Parece que, ahora sí, España va a tener el gobierno más infame de esta supuesta etapa democrática que comenzó con el fin de la dictadura franquista. El resquebrajamiento de nuestro sistema de derecho con la Constitución al frente como novela picaresca y de ciencia ficción se ha hecho más que evidente con la ley de amnistía a unos delincuentes que negocian con la dignidad de los ciudadanos españoles
No se lo voy a negar, un servidor está muy enfadado con todo lo que ha pasado estos días. Puede que no escriba con la templanza con la que siempre se debería escribir un artículo periodístico, pero hay veces que uno se humaniza y debe mostrarlo, aunque sea por escrito. Los que me lean de manera habitual sabrán que no voto desde hace muchos años y que, cuando lo hice, fue al Partido Socialista. Uno siempre ha sido un nihilista, como demuestra ese hecho. Después uno madura lo suficiente como para quedarse en casa los domingos electorales pasando las únicas resacas cuyas consecuencias no le duelen a la razón.
Nunca he creído en eso de izquierdas y derechas. Siempre me he basado en que el sistema es una lucha entre los de arriba y los de abajo. Los que mandan y los que obedecen. Los privilegiados y el resto. Ningún partido político va a hacer nada que cambie de manera palpable la vida de la gente. Te puede dar algunas migas de pan, pero la mayoría de las veces te quitará la barra que te has ganado con tu esfuerzo.
Usted, ciudadano, tiene que callar y acatar las normas que ellos ponen. Pedro Sánchez no disimula en convertirse en Maquiavelo con lo de que el fin justifica los medios. Pero tú que me lees no podrás hacerlo. Debes respetar las supuestas leyes que hasta ahora eran para todos. Si usted deja de pagar los impuestos durante algún tiempo para poder tener unas vacaciones mejores el próximo verano, algo que justificaría el fin y los medios llevados a cabo para conseguirlo, no le dejarán hacerlo. Pues al Terminator guapo sí que le parece bien saltarse la ley para conseguir sus objetivos. Que el poder corrompe es una frase sobre la que Pedro Sánchez se acuesta y abraza como la mejor de sus almohadas.
Pero la culpa no es sólo del Partido Socialista. Los otros partidos nacionales, presuntamente de izquierdas, como son Podemos, Sumar y Más País también avalan lo hecho con Puigdemont y demás secuaces. Partidos a los que se les llena la boca a la hora de hablar de los derechos de las clases trabajadoras y más desfavorecidas, pero a la hora de la verdad ejecutan la misma nada que el Schwarzenegger malo a la hora de llevarlas a cabo. A los políticos de estos partidos no les gustan los empresarios como Amancio Ortega o Juan Roig por el hecho de que sus fortunas no les parecen ni justas ni honradas. Y ahora son ellos los que protegen a políticos cuyas comunidades autonómicas tienen privilegios que ninguna otra tiene, además de ser ricas de por sí. Perdonémosle parte de la deuda a Cataluña a costa de que Extremadura, Andalucía, Canarias o Aragón jamás puedan competir en igualdad de condiciones, partiendo como lo hacen de una inferioridad manifiesta. Y eso unos partidos que se suponen que empatizan con los de abajo es algo que no se entiende.
Si ustedes van a incumplir la ley, háganlo por una vez con la gente que más lo merece o más lo necesita. Quebrante la ley para ayudar al ciudadano desvalido que está pasando por una mala racha. Si nos vamos a pasar la ley por el forro, hagámoslo para proteger al ciudadano cuando se queda sin empleo durante un periodo lo suficientemente largo como para ser desahuciado de su casa por no poder pagarla. Dígale a los bancos que sus denuncias no serán efectivas mientras no encuentren trabajo para asumir los pagos. Pero ustedes con el poder económico no se meten, pues ustedes, como todos los partidos políticos, sólo protegen a la clase privilegiada de este país.
Déjense de batallas culturales mamporreras que no van a ningún sitio y preocúpense por ayudar a los que lo necesitan. Otro caso donde ustedes podían ser injustos, pero para bien, es con los sintecho. Si tanto dicen preocuparse estos partidos políticos por los que menos tienen, sáquenlos de las calles y que vivan en pisos de protección oficial y se les dé herramientas para que puedan ganarse la vida por ellos mismos, pero no dejen que ningún ser humano viva de manera tan cruel. Pero eso tampoco lo harán, su mantra es «si nos saltamos la ley, será para beneficiarnos solamente nosotros de ello». A ustedes, señores y señoras de estos partidos, os importa una mierda la vida de la gente y sois los únicos culpables de que la derecha más radical haya salido sin complejos de su madriguera.
La mayoría de los ciudadanos no queremos este ambiente guerracivilista. Queremos vivir en paz, con los mismos derechos y oportunidades, con una justicia que sea igual para todos. Nuestro país tiene una cultura, unas costumbres, unos paisajes tan bellos que no podemos dejarlos morir en manos de unos jardineros que quieren destruir todas esas flores.
Comentarios recientes