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En esta imagen de archivo, usuarios de Faisem celebran en Órgiva (Granada) el Día Mundial de la Salud Mental. / AYUNTAMIENTO DE ÓRGIVA

Salud

Las personas con enfermedades mentales y el personal sociosanitario de Faisem siguen esperando la vacuna

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La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO Andalucía ha transmitido, a través de un escrito, su preocupación a la Consejería de Salud por la administración de la vacuna contra la covid-19 en determinados sectores sanitarios y sociosanitarios

Mientras altos cargos de la Junta como José Luis Pastrana o María Belén Lozano se vacunan sin ser primera línea de covid, hay enfermos mentales con trastornos graves, además de sus cuidadores, que siguen esperando la esperanzadora inyección. Por eso, FSS-CCOO Andalucía entiende que el personal de los centros de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem), dadas las características de su actividad sociosanitaria, especialmente donde hay pacientes institucionalizados, «debería estar encuadrado en el grupo 1 de vacunación y no estar a estas alturas sin conocer cómo y cuándo se va a proceder a la misma«.

Igualmente, la FSS-CCOO Andalucía, a pesar del reciente anuncio del Gobierno andaluz sobre la “inminente” vacunación del personal de la ayuda a domicilio, critica que «sigue sin conocer el procedimiento y los plazos que se van a seguir, a pesar de que este sector debería estar desde un principio bien en el grupo 2 de vacunación (personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario) o, al menos, en el grupo 4 (personal considerado como grandes dependientes, grado III de la dependencia y, de manera específica, las personas que realizan un trabajo proporcionando cuidados estrechos a personas de poblaciones de riesgo en sus hogares (mayores, personas dependientes, enfermos, etc.)».

“El sector de la ayuda a domicilio hay que considerarlo como un grupo altamente prioritario para garantizar la seguridad y protección tanto de los usuarios como de los profesionales que les atienden y que son más de 250.000 en Andalucía”, mantiene en su escrito el secretario general de la FSS-CCOO Andalucía, Humberto Muñoz.

Por otra parte, esta organización sindical ha transmitido a la Consejería de Salud su inquietud porque a día de hoy el personal de EPES-061, integrado en el grupo 3 de vacunación, «desconoce cuándo se procederá a su inmunización, sin que la dirección de esta empresa haya aclarado esta cuestión a CCOO». Por contra, su director, José Luis Pastrana, y la responsable en la provincia de Málaga, María Belén Lozano, sí se han vacunado, según ha podido saber EL LIBRE.

«No están siendo vacunadas»

Por su parte, la parlamentaria de Adelante Andalucía por Málaga Vanessa García ha instado al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, a que «se cumpla escrupulosamente» el protocolo de vacunación, ya que alerta de que personas con trastorno mental grave que viven en casas-hogar y pisos protegidos de Faisem (Fundación Andaluza Para la Integración Social del Enfermo Mental) «no están siendo vacunadas».

La parlamentaria ha indicado en una nota que el criterio de vacunación contra la covid-19 responde a principios éticos universales, y considera «inadmisible» que personas que tienen reconocido un grado de dependencia II y III por transtorno mental, «y por tanto, integrantes del grupo 1 y 4 de la primera etapa de vacunación en Andalucía, no estén siendo vacunadas».

García advierte de que, según denuncian los propios profesionales que trabajan en su recuperación, «no hay instrucciones por parte de los Servicios Centrales de Salud para vacunarlos y, por tanto, quedan excluidos del grupo de personas de riesgo de dicho protocolo, condenados una vez más al ostracismo».

«Mientras, día tras día, estamos conociendo que cargos políticos y directivos se saltan el protocolo para recibir la vacuna en un ejercicio de egoísmo, prepotencia y privilegio totalmente condenable ética y moralmente», ha reprochado, al tiempo que lamenta que «las personas que, debiendo recibir la vacuna no lo hacen, están siendo excluidas injustamente, aprovechándose de la vulnerabilidad de su enfermedad».


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