El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, tiene la solución perfecta para combatir el ingente calor que hará durante el proceso de vacunación los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Ha dado la fórmula hoy tras el Consejo de Gobierno: «¿Cómo se evita el calor en los vacunódromos? Poniendo el aire acondicionado». Ese acto refrescante se puede hacer en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga y en los centros de salud (los que están abiertos para la vacunación), pero no en los polideportivos municipales, donde también están vacunando a muchos andaluces
Ningún pabellón cubierto de barrio o de pueblo puede presumir de tener ese lujo, un extra bastante caro que ningún ayuntamiento andaluz se ha planteado acometer salvo contadas excepciones. Hay que tener en cuenta que Sevilla, Córdoba, Granada y Jaén son las cuatro provincias más calurosas de España en el periodo estival. Y las cuatro restantes (Huelva, Cádiz, Málaga y Almería) también suelen tener picos de 40 grados en numerosas ocasiones.
Polideportivos como el Sadus de Bermejales (Sevilla), el de Gines, el de San Juan de Aznalfarache y el Pabellón Francisco Domínguez de Santiponce son solo algunos ejemplos de vacunódromos a pleno rendimiento sin aire acondicionado. El pabellón ginense a lo más que llega es a tener ventiladores específicos para la circulación del aire. Pero eso, con las altas temperaturas del estío sevillano, se antoja insuficiente.
Vacunación a horas intempestivas
En muchos lugares de Andalucía se está vacunando durante todo el día y las personas deben quedarse 15 minutos en el polideportivo de turno por si tienen efectos secundarios. Al final, cada vacunado tiene que permanecer unos 30 minutos en el lugar desde que llega hasta que termina el proceso. ¿Se imaginan lo larga que puede hacerse esa media hora si la convocatoria es a las 13:00 o a las 16:00 horas en un pabellón cubierto con mala ventilación y sin aire acondicionado en pleno mes de julio o agosto?
«Estoy convencido de que los vacunódromos tienen que tener aire acondicionado. En aquellos sitios donde no esté previsto, la Consejería de Salud actuará en consecuencia», remata Bendodo, que no es consciente de que la elección de los pabellones deportivos municipales para vacunar en verano es una mala decisión. Al fin y al cabo, no es su área. Pero el consejero de Salud, siendo oriundo de Córdoba, sabe perfectamente que es peligroso para la salud tener a tanta gente sometida a altas temperaturas en los polideportivos. Lo pasarán mal los vacunados y, sobre todo, los enfermeros y auxiliares que tengan que trabajar ocho horas diarias bajo esas condiciones climatológicas.
El caso del Molino de la Vega
En la barriada del Molino de la Vega de Huelva capital, el centro de salud, en el que los pacientes se han quejado históricamente de las largas esperas para ser atendidos por su médico de cabecera en la era prepandémica, está cerrado para la vacunación. En su lugar, el SAS utiliza las dependencias de la asociación de vecinos, por lo que los inoculados tienen que esperar a pleno sol los 15 minutos de rigor. «A mí me convocaron a las cuatro de la tarde. En la cola, delante mía, había una señora mayor que lo estaba pasando mal por el sol. Y eso que todavía no ha llegado el calor fuerte. Yo esperé los 15 minutos, pero algunas personas se fueron para su casa inmediatamente después de ser vacunadas sin cumplir ese protocolo debido a las condiciones climatológicas», denuncia un onubense de 55 años.
El Plan de Vacunación de la Junta de Andalucía, cuya última actualización se publicó en BOJA el pasado 14 de mayo, contempla «el establecimiento, además de los puntos de vacunación habituales y los ya puestos en marcha durante la campaña, de una serie de espacios con unas características determinadas, para la vacunación masiva de grandes cantidades de vacunas a unos grupos de población determinados de forma muy coordinada y segura«. Y esa seguridad, con la subida de las temperaturas en polideportivos sin climatización, se pone en entredicho.
Satse exige «condiciones climáticas adecuadas»
El Sindicato de Enfermería, Satse, en Andalucía, ante la puesta en marcha del denominado Plan 1.000.000 por semana para la vacunación masiva frente a la Covid, ha reclamado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que garantice que los puntos de vacunación a gran escala que se habiliten «sean seguros y con condiciones climáticas adecuadas para poder realizar jornadas laborales extensas de inmunización».
Así, ante el incremento de las temperaturas en Andalucía y el previsible aumento del ritmo de vacunación, los enfermeros recuerdan al SAS que los puntos de vacunación masiva «deben estar perfectamente diseñados para la obtención de una eficiencia y seguridad del proceso máximas», advirtiendo que este tipo de grandes recintos «deben reunir siempre las condiciones de seguridad necesarias para ciudadanos y trabajadores (distancias, ventilación…), tanto si la vacunación se realiza sin bajarse de los vehículos como si se hace a pie«.
Hasta la fecha, detalla la organización sindical, se han detectado «problemas puntuales en los puntos de vacunación que han generado quejas por parte de los profesionales, tales como la acumulación del humo en los puntos en los que se vacuna sin bajar de los vehículos (en estadios de fútbol como el Colombino de Huelva, entre otros enclaves) o el espacio reducido de los boxes en otros centros donde se está actualmente vacunando».
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