Moreno Bonilla, desde que llegó a presidente de la Junta de Andalucía, llevaba su hoja de ruta muy clara: gobernar en exclusiva para los más ricos de Andalucía. Para eso usó los Consejos de Gobierno desde 2018, regalando miles de millones de euros a los bolsillos de los ricos con sus reformas y su forma de gobernar
Las grandes fortunas de Andalucía tenían ya al presidente perfecto para ganar más y ahorrar más en impuestos, hecho que quedó claro cuando fue el gobierno de Moreno Bonilla una de las comunidades que recurrió al Tribunal Constitucional el impuesto a las grandes fortunas ideado por el gobierno nacional, recurso que ha sido ya tumbado en el alto tribunal español.
El mantra del gobierno de Moreno Bonilla de menos impuestos, más recaudación es una de las grandes mentiras del gobierno regional. Las reformas fiscales emprendidas por su gobierno regalaron más de 900 millones de euros en impuestos cada año a los más ricos de Andalucía, según los cálculos de la propia Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, mientras los andaluces pobres eran aún más pobres gracias a su gestión.
Sucesiones y donaciones y el impuesto del patrimonio
En 2019 el Impuesto de Sucesiones y Donaciones fue bonificado al 99% para las herencias con una cantidad hasta el millón de euros. Además, también se reducía al 50% el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados para las familias numerosas y se rebaja el tramo autonómico del IRPF donde se eliminarán además varias escalas para igualarlas al nivel nacional.
En 2022 anunció la bonificación al 100% del impuesto sobre el patrimonio. Este impuesto solo lo pagaban en Andalucía los más ricos, aquellos que poseen bienes por encima de los 700.000 euros, excluida la vivienda habitual. La medida fue acogida por tan solo 900 personas en Andalucía que pagaron 93 millones en 2020, una reforma que fue rechazada por los técnicos de Hacienda, agrupados en Gestha como el camino equivocado.
El exprimidor de Moreno Bonilla
La recaudación tributaria de la Junta de Andalucía entre 2019 y 2023, con Juanma Moreno al frente, superó en más de 14.000 millones de euros la registrada durante el quinquenio inmediatamente anterior, de 2014 a 2018, según la información de los Cuadernos de Economía de la Secretaría General de Hacienda. Andalucía registró un incremento del 20,7% de la recaudación tributaria en el ejercicio 2023 respecto al año anterior hasta contabilizar 20.360 millones de euros, impulsada por los ingresos por IVA derivados de la subida de los precios y del IRPF por el dinamismo del mercado de trabajo.
Según la consejería, han continuado la tendencia alcista de la primera parte del ejercicio cuando la recaudación fiscal de Andalucía creció un 10,7% respecto al mismo período de enero a junio del año anterior. De hecho, el dinamismo de los ingresos fiscales se mantuvo en diciembre con un aumento de casi un 10% sobre el mismo mes del año anterior y se superaron los 1.134 millones recaudados por ingresos fiscales.
De los impuestos indirectos, que se elevaron a 12.052 millones de la recaudación anual, el IVA es el que más aporta a las arcas públicas y, debido a la subida de los precios por la elevada inflación, registró un fuerte crecimiento del 32,1% respecto a 2022 hasta elevarse los ingresos a 7.391 millones.
El cambio de gobierno en Andalucía no ha beneficiado a los más pobres
Moreno Bonilla gobierna en exclusiva para los más ricos de Andalucía, a los que ceba de dinero porque les ha regalado ya más de 1.000 millones de euros al año en su famosa bajada de impuestos y reforma fiscal, lo que le ha valido para dar un discurso de que Andalucía es la locomotora de España y de Europa en determinados aspectos económicos, y a llegar a hablar del milagro andaluz, superando a la Comunidad de Madrid en creación de empresas.
Y todo ese falso mantra económico esconde el terrible dato de que el 29% de la población andaluza se encuentra en riesgo de pobreza y el 14,4% la sufre ya de forma severa, el mayor porcentaje de toda España. Seguimos teniendo 10 de los 15 barrios españoles con menor renta por habitante, seis de los municipios con menor esperanza de vida y 12 de los que tienen mayor tasa de paro.
Según los últimos datos del INE, la población de la comunidad andaluza es -sin contar Ceuta y Melilla- la que tiene una menor esperanza media de vida en ambos sexos (81,49 años), tres menos que la de Navarra, que es la más alta con 84,28 años, y casi dos menos que la media nacional, situada en 83,07 años. Además, el proyecto Indicadores Urbanos del INE refleja, además, que, de los 15 municipios españoles con una menor esperanza de vida, 10 son andaluces, entre ellos cuatro capitales de provincia (Málaga, Cádiz, Huelva y Almería) y La Línea, los últimos de la fila, con 79,3 años de esperanza media, la más baja del país.
La geografía de la esperanza de vida
La esperanza de vida por barrios también tiene un componente espacial y social, porque cambia incluso de un barrio a otro en una misma ciudad. En Sevilla, por ejemplo, la diferencia llega a ser de hasta casi nueve años de diferencia entre la zona de Santa Clara, una de las más ricas de la ciudad, y el Polígono Sur, el barrio de España con la menor renta media por habitante, según el Observatorio de la Desigualdad de Andalucía. Está claro que hay una correlación entre esperanza de vida y pobreza, que con las políticas de Moreno Bonilla la desigualdad se incrementa y disminuye la esperanza de vida.
En la geografía andaluza, en las ciudades, se proyecta una clara segregación espacial por razones económicas que no se produce en las ciudades del norte de España o de Europa más desarrolladas e igualitarias. El centro de las ciudades se fue quedando para las familias más pudientes, mientras que los nuevos barrios diseñados por el Estado quedaban para los más pobres. Caso de Los Pajaritos, Madre de Dios o las Tres Mil Viviendas que, desde su construcción, no han levantado cabeza. Barrios en los que siempre el índice de pobreza los ha mantenido en la cola de España. Y ya sabemos que la pobreza va unida de manera indisoluble a menor esperanza de vida.
Andalucía cabalga a lomos de la pobreza
Andalucía es la comunidad con más población en riesgo de pobreza o exclusión social, con un 37,5% de tasa Arope -que aúna ambos indicadores-, 11 puntos más del total nacional del 26,5% y por delante de otras regiones como Canarias (33,8%) y Extremadura (32,8%). En el lado contrario, País Vasco (15,5%) y Comunidad Foral de Navarra (17,2%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida difundida de febrero de 2024 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el riesgo de pobreza afecta en Andalucía al 30,5% de la población, la carencia material y social severa al 12,6% y la baja intensidad en el empleo al 12,1%. Los datos sobre dificultades económicas de los hogares correspondientes a 2023 arrojan que un 43,9% de los andaluces no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, y que un 46,5% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.
Además un 15,6% de andaluces está experimentando retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos y un 13,6% de los andaluces tiene mucha dificultad para llegar a fin de mes, junto con Extremadura (11,0%) y Canarias (9,9%), que fueron las tres comunidades autónomas con mayores porcentajes de personas que llegaban a fin de mes con «mucha dificultad» en 2023. Las que presentaron los menores porcentajes fueron La Rioja (4,8%), Illes Balears (5,2%) y Principado de Asturias (5,6%).
Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas se dieron en Andalucía (30,5%), Extremadura (27,6%) y Canarias (26,1%). País Vasco (10,2%), Comunidad de Madrid (12,9%) y Comunidad Foral de Navarra (13,8%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas.
Un consejo. Tomen nota, lean y aprendan de una vez por todas cuando vayan a votar.
Buen artículo Antonio.
Buen artículo Antonio, muy clarificador, el que no vea esta deriva es porque es ciego.
Milagro andaluz es ,que lo sigamos votando con mayoria , y su primera medida sea , su subida de sueldo.