«No hay camino para la paz, la paz es el camino», es el mensaje de no-violencia de Ghandi en el siglo XX. Y veo que ahí resuena el espíritu de Jesús, que indicó que la ley del talión debía ser superada con la paz. A este respecto también dijo Ghandi: «Ojo por ojo y todos acabaremos tuertos». Es decir, que la guerra no favorece a ninguna de las partes
La violencia es el lenguaje de los débiles, de los que no tienen inteligencia y se dejan llevar por los instintos, y engendra más violencia. Estas ideas de ética social no quitan que la legítima defensa se ejerza ante una agresión. El agresor injusto debe ser repelido.
«La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan» (Erich Hartmann). Los intereses económicos están detrás de los deseos de poder y de destrucción de los líderes que causan esas guerras.
Algo nos dice que un conflicto no se puede solucionar en el mismo nivel que se produce, porque a veces ese conflicto no se soluciona y pierden las dos partes. Es necesario entenderse y, si no, ir a una instancia superior para que ayude a resolverlo. Instancias que han de remodelarse, actualizarse o incluso crearse, pues se ha roto el equilibrio en ellas ahora mismo. El sistema internacional de Occidente ha avanzado mucho en pocos días desde la invasión rusa en Ucrania. No sabíamos si la OTAN tenía aún sentido. En los años 90 hubo un acercamiento de Rusia a Europa (y alguno sintió que fueron rechazados). Sí vemos que no puede tener el control del armamento nuclear un loco, que hay que regular mejor todo eso. Putin no se muestra inteligente, su astucia se basa en la violencia física. Eso es lo que distingue sus mentiras de las de otros dirigentes.
«Diálogo entre las dos partes»
Como dice Eduardo Ortega, «la única solución para la guerra de Ucrania pasa por el diálogo entre las dos partes y la concesión de prebendas o acuerdos de una con respecto de la otra, porque a veces retroceder un paso es avanzar dos. Nunca los ideales de patria, nación y justicia, llevados al extremo, salvaron ninguna vida, sino que en el camino quedaron a modo de ejemplo millones de vidas tristemente segadas«.
Ponerse del lado del agredido se ha hecho hasta ahora, con medidas económicas y ayuda de todo género a Ucrania. Es una vergüenza que, por intereses económicos, algunos países no hayan condenado la invasión.
Una regla de oro que no puede negociarse es el asalto a la población civil. Si se llega a una situación crítica, es necesaria una injerencia humanitaria por parte de países que manden ejércitos para contener la masacre. ¿De qué manera y a partir de qué momento crítico?
Rebelión del pueblo ruso
Es importante acotar la violencia a la zona invadida a través de envío de armas o de voluntarios que sean soldados de apoyo al pueblo ucraniano para defenderse de la invasión (llamémosle injerencia humanitaria) si llega ese momento crítico (así lo declaró el profesor Rafael Domingo Oslé en la CNN de Atlanta y me parece razonable).
Esperemos que la diplomacia contenga esta desgracia que va a más y que nos sirva a todos para tomar el poder de la participación política y libertad a través de unos cauces que son difíciles de diseñar, pero que sin duda comenzarían por la rebelión del pueblo ruso ante su dictador. Las rebeliones siempre han tenido sus líderes, que en este caso tienen que ir con cuidado para no ser envenenados…
¿Ha leído a Alexander Dugin?
Invito a todos a que lo hagan para tener una pequeña idea del panorama actual ruso.
La religión ortodoxa junto a la musulmana también juegan un papel fundamental en el Estado ruso y lo último, su pasado.
Por ahí deberíamos de empezar.
Un saludo.
Hola Salvador, gracias por tu aportación!
Ese filósofo (Dugin) al parecer propugna una nueva edición del poderío de Rusia, que inspira las acciones de Putin, que quiere pasar a la historia como su propulsor. Alguien me ha dicho que quizá Putin tiene una enfermedad terminal, y que por eso no tiene el miedo de si tiene que esconderse en el futuro si esto no sale.
Está claro que el colectivismo ruso es distinto a la cultura más «europea» pues ahí desde la época de los zares son amantes de que se les organice, pero lo grave en mi opinión es que la colectividad está por encima de la persona, y el genocidio (o los genocidios) en Ucrania por parte de la URSS (Stalin sobre todo en la hambruna donde murieron más de 6 millones) es un ejemplo. Ojalá no se propague esa idea de que matar a un hombre o a un caballo es algo sin importancia (la idea colectivista), pues matar a millones tampoco la tiene si hay una idea o un dictador que la propugne detrás de esos genocidios.
Una cosa es la legitimidad de la guerra y otra las ganancias que se obtienen de las mismas.
Lo que determina el curso de la Historia es el triunfo de los hechos. En la Historia, los triunfos ilegales han sido muchos más numerosos que los triunfos legales. De hecho y con frecuencia, la victoria de una guerra convierte en legalidad lo que inicialmente ha sido un movimiento ilegal. Quien gana una guerra no tiene que dar explicaciones, las explicaciones las dan quienes las pierden.
De acuerdo, Salvador. Hay un mundo de matices. La no-violencia es lo mejor, pero ¿cómo aplicarla cuando hay destrucción injusta de todo un país? Es un tema complejo: la no-violencia es el mejor, pero si ellos son agredidos injustamente y quieren defenderse, debemos ayudarles. El problema es que secundariamente (o colateralmente) estamos alimentando una economía de guerra… y pueden sacar partido los magnates tanto del colectivismo como del liberalismo, es decir tanto el binomio nuevo de China-Rusia (por ese orden) que se llaman ahora «el lado bueno de la historia» como lo que ellos llaman el «liberalismo decadente» de Estados Unidos, que tiene muchos defectos, pero la libertad individual aún existe… (porque la excusa de la «igualdad» que aplasta la libertad es la demagogia de la dictadura).
No me posiciono a favor de nadie. Únicamente pretendo hacer ver todo lo que tenemos a nuestro alrededor y la realidad de lo que somos los seres humanos.
Un saludo.
Yo a veces pienso también que la única solución es que se rebelen frente al dictador…pero es difícil, hay mucho miedo y represión y el ciudadano de a pie lo único que quiere es estar «tranquilo», aunque sea agachando la cabeza…
Este es el problema, Julia: solo los de dentro pueden hacer la revolución (en lo humano, en lo que viene de arriba no sabemos…); el problema gordo es que China está con ganas de comerse el mundo y a ver hasta qué punto engaña a Occidente, porque quizá está «usando» a Putin para sus fines. Y el problema es que la revolución que tú dices necesita líderes, pero esperemos que lo consigan…
Creo que en este conflicto se está fraguando un nuevo reparto de poder , un nuevo equilibrio en el escenario geoestratégico. Sobre China recae el difícil papel de ser el moderador ya que tiene potencial suficiente para inclinar el fiel de la balanza. A las instancias internacionales les pediría que este tránsito se haga por medio de la fuerza de la razón y nunca por la fuerza de las armas que se cobran la vida de inocentes. Sin duda nos encaminamos hacia un nuevo orden mundial y el nuevo crupier debería repartir cartas con mucha inteligencia.
Dios te oiga, Nicolás! A ver si China como buen comerciante no pierde Occidente que es donde tiene el mercado. Ahora están hablando de recuperar también Crimea, y ya se está posicionando la OTAN y EEUU… espero que se vaya forjando un nuevo orden mundial inteligente como dices!
Latidos de Soledad…siempre, siempre,…
Buenos días, mundo:
Aquí estamos organizando los pensamientos ante los nuevos acontecimientos que nos aquejan.
Hay cosas que podemos sobrellevar, como la pobreza y la lucha por sobrevivir en ella, pero cuando nos asustan con bombas y con malos rollos, nos volvemos locos.
Y todos ponemos nuestro granito de arena para averiguar quién es el malo y de qué manera se podría destruir, o anularlo.
Las relaciones humanas son muy parecidas en la familia, en los amigos y en la guerra. En todos estos roles sociales, nos movemos para crear nuestras alianzas, nuestros intereses y también nuestros afectos y desafectos.
Una guerra se puede analizar perfectamente sabiendo cuál es nuestra naturaleza.
Gracias por tu comentario, Ángeles. Freud y Einstein hablaban de la agresividad humana y de como canalizarla para que no haya una destrucción total… es un tema que me parece importante, y para mí es la educación de las consciencias el camino a largo plazo, el único real…