En un dechado de generosidad, el consejero de la Presidencia prefirió no opinar sobre Carmen Ibanco, esposa de Juan Espadas y supuesta enchufada en Faffe mientras su marido era viceconsejero de Medio Ambiente. ¿Deslegitima todo esto al secretario general del PSOE de Andalucía para ser el candidato a presidente de la Junta? El PP no dice ni que sí ni que no. Se pone de perfil
Lleva el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, toda la legislatura tirándole dardos a Pedro Sánchez y al PSOE. Conocida es su frase «no somos más que nadie, pero tampoco menos que nadie» para reivindicar el cambio de modelo de financiación autonómica. Con Pablo Iglesias, ahora retirado de la política, también confrontaba. Al exjugador de baloncesto de Estudiantes le ha dedicado lanzas verbales como: «Lo que no puede hacer un presidente es blanquear un golpe de Estado para mantener su sillón en La Moncloa (16 de mayo de 2021)»; «el socialismo es la mala gestión, el sablazo y subirle los impuestos a la gente (25 de julio de 2020)»; y «el gobierno de Sánchez quiere meter la mano en la caja de los ayuntamientos y diputaciones y confiscar los ahorros de los pueblos (25 de julio de 2020)».
Hoy mismo ha vuelto a meterse con Sánchez por el trato preferente hacia los independentistas: «No puede ser que riegue de millones a Cataluña para mantenerse en La Moncloa«. Hasta aquí todo normal en un país que hasta hace dos días vivía en el bipartidismo más absoluto y que ahora parece que se podría volver a aquella época por la debilidad de Unidas Podemos y Ciudadanos.
La gota malaya
Bendodo se ha encargado, semana tras semana, de ser la gota malaya (nombre muy adherido a la corrupción en su provincia) que verbalice una y otra vez que el del PP-Cs es el Gobierno del cambio y que «esa política de otros tiempos» se había acabado. «Desde que estamos nosotros, ya no se habla todos los días de corrupción«, ha llegado a decir ante las cámaras más de una vez.
Este estado de confrontación permanente, típico de la partidocracia para moldear ultras en lugar de votantes reflexivos, se ha parado en seco hoy en el Palacio de San Telmo. De repente, Elías Bendodo ha rechazado la posibilidad de meterse con su rival político, Juan Espadas, que, recordemos, no está en el Parlamento de Andalucía actualmente. El motivo es vox populi: la lamentable declaración de su mujer, Carmen Ibanco, actual trabajadora del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y extrabajadora de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe). Ibanco compareció el pasado viernes en la comisión de investigación sobre dicha fundación. Ibanco fue presuntamente enchufada en Faffe mediante un contrato exprés y Bendodo no ha querido hacer leña del árbol caído. ¿Por qué?
«Hay determinadas situaciones que son incómodas y que se tienen que evitar. Cada uno decide sus estrategias como partido político, si comparecer o no comparecer. Pero yo creo que hay que bajar la tensión política y centrarnos fundamentalmente en construir un mejor futuro para todos, evidentemente con los matices de que somos partidos políticos distintos. La confrontación no da rédito político, la gente ya ha pasado página de eso. El cambio también tiene que llegar a las relaciones entre los partidos políticos y tener la posibilidad de tender más puentes de unión que de confrontación. Ahí todos ganamos», ha afirmado este martes Bendodo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. No sabemos si le ha llegado al corazón el 50 aniversario de la canción Imagine, de John Lennon, o si se trata de algún tipo de estrategia del PP (Moreno Bonilla también declinó hacer sangre diciendo que no quería caer en «la política carroñera») para que los árboles no dejen a la ciudadanía ver el bosque siniestro de la partidocracia. A Bendodo le faltó muy poco para arrancarse a cantar: «Imagina que no hay posesiones; sin necesidad de codicia ni hambre; una hermandad humana; imagina a toda la gente compartiendo el mundo, viviendo su vida en paz». Qué bonito, pero no cuela.
La enésima ‘no-respuesta’
La pregunta fue muy clara: «¿Cree usted que la presunta contratación irregular de la mujer de Juan Espadas en Faffe (mientras él era viceconsejero de Medio Ambiente) le deslegitima para presentarse como candidato por el PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía?». Era una pregunta de sí o no. Lejos de contestar escueta y correctamente, Bendodo se fue por las ramas de esos árboles de la política que tienen tantas ramificaciones espinosas. Ahondar en las mujeres (hermanos, primos, cuñados, hijos, allegados…) de los servidores públicos y sus puestos de trabajo daría para una película de Rodrigo Sorogoyen.
En un abrir y cerrar de ojos, Elías Bendodo se convirtió en un buen samaritano dispuesto a perdonar y olvidar. Señor Espadas, puede usted pasar de curso sin recuperación. No hace falta que su mujer dimita para favorecer su carrera por la A mayúscula. También permitiremos todos que usted siga como secretario general del PSOE, no le obligaremos a largarse. Miramos para otro lado y Santas Pascuas, porque es usted el enemigo más débil. «Ahora Andalucía es más sanchista que socialista«, Bendodo dixit. Eso sí, esos ecuánimes y dialogantes señores con corbata y camisa azul que ahora le pasan la mano por el lomo, están afilando sus espadas para destrozarle el día de las elecciones. No quieren a otro. Le quieren a él.
A mí me parece que la gente tienen asumido que en política se hace lo que le dan la gana. Yo creo que la cultura que tenemos aquí en Andalucía es esa, tolerar que los indeseables políticos actúen como le den la gana: el nepotismo.
Seguramente muchas personas le dan estos mensajes y se darán por enterado de las fechorías que hacen en la política, sin embargo,estos líderes políticos no van a perder su sillón, se van a mantener en el poder, dignamente, como si robar fuera la cosa más natural del mundo.
Estamos viviendo en una sociedad en la que todo el mundo piensa que robar es sano y que el que no lo haga es tonto
Ángeles Suárez, totalmente de acuerdo con tu comentario, por cierto viene al caso como desistir de la Demanda contra Susana Díaz…con todo el daño que ha hecho a la Sanidad. Sólo espero que El Libre siga en la lucha contra la Administración Paralela y los Responsables de la misma.