El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, anuncia que, a partir del jueves, no habrá más clases presenciales en la Universidad de Granada y los colegios mayores cerrarán a las 22:00 horas, mientras la rectora, Pilar Aranda, se pregunta «qué va a hacer» la autoridad sanitaria de la Junta en relación con el control de bares, cafeterías o terrazas
La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, saltó como un resorte cuando escuchó hoy al consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, dar la orden de suspender las clases presenciales durante 15 días, a contar desde el próximo jueves. ¿Por qué la UGR tiene que cerrar sus aulas mientras los concurridos bares granadinos siguen adelante con sus horarios y aforos de la nueva normalidad? Según la Junta, se han detectado más de 150 contagios por coronavirus en siete residencias de estudiantes de Granada y, por ello, los colegios mayores cerrarán a las 22:00 horas y se realizarán cribados en los que haya un caso positivo de covid-19.
Aranda ha hecho este martes un llamamiento a la responsabilidad «de todo el mundo», incluidos los estudiantes, para contener la tasa de contagios por coronavirus en la capital granadina, la primera andaluza en superar los 500 casos por cada 100.000 habitantes.
En declaraciones a Canal Sur Radio, Aranda ha señalado que el dato acumulado desde el pasado 21 de septiembre contabiliza 236 positivos de entre una población estudiantil de 60.000 en la UGR, señalando que los alumnos se están comportando «adecuadamente» en las aulas.
Ha pedido también contextualizar la «alta tasa» y los comportamientos que se han divulgado en los medios de comunicación este fin de semana en calles del centro como Ángel Ganivet, que «no suele ser una zona muy frecuentada por universitarios, a diferencia de otras como Pedro Antonio de Alarcón».
A su vez, ha apostado por un «análisis comparativo total» de los actuales parámetros con los que se dieron durante y después del confinamiento, cuando estuvo «la universidad totalmente virtualizada» y los estudiantes fuera de Granada en su mayoría. «Hay que ser científicos», ha apostillado Aranda.
La UGR informó en la mañana del lunes de que, junto a los 236 positivos, el acumulado desde el pasado día 21 contabiliza 840 estudiantes aislados. En cuanto al personal, el acumulado desde el 1 de septiembre es de 22 positivos y 148 aislados.
Igualmente, la rectora ha señalado que la UGR fue la primera universidad en activar con la Junta una comisión de seguridad con Salud y Familias, consciente del «porcentaje alto» de estudiantes que vienen de fuera.
Protocolo especial para residencias universitarias y colegios mayores
En cuanto a las residencias y colegios mayores, que son privados, y que cuentan con la colaboración de la UGR, Pilar Aranda ha destacado el «trabajo intenso» que están realizando para controlar los casos que se han ido presentando, y ha explicado que ha pedido a Salud en distintas ocasiones un protocolo especial para estos alojamientos, que sido aprobado finalmente este martes en el Consejo de Gobierno de la Junta.
Aranda ha incidido en que la UGR solo tiene un colegio mayor, el Isabel la Católica, que ha contabilizado tres casos «controlados y aislados» desde el pasado 1 de septiembre, y ha vuelto a hacer un llamamiento a la responsabilidad, pidiendo poner el foco también en «qué va a hacer» la autoridad sanitaria en relación con el control de bares, cafeterías o terrazas. Pues la Junta aquí, por ahora, se acoge a la inacción.
¿Castigo a Aguirre?
Llama la atención que, por segunda semana consecutiva, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, no haya comparecido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno cuando los temas sanitarios han copado la mayor parte del interés informativo de esa comparecencia. Y él es el referente, el máximo responsable de la autoridad sanitaria, que debería presentarse (mínimo una vez a la semana) ante los andaluces a explicar todas las medidas y describir el estado de la pandemia en Andalucía.
¿Será esta ausencia una consecuencia de su monólogo errático (convertido en viral a través de las redes sociales) de hace tres semanas sobre el número de personas que pueden estar presentes en una reunión familiar? Los ciudadanos necesitan que un experto de la sanidad pública andaluza (Bendodo y Marín pueden dar datos, pero no son especialistas en la materia) pueda estar a disposición de los periodistas semanalmente para que resuelvan sus dudas y así poder transmitir información veraz a la población. En este punto, también sería deseable que se facilitara la libertad de prensa, es decir, la presencia -física o telemática- del informador en un salón de actos con un aforo tan reducido que a veces parece una sala VIP).
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