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Una chica sale del metro de Madrid con mascarilla.

Salud

La enfermedad del miedo

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La rápida propagación del coronavirus por España ha provocado medidas extraordinarias que azuzan el miedo en la sociedad y «nuestra psique no entiende de plazos indefinidos», según el psicólogo Luis Aretio

El distanciamiento social al que están siendo sometidos los chinos para atajar el coronavirus ha llegado oficialmente a España. Lo que antes era una exageración de hipocondríaco ahora son medidas impuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez en coordinación con las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias de Salud. Sin fútbol, sin baloncesto (hasta la NBA, gran tótem del negocio del deporte como espectáculo, se ha suspendido), sin competiciones a todos los niveles, sin teatro, sin colegio en muchos territorios… Es un estado de alarma no declarado oficialmente repleto de decisiones restrictivas que afectan a la libertad de movimiento del ciudadano.

Ver a Pedro Sánchez hablar al país a través de una cámara y sin público, emulando los comunicados trascendentales de los presidentes de los Estados Unidos a lo largo de la historia, azuza el mayor padecimiento que existe en la sociedad: el miedo y, en algunos casos, el pánico, es decir, la preocupación llevada a tal extremo que puede llevar a la ansiedad, a no pensar con claridad y, en casos muy graves, a la paralización.

Los ríos desbordados de la información van atrapando a miles de náufragos lectores y espectadores que están deseando asirse al tronco de la tranquilidad, pero las autoridades no lo permiten con sus continuas comparecencias llenas de gravedad en la puesta en escena y en el contenido de sus postulados. La gente se pregunta: ¿dejo de ir a ver a mi madre, que es persona de riesgo al tener 82 años y una insuficiencia respiratoria? Y, si voy, ¿puedo darle un beso? ¿Dejo de besar a mis hijos? ¿Dejo de ir a tomar café al bar de la esquina por un tiempo? ¿Me echarán si le exijo a mi jefe teletrabajar? ¿Me mirarán mal los compañeros si voy a trabajar estando resfriado? Pero si me quedo en casa y pido la baja, igual mi jefe me pone el primero en el futuro ERE. No vaya a ser… Son decisiones individuales que afectan a una colectividad (familia, amigos, pareja, compañeros de trabajo…) y que siempre se han tomado desde la ilusión, desde la pasión, desde el cariño o desde el compromiso. Ahora las autoridades deciden por nosotros. Y eso hay que deglutirlo bien.

Una cancha de la NBA semivacía por el coronavirus.

El sentimiento de culpa también está muy presente en esta pandemia global, en esta crisis del coronavirus que ha forzado a los empresarios más conservadores a optar por el trabajo a distancia, aunque hay trabajos que es imposible hacerlos desde casa. «No podría soportar contagiar sin querer a un ser querido«, piensan unos. «No quiero ser contagiado por un cualquiera en el autobús», piensan otros. El estado de alarma no declarada (según el artículo 116 de la Constitución Española, una ley orgánica regulará los estados de alarma, de excepción y de sitio y las competencias y limitaciones correspondientes) es una situación extraordinaria en España, nunca vivida en la historia contemporánea.

Aunque tenemos mucha información al minuto, nadie sabe cuánto durarán las restricciones impuestas por las cuatro administraciones que nos gobiernan al mismo tiempo. Las fichas de dominó van cayendo a cámara lenta y mientras, el ciudadano de a pie, se pregunta por el sentido de su existencia. Todo esto nos recuerda cómo de frágil es el llamado Estado del Bienestar, porque un enemigo invisible y microscópico puede hacer que LeBron James, Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal y Connor McGregor se queden en reserva domiciliaria.

Un supermercado con estantes vacíos.

Este bicho imperceptible está provocando la aceleración de una crisis económica que ya se anunciaba meses antes del coronavirus y la subida incontrolada de precios de grandes superficies como Carrefour, que ha subido el importe del papel higiénico.

Miedo a volar, miedo a viajar, miedo a practicar deporte de contacto… Esta negación de la individualidad para dejarse llevar por las imágenes de los supermercados vacíos ya la describió certeramente en su día Ortega y Gasset. La masa, en el libro La rebelión de las masas, es un conjunto de individuos que se han desindividualizado, dejando de ser unidades humanas libres y pensantes para disolverse en una colectividad que piensa y actúa por ellos, más por reflejos condicionados -emociones, instintos, pasiones- que por razones.

Esta plaga, esta situación surrealista, patética a ratos y fagocitadora, anula toda la actualidad informativa del mundo: sigue habiendo hambre en el mundo; siguen muriendo millones de niños por el Sida en África pese a que haya noticias esperanzadoras de curación; sigue habiendo pobreza, y mucha, en Andalucía; los sirios siguen muriendo cada día en una guerra sin fin; los refugiados son maltratados en distintas fronteras; el cambio climático provoca temperaturas anormales en esta época del año; ha muerto Max Von Sydow, uno de los mejores actores europeos de la historia…

«No tener una referencia posible a la que asomarnos para comparar provoca más desorientación aún, más ansiedad, pues no sabemos cómo debemos afrontar algo desconocido y nuevo, y nos observamos unos a otros buscando soluciones inmediatas», a juicio de Aretio

El psicólogo extremeño Luis Aretio, que ejerce en Sevilla y ha tratado a muchos pacientes con ansiedad y todo tipo de enfermedades mentales, da algunas claves para entender mejor este fenómeno: » El miedo es un mecanismo adaptativo que nos ayuda a sobrevivir y, gracias a esta emoción tan negativa, la humanidad ha logrado evolucionar hasta nuestros días. Está presente en todas las especies animales. Es una sensación muy visceral que genera una aversión muy fuerte, y cuando se experimenta, nuestro cerebro trabaja sin control buscando desesperadamente alejarse de la fuente de estímulo que le genera ese pico de angustia tan agudo«.

Aretio define perfectamente todos los síntomas del miedo: «Es una reacción no consciente y una respuesta refleja a una amenaza vivida como real, posible o no, pero probable, y conectada con nuestras experiencias pasadas, presentes y futuras; el miedo también está condicionado por factores culturales. La exposición continuada al miedo genera gran ansiedad, indefensión y desorientación. Nuestra amígdala envía al sistema nervioso órdenes impulsivas dirigidas a la autoprotección, generando una activación del riego sanguíneo y provocando una aceleración de la respiración, lo que en determinadas situaciones puede derivar en sensación de vértigo y/o pérdida de control, la puerta del pánico o del terror, el colapso de lo racional».

Dos mujeres con mascarilla andando por la calle.

«Nos enfrentamos a una situación completamente desconocida por su impacto espacial y temporal. Es una de las consecuencias directas de la globalización del planeta. Somos los humanos quienes portamos virus y bacterias allá donde vamos. No tener una referencia posible a la que asomarnos para comparar provoca más desorientación aún, más ansiedad, pues no sabemos cómo debemos afrontar algo desconocido y nuevo, y nos observamos unos a otros buscando soluciones inmediatas. La conducta de masas no se explica desde el punto de vista de un sólo individuo, es un comportamiento que escapa a la voluntad de la persona bajo la creencia de que todos a la vez no nos podemos equivocar, y nos dejamos llevar imitando tendencias y conductas que por sí solos probablemente no llevaríamos a cabo», agrega Luis Aretio.

Sobreinformación y desorientación

Este especialista en la mente humana mantiene que la saturación mediática (y los ciudadanos que juegan a ser periodistas llenando las redes de datos e información de dudosa calidad) no ayuda a revertir esta situación de pánico latente: «La sobreinformación a la que estamos expuestos sólo genera más desorientación a un estado ya perturbado, y en una sola jornada, devoramos todo tipo de estadísticas y recomendaciones, conexiones en directo, profesionales de todo tipo aportando más datos y comentaristas sensacionalistas lanzando noticias sin rigor, bulos, fakes, además de titulares morbosos que sólo pretenden capturar la atención de un aturdido público. La desesperanza crece al ver cómo, poco a poco, suceden nuevos acontecimientos dramáticos, y sin poder hacer nada más que aislarnos y distanciarnos unos de otros, dudando y sospechando de los demás».

«La suerte es que vivimos es un Estado del Bienestar tal, que garantiza nuestra salud pública general a pesar de la dimensión de la pandemia; el inconveniente es que nuestra psique no entiende de plazos indefinidos, y se quiere proteger a costa de lo que sea», apostilla Luis Aretio. Un hálito de esperanza ante un caos moderno ribeteado de contacto virtual extremo, opiniones volátiles y melifluas y de patios de vecinos cibernéticos, que constriñen la capacidad creativa del ser humano y le confinan a la soledad más absoluta para no pensar en los verdaderos problemas de la sociedad.


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4 comentarios

  1. Elisabeth

    Extraordinario artículo

  2. Pozo Geles

    No comparto la misma opinión.
    Que le quieran quitar hierro a esta pandemia, no tiene el más mínimo sentido común. Las cosas hay que tomarlas por lo que son y tomar medidas.

  3. ¡Excelente!
    Hay ‘Esperanza’ …Ayudar a los demás. Toda crisis conlleva renovación/cambio, esta de Salud y Económica nos enseñará mucho a todos.
    Aceptar para Afrontar , Aprender para Vencer. No olviden Humor, Amor y,buenos alimentos.?

  4. LUCIANA MARÍA LUENGO PARDAL

    LA GRAN MANIPULACIÓN ESCENIFICADA
    Ahora, que los pueblos empiezan a despertar y a rebelarse contra unos gobiernos dictatoriales (detrás de la palabra democracia) resulta que nos presentan una pandemia (ya tienen tablas en ello) y por supuesto, cada vez van dando un pasito más, hacia delante.
    Oh! que preocupados están los GOBIERNOS, que tragedia más original escenifican y el pueblo como rebaño, que ya empezaba a sacar las patas por alto, cansado de tanta mentira, se queda sin palabras.
    Ahora el pobrecito CIUDADANO, que se había atrevido a meterse con estos impresentables, agacha la cabeza y PIDE SOCORRO A SU CARCELERO.
    » Tomen medidas, dígannos que tenemos que hacer, SÁLVENNOS.»

    Y tú, en tu histeria, sin saber que hacer (porque no te educaron para esto) suplicas a tu poderoso verdugo, que te ha arrebatado todo y al que tú, con tu voto, le has dado el poder una y otra vez, como si ignoraras todas las fechorías que ha hecho contigo, y las sigues consintiendo…le pides que te responda, que te diga el camino a seguir.
    Y él, muy en su papel, apiadándose de tu ignorancia, de tu falta de sentido común, te empieza a dar las primeras indicaciones:
    DISUELVANSE, DESPEJEN EL CAMPO, NO SE TOQUEN, NO SE MIREN, NO SE HABLEN, GUARDEN LAS DISTANCIAS, ESTENSE QUIETECITOS EN SUS CASAS ….. PORQUE SINO …. YA SABEN …. MORIRÁN, … MÁS AUN MATARAS AL DE AL LADO… !
    BRILLANTE LA ESCENIFICACÓN.
    Y si supiéramos, que llevamos 2000 años de mentiras y que el remate de tanto descaro, se tramó en la era industrial, con la “Teoría del origen de las Especies» de Darwin » como dice Máxmo Sandín » una bazofia intelectual y científica» que nos presenta a los virus y bacterias, como nuestros enemigos, cuando en realidad, son fundamentales en nuestra vida .
    o como LA NUEVA MEDICINA GERMÁNICA (NMG) con sus 5 Leyes Biológicas del Dr. HAMER, un hombre brillante, que sufrió, cárcel, atentados persecución por tener la osadía de regalarnos, su inmensa obra. Léanse
    » La medicina patas arriba» pdf en internet y si les dice algo, sigan adelante
    .No quiero extenderme solo un par de cosas más .
    – NO EXISTE EL CONTAGIO sino un conflicto biológico personal.
    – “El PÁNICO MATA»
    – Y si siguen subyugados por su verdugo, éste les suministrara ‘LA VACUNA definitiva.

    Al que quiera saber de vacunas Máximo Sandia, Teresa Forcades
    VACUNAS INFANTILES innecesarias y nocivas, con Lua Català 40 Minutos
    https://www.youtube.com/watch?v=0ifIituW43Y

    IMPIEDAD FARMACEUTICA Teresa Forcades 23 minutos GRABADO
    https://www.youtube.com/watch?v=dI6yq2YSozM&feature=youtu.be

    Y procuren dejar sus creencias en la puerta, antes de empezar a escuchar alguno de estos vídeos. Sino, no gasten el tiempo y sigan regodeándose en su ignorancia, que por lo menos ya tienen tema de conversación para rato. .

    GRACIAS Y DISCULPEN SI ALGUNA DE MIS PALABRAS LES OFENDIÓ. NO FUE ESA MI INTENCIÓN..

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