pública, que seguimos pagamos aunque no nos atienda. Como comenta el final del artículo, es necesario poner todas las reclamaciones necesarias para intentar revertir esta situación y conseguir una Atención Primaria pública eficaz.
Un aporte muy interesante. Muchas gracias por la ilustración. Reciba un cordial saludo.