Acabo de ver un video donde los guardias civiles arrollados van haciendo comentarios: «Hemos perdido a un compañero»… «Me han cortado el brazo»… «Ponedme un torniquete»… «Me estoy desangrando»…
Estos días vemos a los narcos que siguen haciendo de las suyas, sin que los que mandan hagan nada. Es una hipocresía tremenda, cuando con helicópteros son capaces de ver que alguien va conduciendo con el móvil y saben ponerle multas, pero no saben ver la costa andaluza plagada de narcos ni hacen nada por impedirlo, no vaya a ser que se enfade Marruecos y salga mal algún negocio de Sánchez o de su entorno. El ministro del Interior, el director general de la Guardia Civil, etc., no hacen nada, obedientes a su jefe.
Arturo Pérez-Reverte comentaba sobre los guardias civiles que están sufriendo estos acosos lo siguiente: «Si llegan a pegar un tiro al aire para defenderse, los empapelan hasta el tricornio. Asombra que sigan cumpliendo con su deber, siempre indefensos, maltratados por altos mandos serviles, directores generales incompetentes y ministros del Interior sin vergüenza ni conciencia«. Si un delincuente mata, es menos grave que si un ciudadano se defiende; y no digamos que lo haga un cuerpo de seguridad. Me parece que basta con disparar a la lancha de los agresores y luego se les rescate del modo más adecuado, en lugar de estar viviendo esa farsa, sin una legislación que proteja a la ciudadanía.
Falta de acción
Sin duda, la falta de acción por parte del Gobierno español podría estar relacionada con intereses políticos, como una supuesta alianza con Marruecos que podría beneficiarse del comercio de drogas. Igualmente, ha dejado el Sahara Occidental en manos de Marruecos rompiendo convenios con Mauritania y Argelia.
Estas acciones políticas no pueden hacerse sin informar a los ciudadanos. La casta política no nos representa y hace lo que quiere sin contar con nuestras opiniones que deberían pesar en una democracia. Las relaciones internacionales y los intereses políticos pueden influir en la manera en que un gobierno aborda ciertos problemas, como el narcotráfico. Y es crucial examinar estas afirmaciones desde múltiples perspectivas y con evidencia concreta antes de llegar a conclusiones definitivas. Pero no es de recibo la desinformación y mentiras que recibimos al respecto, lo que nos hace pensar que algo se oculta.
El Gobierno no ha matado a nadie, pero ha permitido que ocurra con la escasa dotación, dejadez e inacción de no enviar recursos físicos y humanos en condiciones al Campo de Gibraltar para que la Guardia Civil pudiera tener unas dotaciones fuertes.
El siguiente paso de este gobierno genuflexo a la reinonnnna de marruecos será legalizar el consumo de hachís, la venta, el cultivo y, de camino, la pedofilia y pederastia.