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Una manifestación por la salud mental. / ANADOLU

Salud

Testimonio sobrecogedor de una paciente crónica de salud mental (I): «Me han dado cita con una psiquiatra del SAS para dentro de un año»

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Cordelia (nombre ficticio para preservar el anonimato) es una usuaria del Servicio Andaluz de Salud que lleva lidiando con el infierno de la enfermedad mental más de una década con varios intentos autolíticos incluidos. Ésta es la primera parte de la entrevista que ha concedido a EL LIBRE (la segunda entrega se publicará el lunes)

La sanidad pública andaluza ha llegado a ser una caricatura de aquella joya de la corona de antaño. Porque sólo un sistema desastroso otorga una cita con la psiquiatra a una paciente como Cordelia para dentro de un año. Doce meses de agonía. Un total de 365 días de espera. Y eso que ella es una enferma crónica de salud mental que necesita un seguimiento continuado de su evolución por sus antecedentes, ya que ha intentado suicidarse varias veces en los últimos 10 años.

Tras el revelador testimonio de la enfermera, ahora EL LIBRE ha podido hablar con una usuaria del área de Salud Mental de un hospital del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), que suscribe punto por punto todo lo denunciado por la profesional de enfermería en este periódico. «Es una pena que el suicidio siga siendo un tema tabú. La gente se sigue muriendo. El tema es bastante duro también para la gente que se queda, para los familiares», admite.

Recién parida, le quitaron a su bebé de los brazos porque no podía respirar y el recién nacido tuvo que pasar cinco días en la UCI. Para verlo un rato cada día, Cordelia tenía que ir al hospital recién parida. «Entré en un modo de alerta que me impedía dormir, porque estaba siempre atenta al niño, a ver si dejaba de respirar. En el primer hospital en el que ingresé, los enfermeros me preguntaban con mal tono: «¿Tú qué haces aquí?». Sufrí una falta de empatía brutal. Me tenían castigada sin poder salir de la habitación. No sabían qué hacer conmigo. Ya en el segundo hospital, sí sentía que los profesionales sanitarios estaban mejor preparados y el trato fue estupendo. Si no me llego a encontrar con ese buen personal, yo ya no estaría aquí hablando contigo«, comenta.

Recibió «un trato vejatorio» por parte de un médico

«Uno de los últimos psiquiatras que me vio fue un profesional de 10. Me hizo todo tipo de pruebas, pero lo sustituyeron. En un ingreso reciente en un hospital del SAS, en el que estuve dos meses y medio ingresada y casi pierdo un riñón, sólo vi cuatro veces a ese sustituto, porque cuando no estaba de vacaciones, estaba de asuntos propios, etcétera», expone.

Cordelia y su acompañante tuvieron que ir a hablar con el coordinador del área porque ese facultativo llegó a reírse de la paciente, no en su cara, pero sí a poca distancia como para que ella lo pudiera escuchar. «Me sentí fatal. Me parece horrible, lo considero un trato vejatorio«, agrega.

Además de llevar años tomando una serie de comprimidos todos los días por su enfermedad mental, esta paciente ha tenido que recibir terapia electroconvulsiva debido a la gravedad de su enfermedad y ha realizado varios intentos autolíticos -la mayoría mediante la ingesta de un conglomerado de pastillas, que es el modo de suicidio más utilizado según las estadísticas- debido a los brotes psicóticos que ha ido sufriendo en la última década. ¿Cómo es posible que el SAS le dé una cita médica para dentro de un año? ¿Cómo se ha llegado a esto?

«Es como si tuviera un monstruo en mi cabeza»

«Sigue habiendo mucho tabú con las enfermedades mentales, pero la gente habla muchísimo de lo que no sabe. Yo es como si tuviera un monstruo en mi cabeza. Hay veces que la vida no me da ni para levantarme de la cama. Hay veces que tengo ideas autodestructivas el día entero. Cuando estoy en una reunión familiar, estoy entretenida, sí, pero sigo teniendo ahí el monstruíto presionando. Somos un tipo de enfermo con el que se frivoliza mucho. Esta enfermedad no la he elegido, igual que nadie elige tener un cáncer. Llevo años metida en el fango y la gente te dice «anímate». También te dicen «ésta lo que tiene es mucho cuento» o «tristes estamos todos». Son frases que se dicen sin pensar, pero que hacen que esta enfermedad se convierta en un tabú para la sociedad», revela Cordelia, que quiere destacar lo bien que se han portado con ella sus padres, su hermana y su marido.

Récord de suicidios en 2022

El número de suicidios en España sigue al alza. En 2022 fueron 4.097, lo que supone un aumento del 2,3% respecto al año anterior, según los datos provisionales del informe Defunciones según la causa de muerte, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras no paran de crecer: en 2018 murieron 3.539 por esta causa; en 2019, 3.671; en 2020, 3.941 y, en 2021, 4.003.

Pese a que la salud mental se ha puesto en el centro de la política nacional (el SAS ha aprobado recientemente el Plan de Prevención contra el Suicidio), con especial atención a la conducta suicida de los más jóvenes, los datos indican que las campañas de sensibilización aún no han hecho efecto. En 2022 hubo 345 suicidios en menores de 30 años, en comparación con los 338 del año anterior.

Por edades, el número de suicidios en niños de 10 a 14 años fue de 12, casi la mitad de los 22 de 2021; aunque se suicidaron 72 adolescentes de 15 a 19 años, en comparación con los 53 de un año atrás. Los datos son similares en los jóvenes de 20 a 24 años (128 en 2022 y 126 en 2021) y en los de 25 a 29 años (133 en 2022 y 137 en 2021).

En la segunda entrega de la entrevista con Cordelia, que publicará EL LIBRE el lunes, también podrán leer el testimonio de su hermana, que le ha acompañado durante todo el desarrollo de su enfermedad.


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4 comentarios

  1. Maria Luisa

    Yo lo estoy viviendo con una hija y nadie sabe lo que se pasa .Porque encima tienen la medicación fuerte a mano para hacerlo
    Mi hija estando ingresada co la vía puesta se abrió y la sangre a chorro eso es muy duro y otras cosas más. Tener que cruzaré el coche delante del suyo porque se tiraba por un terraplén. Yo estoy en alerta siempre

  2. yo misma, llevo desde 2012 con depresión mayor, andiedad y TCA diagnosticado, intentos de suici… La ss me dió una enfermera para que me diera una dieta, me mandó la dieta KETO y me llamaba gorda rehiteradamente diciendo que un tca es para llamar la atención, llevo tomado medicinas 11 años, la psiquiatra, cambiada 3 veces en un año, una chica fue un amor, la otra me hizo sentir fatal menospreciandome, la ultima dijo que me iba a deribar a un centro de dia para ayudarme y tratarme a lo cual acepté porque necesito sacar esto de mi cabeza y me imposibilita vivir, eso en noviembre de 2022, estamos a septiembre de 2023 y nada (recordandolo yo y revisando que no se perdía el expediente), esa misma doctora que solo me ha visitado 1 vez en 2023, su frase mas larga fue »estás bien o te subo la dosis de las pastillas y así te relajas más?»… tengo 24 años y llevo desde los 11 así, es surrealista

  3. Es un inframundo donde el paciente no sólo queda a la deriva del sistema, además tiene que sufrir los tratos vejatorios de malos profesionales!!! Inaudito!!!

  4. Anonimo

    Yo he echo caso al médico aunque no siempre pero en líneas generales he echo caso al medico y he empeorado muchisimo así que ahora me iré a una residencia o llar de enfermos mentales muy a mi pesar porque soy joven. A mi siempre me atienden hasta más de lo que me gustaría ya tuve ingreso involuntario una vez y llevo casi diez años sin ingresar pero con una dosis un poco alta (10mg.) de antipsicotico diaria estoy y escribiendo bien pero no me concentro en los estudios… Vivo en Cataluña y aquí hay más servicios de salud mental. En el primer ingreso voluntario que tuve me asustaron muy mucho porque me dieron un diagnóstico aunque no lo plasmaron en el papel de esquizofrenia y me medicaron para la misma pero despues vieron que no aunque como el daño ya estaba hecho en mayor medida y me intente suicidar por tanta medicación que aparte es antilibido y por problemas familiares y complejos mios. Las unidades de psiquiatria son un infierno y sólo me vino bien el ingreso involuntario porque tenía una depresión de caballo. Pero el primer ingreso fue una trampa que me hizo un familiar medio psicópata y fue el más horrible. Si estas enfermo te ofrecen ventajas pero es una mentira lo que te dan y no esta pagado ni por todo el oro del mundo. La salud es el bien más preciado que tenemos.

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