Ante este periodo largo de zozobra, inestabilidad e intereses varios por parte de nuestros valedores políticos, la ciudadanía aguza los oídos y no queda ciega ante lo real, negando creer lo increíble
Es el momento de estar atento porque los movimientos que incitan al odio, por su condición despreciable, son más violentos que los conciliadores y pacíficos. Cuanta más ilusa esté la ciudadanía, más sencilla resulta seducirla.
Verdaderamente, la formación en libertad, sin manipulaciones ni censuras, hace que el individuo posea conocimientos para poder discernir y argumentar a los demás, siempre en el respeto.
Empozoñamiento y odio por doquier
¿No nos preguntamos hasta qué punto ha progresado el emponzoñamiento provocado por años y años de propaganda en contra de nosotros mismos?
¿Por qué se ha consentido que ese odio se haya expandido por todos los rincones de nuestro país?
¿Por qué aparecen, cada vez más, esos políticos que se engrandecen por su continuo proceder de obstrucción, siempre intransigentes con todas las ideas y opiniones contrarias a las suyas?
La falsedad, la prepotencia y la imposición arruinan la convivencia originando odios, enfrentamientos y guerras
Es muy importante leer, formarse y sobre todo respetar a todos… La falsedad, la prepotencia y la imposición arruinan la convivencia originando odios, enfrentamientos y guerras.
Despreciable hipocresía henchida de logomaquia sectaria.
¿Dónde están esas personas coherentes que nos dirigen, para que tomen medidas y acaben con esas atrabiliarias actuaciones que solo crean incertidumbre y miedo a una gran mayoría de la población?
Nada peor que la falta de respeto y la incultura. Totalmente de acuerdo.
totalmente de acuerdo!!!Hace falta más respeto, menos insultos y por supuesto huir de la prepotencia.
Otro acertado artículo de don José Ramón Talero. Desde hace años la celebrada frase de Robert Guérin «El aire que respiramos está compuesto de nitrógeno, oxígeno y publicidad» se ha ensanchado con un nuevo componente: las «fake news». Y vivimos sumidos en un entorno de contaminación informativa y de violencia emotiva.
Sólo la educación, la lógica y el sosiego nos ayudarán a navegar entre tanto tópico, manipulación, odio y resentimiento.
¿Dónde están esas personas coherentes?
¿Acaso las hemos votado?
Porque si es así, y no actúan, es que quizás no tenían los valores que pensábamos.