La profesora de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Rosa Rodríguez analiza las claves del conflicto eterno entre España y Marruecos, que ha vivido en los últimos días uno de sus episodios más crudos con la llegada descontrolada de más de 8.000 migrantes a Ceuta
El problema migratorio es, en su propia esencia, un caleidoscopio al que hay que acercarse con ojos solidarios, pero también con conocimientos históricos, legislativos y geopolíticos. Si se añaden las variables Ceuta y Marruecos, la ecuación se vuelve espesa y su solución precisaría de múltiples pizarras tamaño XXL. La profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Pablo de Olavide, Rosa Rodríguez, es coordinadora del Programa Interuniversitario de Doctorado en Estudios Migratorios, en el que participan también las universidades de Granada y Jaén. Se trata de un programa interdisciplinar, porque el estudio de las migraciones hay que abordarlo de manera compleja desde el derecho, la economía, la política, la educación, la psicología… al tener muchas aristas. La docente analiza para EL LIBRE el conflicto con Marruecos.
-¿Por qué ha ocurrido esta crisis migratoria sin precedentes en Ceuta?
-Estamos viviendo un ejemplo más de cómo, efectivamente, Marruecos está jugando con la vida de las personas para perseguir sus intereses. Dicho esto, el quid de la cuestión es la falta de una política migratoria clara y una falta de solidaridad de Europa con España, Italia y Grecia, que es la que estamos sufriendo. Esta política de externalización de las fronteras nos deja en manos de un chantajista, el monarca marroquí, que no tiene empacho en utilizar a sus propios conciudadanos.
-¿Mohamed VI está manipulando y utilizando a sus súbditos?
-Está utilizando a las personas como comodín y, además en este caso, a menores. Y jugando con las expectativas y las ilusiones de estos chavales. Estamos condenados a jugar ese papel de bisagra por nuestra situación geográfica y Europa, una vez más, nos deja a los pies de los caballos. Ahí es donde hay que situar la verdadera cuestión: la dificultad que tiene gestionar esta situación. Ceuta tiene unas instalaciones insuficientes para albergar a tantos millares de personas, por lo que hay que condenar la decisión del monarca marroquí. Las personas no son carne de cañón para presionar a otro estado cuando a ti te viene en gana o porque te quieres hacer valer.
-Marruecos entendió como una provocación la declaración por escrito de Unidas Podemos defendiendo la libre determinación del pueblo saharaui…
-Por encima de las cuestiones partidistas e interesadas, tienen que estar los derechos humanos, que no pueden ser vulnerados de esta manera en el siglo XXI. Eso es innegociable. Los partidos políticos no deben entrar en esto, porque, sean del color que sean, nos están dejando ver que están entrando en la connivencia de ese juego, de algo tan fundamental como es la vida de las personas. En las imágenes hemos visto a niñas adolescentes entrando en Ceuta. Te puedes imaginar la pesadilla migratoria que traen ellas. Es un enfoque todavía más humano si lo miramos desde ahí.
«A España se le olvida protestar ante la UE sobre este asunto cuando la cosa está más calmada. Se le olvida reclamar que no se externalicen las fronteras»
Rosa Rodríguez, profesora de Ciencias Sociales de la UPO
-¿Cómo se puede comprobar qué migrante es menor y quién no?
-Creo que no pudieron comprobarlo. Normalmente es la prueba ósea, pero estamos hablando de una situación sobrevenida y la comprobación fue a ojo de buen cubero. Me atrevería a afirmarlo, porque no les ha dado tiempo de hacer esa prueba. Han sido devueltos en caliente. Algún falso menor se habrá colado, porque a río revuelto, ganancia de pescadores. Esto nos lleva a estar en manos de chantajistas, es decir, el monarca marroquí y las mafias. Que esto no vuelva a suceder.
-¿La externalización de fronteras es un error?
-Sí, porque convertimos a los países en gendarmes de fronteras y eso no puede ser. A España se le olvida protestar ante la UE sobre este asunto cuando la cosa está más calmada. Se le olvida reclamar que no se externalicen las fronteras. Y aunque Pedro Sánchez reclame, ¿qué voces son escuchadas en Europa? Pues las de los países fuertes. España tiene que reivindicar esto todos los días. No solo es una cuestión de España y Marruecos sino de Europa y África.
-Es la frontera de Europa Sur una de las más conflictivas del mundo en estos momentos?
-Ahora mismo, sí.
-¿La ayuda de 30 millones de euros del Gobierno de España a Marruecos es pan para hoy y hambre para mañana?
-Por supuesto. Por ahí no pasa la solución. No nos damos cuenta y no aprendemos la lección. ¿Quién te dice a ti que, dentro de unos meses, no vas a tener otra crisis? La desigualdad económica en África es una bomba de relojería. Y estamos ahí y no podemos ponerle ruedas a España y convertirnos en escandinavos. La covid ha ocupado mucho tiempo de discusiones, pero este es un tema de política europea que sigue siendo número uno. Ahora que ya tenemos vacunas, hay que volver a poner el conflicto migratorio en la agenda. Y, si no, España, Italia y Grecia vamos a seguir sufriendo estos infartos de vez en cuando. Si no respondemos, Marruecos seguirá jugando con las personas y Europa, también. Es un problema mucho más intenso, de desigualdades económicas brutales. Cruzas a Marruecos y ya lo ves, la noche y el día. Tener la suerte de haber nacido a uno u otro lado de la frontera te marca la vida.
Sí estoy de acuerdo, he vivido en Marruecos y esto ha sido así de siempre, el rico muy rico, y el pobre muy pobre…me impresionó la 1° vez que fuí..
Pero los gobernantes marroquíes no quieren perder su estatus, sus ciudadanos no les importa, que les resuelva el problema otro. Vamos, que se busquen la vida. Y el hambre es muy malo. Y de la miseria surgen las mafias, para ganar dinero, las vidas humanas no les interesan.
Es así de crudo y de triste.
Gracias por poner nombre a los problemas, así como por contextualizarlos sabiamente.