Lamentable, bochornoso, impresentable, ridículo… Así podríamos seguir hasta el infinito y más allá. Todos estos adjetivos se quedan cortos a la hora de valorar las iniciativas que el Ayuntamiento de Cádiz propone, que no son muchas, para cambiar los nombres de algunas zonas de nuestra ciudad
Es grotesco que se quiera aprovechar la corriente para poner otro nombre a la avenida Juan Carlos I, al teatro José María Pemán y al estadio Ramón de Carranza. Es populismo puro y marear la perdiz, ambas cuestiones en las que estos magos de la distracción son cum laude.
Es afán de un protagonismo que jamás tendrán, porque la historia nunca les nombrará, ya que pasarán de puntillas por ella sin haber hecho nada por mejorar ni la ciudad que mal gobiernan, ni por mejorar la calidad de vida de sus convecinos.
Yo como ciudadano de Cádiz, donde pago mis impuestos le podría sugerir algunos cambios en la nomenclatura de algunas otras calles: la calle María de Arteaga, donde hay un comedor social al que acuden cientos de personas y que gestionan religiosas, podría llamarse calle de la Vergüenza. No por ser una vergüenza el ser pobre, sino porque debe ser vergonzante para un ayuntamiento el permitir tener personas que, si no existiera este tipo de establecimiento, no comerían.
‘Calle de la Ignominia’
La calle Santiago, donde existe una fundación que atiende también a personas desfavorecidas, podría llamarse calle de la Ignominia, porque es ignominioso que un ayuntamiento permita que sus convecinos pasen necesidades.
La calle Benjumeda, donde también existe una casa dónde más personas van buscando un poco de comprensión y dedicación podría llamarse calle de la Deshonra, porque no deben tenerla quiénes se sientan todos los días ante opíparas comidas mientras hay cientos de personas de su municipio que no tienen ni dónde sentarse.
Como se ve, nombres para calles hay todos los que se quieran. Aprovechen la corriente, quiten si quieren a Cristóbal Colón, al Rey emérito… Quiten también si quieren a Carlos III, quiten lo que les plazca y reescriban la historia.
De camino nos pueden librar de contemplar cada día el obsequio que Venezuela nos hizo y que es la estatua ecuestre de Simón Bolívar
Si se empeñan en ello, también les sugiero que cambien los nombres de la plaza de Asdrúbal, Trajano, Columela, Los Balbos, etc. Algunos nacieron aquí en Gades, pero eran de ascendencia romana, menos Asdrúbal que era cartaginés y, que yo sepa, no vinieron a la Península Ibérica de turismo, sino a sangre y espada.
De camino nos pueden librar de contemplar cada día el obsequio que Venezuela nos hizo y que es la estatua ecuestre de Simón Bolívar. Entre traiciones y dictadura, mató a numerosos españoles y nadie se ha quejado. La historia así lo recoge.
Sin duda que este ayuntamiento no pasará a la historia por haber convertido a esta ciudad en referente de nada positivo. Su gestión no es mejor que la de sus antecesores. Cada día hay más plazas ocupadas por personas sin techo y desatendidas. Cada día hay mas comercios cerrados y la mayoría lo estaban antes de la pandemia. Sin acritud, ¡háganselo ver!
No sé si será un desahogo para el espíritu quitar el nombre de Juan Carlos I a las calles. A mí me parece que es ingenuo querer resarcirse con esa iniciativa. El palo nos lo ha dado bien dado y no tiene arreglo.
La historia se repite y la monarquía siempre deja sus historias impresionantes, de esas que son para llevarlas al cine.
Por cierto no sería mala idea hacer una película sobre esta historia yo creo que haría taquilla, a mí me reconforta más ganar dinero en vase a eso que quitar el nombre de las calles, de todas formas no estoy muy pendiente del significado del nombre de las calles.