La empresa argumenta que la ha despedido por hacer una parada en un área de descanso distinta a las autorizadas, pero Encarna tuvo que hacerlo por la endometriosis que padece y que la compañía conocía
La empresa esgrime públicamente, para intentar justificarse, que el verdadero motivo del despido es «la reiteración de sanciones acumuladas«, algo que la CGT quiere desmontar para que imperen la luz y los taquígrafos.
Es importante reseñar que, el 17 de febrero 2022, la empresa entrega y hace público un reconocimiento de excelencia a la trabajadora por comportamiento ejemplar y por buena profesional. A partir de ahí y dada su militancia activa en CGT, «comienza a gustar menos a la empresa».
Con fecha de 16 de noviembre de 2022, se le abrió expediente disciplinario a Encarna por la supuesta comisión de una falta muy grave, acusándole la empresa de racismo cuando lo único que hizo fue exigir a un viajero que se pusiese la mascarilla durante el trayecto, un pasajero que fue expulsado del vehículo por el servicio de seguridad a posteriori y se le sanciona con dos días de empleo y sueldo. La sentencia número 387/2023 del Juzgado de lo Social número 1 de Almería anula por completo ese expediente y la sanción, con lo cual no existe. La sentencia es de fecha 12 de julio 2023.
Carta de amonestación
Con fecha 22 de noviembre, se le incoó un nuevo expediente acusándola de incumplir el tiempo de parada y de cometer una falta muy grave, sancionándola con una carta de amonestación. Esta sanción está pendiente de juicio puesto que, a diferencia de lo manifestado por la empresa haciendo caso a la reclamación de un viajero, la parada (así consta en el tacógrafo) superó en un minuto lo previsto.
Con fecha de 5 de enero de 2023, se le abrió un nuevo expediente por, supuestamente, atender el teléfono. Realizadas las alegaciones y comprobado lo manifestado por la trabajadora, la empresa sobreseyó y anuló el mismo.
Con fecha de 3 de julio 2023, se le hace entrega de expediente disciplinario por detenerse en lugar distinto al previsto por hemorragia derivada de la regla y de su padecimiento de endometriosis. Al que se acumula con fecha 25 de julio de 2023, una nueva supuesta falta por detenerse durante ocho minutos para tomar un café por somnolencia y garantizar la seguridad de la conductora y del pasaje provoca «el injusto despido», según la CGT.
La asesoría jurídica pedirá la impugnación del despido por nulidad radical
La asesoría jurídica de CGT va a registrar la demanda impugnando el despido por nulidad radical del mismo «al violarse al menos cinco derechos fundamentales de la trabajadora, entre los que se encuentra el derecho a la igualdad, a la libertad sindical y a la indemnidad«.
«En cuanto al estómago agradecido que ALSA ha elegido para salir a tapar públicamente sus vergüenzas, desde CGT debemos manifestar que Julio Martos no es representante sindical del centro de trabajo de Almería. Ante la demostrada connivencia con la empresa, el sindicato al que pertenece en Jaén está adoptando las medidas estatutarias correspondientes. Las múltiples acusaciones que ha realizado sobre la compañera, mintiendo literalmente y que se desmontan en los mismos términos que los de acumulación de sanciones referidos sobre la empresa tendrán su respuesta penal ante las injurias y calumnias que viene vertiendo con el único objetivo de mostrarse servil a la empresa», sentencia CGT a través de un comunicado.
Un ‘piso patera’ compartido con 15 hombres
«Es importante resaltar que el mencionado individuo que dice representar a los trabajadores es quien permite que, mientras que los conductores de Valencia que llegan a Almería duermen en un hotel, quienes van desde Almería a Valencia se les envía a un piso patera en el que duermen 16 conductores en camas calientes, 15 hombres y Encarna. Curiosamente, el alquiler de ese piso está a nombre de Julio Martos y esta persona cobra 80 euros mensuales a cada uno de los conductores y a Encarna. Desde luego, difícilmente pueden descansar en un espacio que no reúne las mínimas condiciones de confort, habitabilidad y de prevención de riesgos laborales. ALSA, que es consciente y cómplice de ello por ahorrarse el hotel en Valencia para las personas conductoras de Almería, se ve que está muy agradecida a Julio Martos por su negocio y éste le compensa haciendo de escudero frente a la misoginia de una empresa que ni cuida ni quiere a las mujeres. Prueba de ello es su infrarrepresentación en la plantilla», denuncia la CGT.
Encarni Aznar, trabajadora despedida, continúa cada día de 9:00 a 13:00 horas a las puertas de la estación intermodal de Almería explicando a compañeros y usuarios «el atropello que se ha cometido con ella por ser mujer en un mundo de hombres como el del transporte por carretera».
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