«Hay muchas maravillas, pero nada es más maravilloso que el hombre» (Sófocles). Y el hombre (hombre, mujer, niño) es más completo, más feliz, cuando se cultiva
La Historia comienza cuando el hombre deja algo escrito. Gracias a lo escrito, la Humanidad avanza. Cada uno lee lo que más le llena, lo que le deja satisfecho: grandes viajes (de los vikingos, fenicios, griegos, los de Marco Polo, del hombre a la Luna…); descubrimientos que alteran la forma de vivir (el fuego, la rueda, el alfabeto, la informática…); hazañas heroicas, biografías, realidad, ficción… Pero se lee.
Cada niño, cada mujer, cada hombre dispone de algún tiempo libre. Tiempo de ocio -en su mejor acepción-. El ocio dedicado a la lectura aporta riqueza interior, riqueza intelectual: se remansa el alma, se desarrolla la mente, se absorben saberes. Por esto es tan importante que los niños se habitúen a leer. Y deben ser los padres los artífices de ese hábito positivo. Desde temprana edad de sus hijos, leyéndoles cuentos antes de ir a dormir; más tarde, poniendo a su alcance libros agradables, pero también dando ejemplo: que vean a sus padres leer y apreciar los libros. Es ya tópico que el libro es el mejor amigo. Saquemos fruto a ello.
Toda la vida entre libros
La lectura desarrolla las capacidades intelectuales. El niño que lee es menos violento, se organiza mejor, obtiene buenos resultados en sus estudios, alcanza pronto una interesante madurez, tanto personal como intelectual. Actualmente, tenemos la suerte de que se editan maravillosos libros infantiles y juveniles. Ha habido y hay magníficos escritores de literatura infantil. La lectura es el factor más importante en la tarea de aprender. Cada estudiante ocupa la mayor parte de su tiempo leyendo, lee estudiando sus libros de texto. Así adquiere los conocimientos para superar cada etapa. Si ya es universitario, seguro que aumenta su tiempo de estudio (lectura comprensiva) para alcanzar la mayor preparación como meta de su carrera. Si desde niño ha sido lector, tendrá añadido un plus, le será más fácil aprender.
Un concurso muy igualado
Con la consideraciones hechas hasta aquí, me viene a la mente una importante anécdota real, que sirva de ejemplo: se celebró un muy interesante concurso escolar en una población de Córdoba, donde desarrollaba mi profesión, que enfrentaba a equipos de cuatro alumnos del último curso de Enseñanza Primaria de cada uno de los colegios participantes. Se inscribieron siete equipos. Tras las jornadas de clasificación que se celebraron en mañanas de sábado, se enfrentaron en las pruebas de conocimientos las dos escuelas finalistas. Iban tan igualadas sus puntuaciones que el resultado dependió de la última pregunta: «¿Qué es el grisú?«. Vimos juntarse las cuatro cabecitas de cada equipo para deliberar y, transcurridos los 45 segundos, el juez pidió que dieran sus respuestas. El portavoz de un grupo dijo que no lo sabían y, el del otro grupo, explicó: «Es el gas que se forma en las minas de carbón y que es muy peligroso«. En la sala se produjo un fuerte aplauso. El jurado, tras proclamar cuál había sido el colegio vencedor, preguntó cómo es que lo sabían y uno de los chicos contestó: «A mí me gusta leer y en un libro leí que, en una mina de carbón, había habido víctimas por una explosión de gas grisú». Los miembros del jurado le felicitaron y comentaron a todos los participantes y asistentes las ventajas de la lectura.
El 23 de abril se celebrará el Día del Libro. En numerosos lugares se celebra la fecha haciendo lecturas públicas de grandes obras, sobre todo, de Don Quijote de la Mancha, y las librerías ofrecen descuentos en la compra de libros. En Cataluña, ese día 23, festividad de Sant Jordi, tiene lugar una gran feria del libro, ya que por costumbre, el hombre regala a la mujer rosas y la mujer al hombre, un libro. ¡Preciosa y loable tradición! Estad seguros de que los libros siempre nos reportarán importantes ventajas. No desaprovechemos el hábito de leer.
No ha sido sorpresa este escrito porque conozco al autor solo me queda decirle GRACIAS
¿Leer es bueno?. Depende de lo que se lea, supongo.