Actualmente, hay exactamente 18.946 personas más en lista de espera, ya sea para una intervención quirúrgica (215.275, un incremento de 11.900) o para una cita para el especialista (848.787, un incremento de 7.046), con respecto a junio del pasado año
Los dioses de la mitología griega castigaron a Sísifo de una forma cruel: tenía que levantar una piedra muy pesada por la ladera de una montaña por toda la eternidad. Justo al llegar arriba, la piedra caía irremisiblemente. Vuelta a empezar. No avanzar nunca. In hac lacrimarum valle pasa a ser in hac lacrimarum mons. Ése es el sentimiento que tienen los pacientes andaluces y los profesionales sanitarios cuando piensan en las listas de espera del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Porque los datos siguen siendo altos, manteniéndose la lista de espera por encima del millón de pacientes. Desde 2019, Andalucía aumenta esa lista de manera progresiva con algún episodio puntual de bajada.
La publicación de las listas de espera sanitarias del corte de junio de este año revela «una discreta reducción» respecto del corte anterior, de diciembre de 2023, manteniéndose por encima del millón el número de pacientes en lista de espera para una actuación sanitaria en Andalucía, mantiene el responsable del gabinete de análisis y estudios de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía, Daniel Gutiérrez. La cuantía de este recorte se mantiene en los pacientes pendientes de una primera cita con el especialista hospitalario (un 2,95% menos) y apenas es del 0,69% para el caso de las intervenciones quirúrgicas.
Un «triunfalismo» que no toca
«No hay que olvidar que nos presentan como un éxito una caída del número de pacientes en espera, pero con cifras que siguen siendo muy elevadas. No obstante, la reducción ha sido posible por el incremento significativo de la actividad asistencial, como hemos reclamado en repetidas ocasiones», agrega.
Sin embargo, «el triunfalismo» de la Consejería de Salud puede verse mermado por el efecto de la política de recortes de consultas externas e intervenciones quirúrgicas de este año, que supera a la del año anterior. «De modo que, en diciembre, podemos encontrarnos con un incremento de los pacientes en espera de una intervención sanitaria», añade Gutiérrez.
El síndrome de Sísifo se hace patente cuando se pone el foco en junio de 2023. Respecto a los datos oficiales de hace 12 meses, la sensación es de preocupación: hay 20.000 personas más en espera, ya sea por una intervención quirúrgica –11.900 más, de 203.375 a 215.275- o por una cita para el especialista (7.046 más, de 841.741 a 848.787). De hecho, en un año ha crecido el número de pacientes para una intervención quirúrgica garantizada (2,63%) y aún más el de aquellos que están fuera del plazo de garantía quirúrgica (16,43%).
Por otra parte, la reducción dista de ser generalizada y hay seis provincias donde se incrementan los pacientes en lista de espera quirúrgica o de consultas, en varios casos con subidas que superan el 6%. Así, en la lista de espera quirúrgica asciende en Málaga un 6,26% y en Jaén un 8,37% y en la de consultas externas Sevilla sube un 7,3% y Córdoba un 7,91%.
«Esperamos que los datos de listas de espera supongan un verdadero punto de inflexión, pero el plan de disminución asistencial de verano, una línea estratégica de carácter economicista, la utilización de los centros sanitarios por debajo de su capacidad y la política cicatera en materia de personal, junto a la falta de incentivos para retener a los profesionales, unas condiciones salariales y laborales peores que en otras comunidades y la inseguridad por la falta de cumplimiento de los pactos acordados en la Mesa Sectorial tendrán muy probablemente una repercusión negativa en el próximo corte«, advierte Gutiérrez.
La FSS-CCOO Andalucía denuncia el deterioro de la sanidad pública, «el ninguneo» a la mayoría de las organizaciones sindicales y una «planificación errática» que ha llevado a unas «listas de espera intolerables» y a un malestar entre profesionales sobrecargados y ciudadanos con enormes dificultades para obtener una cita en Atención Primaria, aún más en verano. Si los centros están medio vacíos con vacantes de médicos que no se cubren, los pacientes se desesperan y se van a la privada (los que se lo pueden permitir).
«Insistimos en que hay que aumentar la inversión en sanidad y eso pasa por el incremento de la plantilla, no por su reducción, como hemos visto, por cuidar al profesional y por aprovechar al máximo los centros del SAS en lugar de fomentar las derivaciones a la sanidad privada«, afirma Gutiérrez.
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