mendigo

Un cuadro que representa la mendicidad en la Edad Media.

Historia, Opinión

Marginación en la Edad Media: ¿se ha modernizado la sociedad?

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Mollat definía marginado de la siguiente manera: «La marginación se hacía referencia a toda situación de debilidad, dependencia o humillación, privándole temporalmente o permanentemente de medios de poder y consideración social»

Pobreza y marginación en la época bajomedieval (XI-XV) no iban de la mano, ya que el pobre podía no ser excluido y el marginado no tenía por qué ser pobre, por lo menos en el transcurso en el que se acepta el proceso de marginación, pero sí que puede que ambos términos se complementen, ya que la pobreza podía llevar a la marginación y esta última, a la pobreza.

En la Edad Media, se podía distinguir dos tipos de pobres: los avergonzados y los mendigos. El primer término, los avergonzados, hacía alusión a aquellos que se empobrecieron poco a poco y, por ello, se avergonzaban de ello. Al principio eran de carácter humilde pero, con el tiempo, habrían perdido sus privilegios y se convirtieron en pobres.

El segundo término, los mendigos, eran considerados como personas miserables, ya que habían nacido en el seno de una familia pobre y morían, en la mayoría de las ocasiones, abandonados. Debido a su situación, muchas veces eran asociados con la delincuencia.

Una vez explicadas ambas palabras, entraremos un poco más en la división interna de estos grupos.

En primer lugar, destacaremos el grupo de los vergonzantes de nuevo. En este primer grupo, se encontraban los minusválidos o los enfermos que habían tenido que dejar su oficio por diversas circunstancias. Dentro del mismo, se encontraban los huérfanos y las viudas. Estas últimas se hundían en la miseria si tenían demasiados hijos. Algunas incluso, aceptaban trabajos mal vistos, como la prostitución, para poder mantener a su familia.

Otro grupo marginal serían las doncellas o las mozas, que eran vulnerables y en ocasiones eran víctimas de violación, ya que en su vida no existía una figura masculina.

Los enfermos, por ejemplo, destacarían dentro de este grupo ya que no podían ejercer ningún trabajo y su enfermedad podía ser contagiosa y, por eso, último principalmente, eran marginados de la sociedad.

En la sociedad medieval, cabe destacar también otro motivo de marginación como, por ejemplo, la criminalización. El principal sospechoso era el mendigo. La mujer pobre era propensa a prostituirse y, por ello, era la principal marginada.

La prostitución en la Baja Edad Media y, sobre todo, en toda la Edad Media en general, era considerada pecado pero estaba regulada. Eran temidos los escándalos sociales. Y la homosexualidad era un delito muy grave contra la propia naturaleza.

Los rufianes también estaban excluidos, ya que eran mujeriegos y vividores. Además de que casi siempre portaban armas y estaban preparados para el combate si fuese necesario.

Los judíos era otro grupo marginal. Su marginación era por su religión. Este grupo no solo sufría de una marginación social si no que también sufrían una marginación estatal y fueron expulsados de la Península por los Reyes Católicos en 1492.

Los gitanos estaban asociados a la brujería y, en esta etapa, comienzan a generarse rumores contra ellos.

Destaco también un grupo marginal periférico que, según María del Carmen Calé, estaría formado por mujeres que necesitaban algún tipo de protección. Se dedicaban a la casa y al cuidado de sus hijos, lo que no podía sustentar a toda la familia, ya que no cobraba por eso. Y es por ello que esas mujeres necesitaban de alguien que las mantuviese y las protegiese.

Por último, los alcohólicos que gastaban todo su dinero a sus vicios.

Después de toda esta explicación y del desglosamiento de los grupos marginales de la Baja Edad Media, me atrevo a lanzar una pregunta: ¿Es la sociedad marginal medieval muy distinta a la sociedad actual?


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