Chulo, prepotente, vanidoso, despreciativo, altivo. Ambicioso, megalómano, ruin, mezquino, soberbio. Falso, mentiroso, embustero, trilero, caradura
Todo eso, y algunas cosa más, se le puede asignar a la persona que nos gobierna. Una persona que no tiene escrúpulos ni freno a la hora de conseguir afincarse en el poder, aunque para ello tenga que traicionar a su país, engañar a sus gentes y renegar de los principios básicos de la democracia. No respeta la división de poderes, pues tiene colonizados al poder legislativo y al poder judicial, se ha hecho con el control del árbitro de la Constitución y, en la más absoluta impunidad, ha entregado a enemigos de España la capacidad de decidir sobre el futuro del país.
En lo que respecta a su partido, el PSOE, lo ha sometido de tal modo que, con el populista argumento de que el partido corresponde a las bases, sólo le ha dejado el papel de votar. Pero votar sin opción a debate ni a plantear alternativas, sólo escucharle, asentir y respaldar sus decisiones con un sonoro y unánime aplauso. Ésto ya lo hacía Franco. Y, en la actualidad, lo hacen Maduro y Kim Jong-un entre otros.
Prácticamente desde las elecciones del 23 de Julio, Yolanda Díaz, sabiendo que su único salvavidas es pactar con Sánchez, ha tomado la iniciativa, ha ido desgranando una a una sus propuestas e incluso ha amenazado para imponer algunas de ellas
Por fin hemos conocido el contenido del pacto entre PSOE y Sumar, al menos lo que han querido contarnos. Sin necesidad de profundizar mucho en el contenido del programa que la coalición quiere desarrollar durante la legislatura, podemos observar algo que, a mi juicio, no deja de ser significativo. Prácticamente desde las elecciones del 23 de Julio, Yolanda Díaz, sabiendo que su único salvavidas es pactar con Sánchez, ha tomado la iniciativa, ha ido desgranando una a una sus propuestas e incluso ha amenazado para imponer algunas de ellas.
Los comunistas, nacionalistas, independentistas, separatistas, populistas radicales, todos ellos han metido sus exigencias en el programa de gobierno (de momento un catálogo de buenas intenciones y cosas bonitas, y ocultando intencionadamente aspectos sustanciales para España), pero, ¿alguien ha oído alguna propuesta del PSOE? Esas minucias no le preocupan ni interesan a Sánchez. Su único interés y preocupación es seguir en el poder y, por eso, se ha limitado a tragarse todo lo que sus socios, los que lo mantienen, le han querido imponer.
Y como Sánchez tiene claro que, si hay que cambiar se cambia, pues hoy no le cuesta trabajo decir que sí a todo lo que le pidan y, una vez en el puesto de mando, podrá poner en marcha su astucia y encanto personal para convencer a quien haga falta de que donde dije digo digo diego, porque eso es lo mejor y, además, es necesario para mantener a raya a la derecha y a la ultraderecha. Ese argumento, hasta el momento, ha convencido a muchos y le ha dado buenos resultados.
Echemos a este (hombre). Si no, terminaremos en una guerra
Los dos comentarios, ¿ parecen tener un tufillo de revancha o envidia?