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El onubense Jorge Rodríguez, en una imagen reciente.

Salud

Jorge Rodríguez, paciente oncológico del SAS: «Estoy esperando una resonancia desde hace más de año y medio»

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Este usuario del centro de salud de El Molino de la Vega (Huelva) narra en EL LIBRE sus vicisitudes dentro del Servicio Andaluz de Salud, que van desde su eterno agradecimiento a los médicos que le salvaron la vida hasta la indignación por la mala gestión de las listas de espera y de las citas de Atención Primaria

Jorge Rodríguez cantaba en una orquesta muy conocida de la provincia onubense. Un día, su vida se vio truncada por la aparición de un meningioma en la zona parietal derecha de su cerebro. Hace ya 13 años y tras una operación exitosa con la consiguiente rehabilitación de la hemiplejía, pudo retomar su vida, publicó un libro contando su dura experiencia y ahora es un fotógrafo titulado y feliz, exprimiendo esa vida diaria que vio peligrar, porque cada segundo importa.

Él quiere dejar clara su inmensa gratitud hacia los sanitarios. Quizá por eso mismo y para que la gente sepa enfocar bien a los responsables de la degradación del SAS, Jorge ha querido contar su experiencia, porque es la mejor manera de defender la sanidad pública.

«La aplicación es un desastre para pedir cita; y por teléfono, peor. Te dicen que intentes meterte en ClicSalud+ a las doce de la noche para coger cita para el día siguiente, pero unas veces te da tiempo y otras no, porque es como cuando tratas de comprar entradas para un concierto o para la ComicCon, que entra todo el mundo al mismo tiempo. La única opción es ir allí y pedir cita en el mostrador», pone de relieve Rodríguez, que tiene la mala fortuna de pertenecer al centro de salud de El Molino, uno de los que peor funciona de toda Andalucía.

Un centro de salud especialmente problemático

Conviene recordar que, a pesar de las veces que EL LIBRE ha denunciado las colas –el colapso a todos los efectos– que se producen en este consultorio, ni la anterior consejera de Salud, Catalina García, ni la nueva, Rocío Hernández, han logrado solucionar este grave problema, por lo que los usuarios siguen pasando frío en invierno y calor en verano desde primerísima hora de la mañana a las puertas de este centro, que alberga a los habitantes de dos de las barriadas más populosas de Huelva capital (Las Colonias y El Molino). Además, la inauguración del nuevo centro va para largo, porque, por ahora, sólo se ha iniciado el procedimiento para la segregación y posterior cesión a la Junta de Andalucía de las parcelas donde se construirá el nuevo edificio. Y, de todas formas, de nada sirve un consultorio más grande si no se le dota del personal suficiente.

Ruptura del vínculo médico-paciente

Así las cosas, Jorge denuncia un hecho que ya reflejó el Defensor del Pueblo Andaluz en su Informe 2023, que es la ruptura del vínculo y de la relación médico-paciente: «Yo tengo revisiones con mi neurólogo y con mi neurocirujano cada año. Lo del neurólogo es un cachondeo, porque cada año es uno nuevo desde que se jubiló el que tenía, y lo mismo me pasa con el neurocirujano. Y encima, no llega la carta para la resonancia. Debí haberla tenido antes de diciembre y estamos en agosto».

«El gran problema que hay, desde hace 13 años al menos que me operé, es la Administración. Los médicos y sanitarios no son culpables de lo que pasa. De hecho, para mí, son los auténticos ángeles de la guarda. Pero están mal gestionados. De verdad, es una pena. Y da igual el color político, con el PSOE pasaba casi lo mismo», explica.

Asimismo, Jorge vive en sus carnes la privatización de la sanidad pública andaluza: «De las 11 o 12 resonancias que llevo, solo una o dos han sido en el Hospital Juan Ramón Jiménez; las demás me han derivado a la privada«.

«Mi suegro, cada dos años, tiene que hacerse una colonoscopia para revisión… y lleva ya tres años esperando»

Rodríguez es sólo un ejemplo de los cientos de miles de andaluces que llevan demasiado tiempo esperando para hacerse una prueba diagnóstica: «Estoy esperando una resonancia de revisión desde hace más de año y medio. Por otro lado, mi suegro, cada dos años, tiene que hacerse una colonoscopia para revisión… y lleva ya tres años esperando«.

El salto con doble tirabuzón de la mala gestión del SAS llegó a casa de Jorge recientemente en forma de mensaje de texto y él lo reflejó en su muro de Facebook: «Alucinante, el SAS vuelve a mostrar su negligente gestión. Mi mujer ha recibido hoy, 6 de agosto 2024, una cita para una mamografía para  prevención (que mandan cada dos años) para el día 10 de julio de 2024. Voy a pedir el DeLorean a Doc a ver si llega a tiempo al mes pasado. Da risa, pero es penoso».

«La gestión de los de arriba es nefasta, horrible»

«Cuando hablas con los médicos, te dicen que los tienen de aquí para allá. Cada vez hay menos neurólogos. La gestión de los de arriba es nefasta, horrible. Y los médicos y los enfermeros se desesperan, porque no saben para dónde tirar, pero ellos no tienen la culpa. Lo que falla es el tema de la gestión, cómo los mueven y cómo manejan a los pacientes», apostilla Jorge.

La nueva consejera debe tomar buena nota de este testimonio, que es el de muchos luchadores que, a pesar de las barreras administrativas, han logrado salir adelante. Pero la sanidad pública no es un privilegio sino un derecho. Y tantos cientos de miles de pacientes en Andalucía no deberían estar pasando por el calvario de la espera y del ninguneo por una gestión tan deficiente.


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