Stephen King tiene el don de despertar interés con lo que escribe. Confieso que al terminar ‘Cuento de hadas’, me quedo con la sensación de haber leído algo que me atrae y repugna al mismo tiempo, pero que no he podido dejar de leer
Por otro lado he de decir que es un libro no apto para estómagos sensibles, debido a la cantidad de sangre, vísceras y animales repugnantes que contiene. Es un compendio de todo lo que es y ha sido su estilo, el del bien llamado Rey del Terror. Con múltiples referencias literarias (Lovecraft, Hermanos Grimm, Poe, relatos de ciencia-ficción…), crea un submundo que no tiene nada que envidiar al Infierno de Dante.
Como suele ocurrir, comienza con la realidad cotidiana para luego llevarnos a sus mundos de pesadilla. Los protagonistas son un joven adolescente, alto, fuerte y deportista, seguro de sí mismo y capaz de comerse el mundo (bueno, los dos mundos en los que habita) y un anciano cascarrabias, que vive con su perrita de raza pastor alemán, también ya vieja y muy enferma.
El joven Charlie y el viejo se conocen cuando Charlie socorre al anciano tras una caída, y se promete a sí mismo (haciendo una especie de penitencia para conseguir el favor de que su padre no vuelva a beber) que se hará cargo del viejo y de su perra.
Personajes atrayentes
Lo que hace que el relato tenga tanta fuerza es el hecho de que sus personajes rezuman vida. Nos caen bien y podemos llegar a identificarnos con ellos. Y además no son planos: en una misma persona pueden darse dualidades sorprendentes.
En su novela Billy Summers, nos encontramos con un asesino a sueldo, pero sólo mata a quien él piensa que lo merece: los malos según la moral establecida y quienes se salen de la ley… Billy es el vecino perfecto: organizador de barbacoas, amigo de los niños, protector de una doncella en apuros, a la que rescata tras una violación… No mataría a una mosca y cree hacer un favor a la sociedad, librándola de aquellos que no merecen estar en ella, pero es tan asesino como los delincuentes a los que mata.
También vemos en Charlie esa dualidad: en él conviven el bien y el mal, además de ser protector de los débiles, amable y servicial, tiene un lado oscuro: fue un adolescente conflictivo y es especialmente cruel cuando se siente amenazado y deja huir a su enemigo tras romperle las muñecas. Alguien con problemas puede llegar a rehabilitarse: es el caso del padre exalcohólico de Charlie, el alter ego del propio escritor. También el anciano vecino guarda un secreto que nadie imaginaría…
Un mundo de fantasía con múltiples referencias
Hay muchas influencias tanto de la literatura clásica como fantástica. La idea del héroe que debe superar varias pruebas (o trabajos) para conseguir su objetivo y la toma de la literatura grecolatina. En este caso, el héroe es Charlie y su objetivo es salvar a Radar. Para ello debe dirigirse a otro mundo. Este otro mundo paralelo al nuestro ya se encontraba en obras medievales y en la obra de Julio Verne Viaje al centro de la tierra.
No duda en hacer una referencia directa a El mago de Oz: aquí Charlie y Radar se asemejan a Dorothy y Totó, perro y dueño. También se adentran en un mundo desconocido, muy parecido al de Oz, con campos de amapolas y una Ciudad Esmeralda, verde también, pero Stephen nos la pinta con su toque inquietante y terrorífico. En ese mundo encontramos enanos saltarines, las casas de los cerditos, príncipes y princesas y encantamientos y sortilegios, haciendo un guiño a los cuentos tradicionales.
Utiliza el recurso del gigantismo, muy empleado en la literatura fantástica, los cómics, la literatura de ciencia ficción y el cine: aparecen repulsivos murciélagos y cucarachas gigantes, que nos provocan, a un tiempo, terror y asco.
Las ciudades aparecen vivas, con personalidad: las ventanas son ojos que observan y amenazan y los edificios cambian de sitio. También hay escaleras que se mueven y cambian de posición, como en Hogwarts. Y un ser maléfico e innombrable (recuerda demasiado a Voldemort).
Quizás en ocasiones abuse de estas imágenes. Algunas parecen sobrar y no aportan nada al relato, como por ejemplo la del cementerio, en el que, al igual que en el vídeo de Thriller, los muertos rompen los ataúdes y asoman manos de las tumbas… Demasiado visto.
Discapacidad como maldición
Es interesante cómo hace referencia a la discapacidad en varias ocasiones. En el caso del mundo fantástico, se muestra de modo muy gráfico cómo la discapacidad desdibuja a las personas: el sordo pierde las orejas, la princesa que no puede hablar tiene una horrible cicatriz por boca, al ciego se le han borrado los ojos… Y personas que han sido normales se transforman en incompletas, se vuelven grises de tristeza y opuestas a los enteros (los que conservan sus partes del cuerpo y sus sentidos). Para él, los discapacitados son personas que han sufrido una desgracia injusta e intentan hacer una vida normal, con todas sus limitaciones. Algunos llevan su discapacidad con gran dignidad (como la princesa Leah, sin boca) y otros se vuelven malvados…
¿Lo leo o no lo leo?
Si eres fan de Stephen King, probablemente habrás leído novelas mejores, aunque ésta está muy bien escrita y, como ya digo, vale la pena leerla, aunque sólo sea porque nos cae bien ese chaval de 1,90 y 100 kg al que le gusta meterse en berenjenales y su perra. El autor busca constantemente nuestra complicidad y para complacernos nos ofrece un final cerrado que él piensa que nos puede gustar. También podemos jugar a reconocer distintas historias dentro la novela.
Un cuento de princesas y príncipes muy heavies, en el que se narra la eterna lucha entre el bien y el mal… y King sigue siendo el rey.
Comentarios recientes