Ya, en el artículo sobre La Tierra, publicado hace unos días, se mencionó, y adelantaron algunas ideas acerca de lo que hoy nos ocupa: circunstancias que hacen pensar, sobre todo en lo referente al modo de vida -si a ello se puede llamar vida- en que subsisten millones de habitantes de ciertos países, porque la desigualdad no tiene fronteras. ¡Hay tanto por hacer! Si es cierto que creemos y queremos un futuro en el que cada persona cuente, hay que trabajarlo ya. Las tareas importantes no se pueden dejar para mañana, para cuando tenga tiempo
Comercio Justo (CJ) nace como remedio a situaciones de falta de justicia que han venido sufriendo los productores de bastantes de los alimentos imprescindibles en la dieta humana. Se da la sinrazón de que a un agricultor o ganadero se le están pagando sus frutos (patatas, cereales, leche, carne, legumbres…) a un precio inferior al coste de producción. Así que tuvieron que mantenerse a base de préstamos que le dejaron endeudados por períodos de apretarse el cinturón y pasar carencias básicas. A otros les tocó peor, perdieron sus tierras y emigraron. ¿Habrá situaciones más injustas? Si esto ha pasado y pasa en países, digamos civilizados y desarrollados, imaginemos qué puede ocurrir en el tercer mundo.
Una de las preocupaciones de Comercio Justo ha sido siempre el convencimiento de que todos los productores digamos primarios, los pequeños agricultores o ganaderos y todas las personas que elaboran manualidades como cerámica o ropa, perciban un salario que permita a esas familias a vivir con dignidad de su propio trabajo. Para propiciar este humanitario deseo, se pone en práctica en Estados Unidos, hace alrededor de 70 años, esta actividad. No tardó en saltar a Europa, y se fue expandiendo.
En España, es en el año 1986 cuando se inicia, abriendo dos tiendas, una en San Sebastián y otra en Córdoba. Actualmente sus establecimientos se han ido difundiendo por todas las provincias, son gestionadas por Oxfam Intermón, por Cáritas y por la Fundación Vicente Ferrer y atendidas, cara al público, por equipos de voluntariado. «Sabes lo que consumes» es la escueta carta de presentación de CJ, porque los productos que ofrece tienen calidad, son naturales y se han producido respetando a las personas y al medio ambiente. Sirvan los siguientes argumentos para conocerle mejor:
- Salarios dignos. En CJ, los precios de compra a los productores se calculan de manera que les permitan tener un medio de vida digno.
- Igualdad entre hombres y mujeres. El CJ asegura y demuestra que ellas tengan las mismas oportunidades que ellos, a nivel remunerativo y de promoción.
- Protección de la infancia. Desde el CJ se tiene especial sensibilidad con erradicar la mano de obra infantil.
- Proyectos sociales. El CJ en general, y particularmente el practicado por ONG como Oxfam Intermón, no se conforma con que el intercambio comercial se haga en términos de justicia. Se trata de dar oportunidad de desarrollo a personas y comunidades.
- Respeto al medio ambiente. En Oxfam I. se hace una apuesta específica por la agricultura de pequeña escala (pequeños productores) porque es un modelo más sostenible e intensivo en mano de obra.
- Comercio sin intermediarios. Oxfam I. trata directamente con los grupos de productores, y en aquellas circunstancias en que ello no sea posible, vigila que nadie especule en la cadena de aprovisionamiento para que no se añada precio sin añadir valor.
Conocido cuanto antecede, busca la tienda de Comercio Justo de tu ciudad, hallarás variedad de artículos (alimentación, hogar, textil, decoración…). Cuando adquieras algo, habrás ayudado a muchísimas personas: campesinos, ganaderos, artesanos y a cuantos participan en estos proyectos sociales, así como contribuido a la mejora del medio ambiente. ¡¡Vale la pena!!
Felicidades por esa buena pluma y por tanta aportación!!!
No deje de escribir!!!!!
Muchas gracias por su comentario. Es Vd muy amable.
Espero que haya muchas personas que utilicen para sus compras las tiendas de Comercio Justo, como labor social.
Que los políticos se sensibilizan en favor de los pequeños empresarios y a los productores rurales que luchan por adquirir una vida mejor.