Cuando me aburro, me divierto más que cuando estoy entretenido en otras cosas. La libertad se me va perdiendo entre lo que escribo. Soy consciente de que mi fin del mundo tendrá que ver más con esto que con mi muerte
El apocalipsis me llegará a la imagen y semejanza de la génesis de este artículo. Otro día más que estoy perdido a la hora de poner un poco de orden a lo que escribo. Solo creo en la anarquía estructurada de mi mente dispersa. Los artículos con tema solo interesan a los que no los leen. No es que no sepa qué contar, es que la realidad hace que no tenga ganas de hacerlo.
Hay unas elecciones en la Comunidad de Madrid y me interesan de la misma manera en que lo hacen las serpientes, los payasos y las prostitutas. Puede que no saber diferenciar a estos últimos con los que se presentan a las elecciones me haga pensar de esta manera. Pero no dudo que el problema debe ser mío. Todo lo que ven mis ojos es de una engañosa fealdad. La belleza se disfraza de mentira para que dudes de su existencia.
Asustados y serviles
Escucho en el metro y en los bares a personas dispuestas a humillarse para que Ayuso o Pablo Iglesias, que nacieron el mismo del día del mismo mes y del mismo año, sigan pensando de ellas que el ser humano siempre puede ser un poco más servil y estar un poco más asustado. Ojalá ambos también mueran el mismo día, y hablo políticamente, por supuesto, en la otra muerte no me meto, no soy como ellos, que con sus decisiones nos matan con la vida que nos hacen llevar. Pero yo no he venido aquí hoy a escribir sobre política. Es algo que últimamente me aburre. Yo he venido aquí a escribir sobre la necesidad de mantener la ilusión por algo, y yo no la veo por ninguna parte. No me ponen fácil esta tarea de escribir cada semana sobre algo que le pueda interesar a esa quimera llamada lector. Hay que ser un loco para creer que alguien espera esto que estoy escribiendo ahora mismo. El mejor texto es el que trata de no molestar al lector. Aquel en el cual, mientras el autor sigue con sus neuras, deja que ese sujeto pasivo y siempre demasiado amable, pueda abstraerse hasta olvidar por completo lo que se supone que está haciendo. Yo espero que el que me lea no se espere nada de lo que está por venir.
No voy a dar el coñazo
Que sepa que no le voy a dar el coñazo con las vacunas de AstraZeneca ni con Rociíto ni mucho menos con Toni Cantó y su destreza para hacer de la nueva política el oficio más antiguo del mundo. Yo respeto a mis supuestos lectores no dándoles nada. Hacerles perder el tiempo, pero no añadirles nada más a sus cabezas congestionadas de información y problemas. Parece ser que el Madrid jugó contra el Barsa la semana pasada. El resultado lo encontrarán en el Marca o en el Mundo Deportivo. Yo vi el partido pensando en que me hubiera gustado hacer cualquier cosa antes que quedarme allí pasmado delante de la televisión. Pero no lo hice. Messi pedía la pelota y yo se la lanzaba desde mi salón, un terreno de juego siempre en mejores condiciones y con una sala de trofeos, donde lo que sobran son copas. Nunca se juega ni se bebe al gusto de todos.
No puedo hacer una crónica del partido, pues lo vi con la atención puesta en que no se derramase el líquido de la copa pagada con el sudor de un pobre. El partido que me imaginé tampoco me gustó. Ahora me gustan pocas cosas y no sabría decir ninguna. Esto que escribo tampoco me gusta, desde luego, pero me lleva a lugares distintos donde llevar la paz que esto conlleva. La calma es un buen sitio donde escribir cosas sin ninguna intención. El nerviosismo viene de esperar algo de lo que haces. En la resistencia es donde se esconde el tesoro de lo que quieres conseguir. Hacer lo que quieres y esperar a que pase el tiempo suficiente para morir de manera definitiva.
Es real, nada que ver con los temas de los que escribes:política y fútbol. =)