Una cuarta parte de la humanidad tiene dificultades para acceder al agua potable. Los políticos se reúnen para afrontar inversiones, pues sin agua hay pobreza y no hay sostenibilidad en el desarrollo y no tenemos bienestar por las racionalizaciones que vemos que hay cuando falta el agua
Por eso nos preguntamos: ¿es posible resolver la creciente escasez de agua? ¿Cómo se puede garantizar su suministro futuro? El agua es vida. Cada kilo de carne necesita 500 litros de agua. En países como España hay escasez de agua, no bastan los actuales abastecimientos y vemos que comienzan las restricciones. Ya no basta evitar los desperdicios de agua o evitar su contaminación.
En Israel y los países árabes han hecho desalinizadoras que han resuelto el problema a base de fuertes inversiones y subir el precio del agua a su coste real. Han conseguido gastar menos, como vemos en Almería, por el riego por goteo, pero también puede usarse agua semisalada para muchas plantas, no sólo arroz sino también melones, tomates, etcétera.
El agua dulce disponible es un 2,5% del total, contando glaciares y acuíferos subterráneos (30%). Las aguas superficiales y en la atmósfera es solo un 0.4% y, aunque puede parecernos poca, es en realidad muchísima, contando los lagos, humedad de los suelos, atmósfera, humedales, ríos…
Tradición multisecular
Conocemos bien los pozos, que tantos agricultores y ganaderos utilizan siguiendo una tradición multisecular. En la Vega de Granada, por ejemplo, hay un gran acuífero que es una gran riqueza.
Sin embargo, en algunos sitios falta agua. En España no tenemos el problema del desierto de Colorado, sino que tenemos mucha agua de lluvia, más de la que necesitamos. ¿Cómo es que no nos llega? Los embalses no recogen toda el agua necesaria y, en muchos sitios donde llueve, no se recoge el agua, pues, después de días de lluvia, veíamos que seguía bajando el nivel de los pantanos. ¿Por qué no la aprovechamos?
La recogida de aguas de lluvia en cisternas ha sido una costumbre desde siempre. Alemania lo está haciendo en la actualidad. Como recuerdo de pequeño que en mi casa en el pueblo se regaba con el agua de lluvia que se recogía desde los tejados y patios en la cisterna. Las aguas de las ramblas podrían recogerse en cada municipio en depósitos (por ejemplo, debajo de un parking, de una instalación deportiva…). El almacenado de agua de lluvia dependerá de la permeabilidad de los suelos, pero guardar esas aguas bajo tierra puede reducir pérdidas por evaporación.
Se ha avanzado mucho, como es evitar la contaminación fluvial y el reciclado de las aguas. Y hay que evitar la sobreexplotación de los recursos hídricos sin que haya depredación del subsuelo: Doñana es un ejemplo, pero recuerdo en Barcelona que el suelo de la ciudad se volvía inestable por el desequilibrio del agua subterránea. En Libia, con ese sistema de pozos, consiguieron agua para todo un país que no tiene ni un río. Pero no podemos caer en un consumo excesivo del subsuelo y tampoco esperar inversiones multimillonarias que se han dado en otros países, pero que aquí no hay voluntad política de acometer hoy. Por eso, mi propuesta es, desde ahora, hacer esas microinversiones para poder aliviar la escasez de agua recogiendo el agua de lluvia que puede aliviar esa escasez.
Comentarios recientes