Los cierres de estos centros coinciden con un aumento exponencial de las infecciones de transmisión sexual. Pero que a este gobierno regional le importa muy poco o nada la salud de los andaluces va quedando cada vez más claro
Ahora se suma la absoluta dejadez y el abandono de los andaluces a su suerte en materia de enfermedades de transmisión sexual. Una vuelta de tuerca más a la nefasta política sanitaria de Juanmamo llega con el anuncio del cierre del último centro de transmisión sexual que aún continuaba abierto en Andalucía. Otro crimen sin castigo cometido por el gobierno regional.
Volvemos a la edad media en materia de enfermedades de transmisión sexual en Andalucía con el modelo de Juanmamo, un absoluto y rotundo fracaso. Ya solo falta que saquen a predicar a los Savonarolas andaluces que estaban escondidos y que hay repartidos por las sierras, los campos y las ciudades andaluzas. La idea previa de las relaciones sexuales y sus peligros está muy mal vista por la moral del gobierno andaluz. Todo esto corresponde a una idea conceptual de la derecha más extrema que lleva escrito, en la moral de su ADN, ideas medievales que quieren imponer a toda la sociedad andaluza. Como que el sexo es solo para la procreación, lo que conlleva, paralelamente, el progresivo abandono del uso de preservativos. La prevención como arma se queda, en demasiadas ocasiones, encerrada bajo siete llaves en los baúles de San Telmo.
Aumento exponencial de enfermedades de transmisión sexual en Andalucía
El cierre de todos los centros de transmisión sexual en Andalucía coincide con los últimos datos de infecciones sexuales conocido hace tan solo unos días, a finales de agosto pasado, cuando la propia Consejería de Salud y Consumo reconocía un aumento exponencial en las infecciones en materia de transmisión sexual. De enero a junio de 2023 se ha disparado un 81,98% con respecto al mismo periodo de 2022. Los datos son un un terrible aldabonazo de aviso al gobierno de Juanmamo.
La Junta de Andalucía señala que, en la comparativa de enero a junio de 2023, se ha detectado un aumento en clamidias del 92,85%, respecto al mismo periodo de 2022, en gonococo del 74,73%, en herpes del 69,06%, en linfogranuloma venéreo (LGV) del 214,29% y un aumento en sífilis del 74,60%. Según el análisis de la Consejería de Salud y Consumo, las causas por las que están aumentando las ITS son la tendencia al abandono de los métodos preventivos, en especial el preservativo, la pérdida del miedo al VIH y sus consecuencias o la introducción del consumo de drogas con fines sexuales, lo que se conoce como Chemsex, entre otros motivos.
La propia Junta recuerda que la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual se transmiten de una persona a otra durante las relaciones sexuales sin protección, ya sean vaginales, anales u orales, o si se comparten juguetes sexuales. Además, la infección puede darse también por el contacto de piel con piel en el caso de que haya ulceraciones o piel-mucosa. Muchas de las ITS pasan desapercibidas, sobre todo al principio, pero si no se tratan adecuadamente pueden tener importantes consecuencias en los enfermos. Además, es un imperativo, si se detectan enfermedades de transmisión sexual, contactar con todos los que se han mantenido relaciones sexuales, aunque no tengan síntomas.
Fracaso absoluto del nuevo protocolo del SAS
Los datos confirman el hecho indiscutible de que el nuevo protocolo del SAS creado para estas enfermedades de transmisión sexual es el mayor fracaso del gobierno de Moreno Bonilla. El protocolo, en aplicación desde hace dos años y coincidente con los cierres de los centros de enfermedades de transmisión sexual, deja ahora la diagnosis y los tratamientos en manos de los centros de salud en coordinación con unidades interdisciplinares formadas en los hospitales de referencia. Mientras que antes, en estos centros especializados de tratamiento de infección sexual, los pacientes eran atendidos por personal sanitario experto en estas enfermedades.
Ahora envían a la colapsada Atención Primaria andaluza la atención de estos pacientes, que se ven envueltos y atrapados en la inmensa vorágine de maleza en que ha convertido Moreno Bonilla la AP en Andalucía, sin citas previas a la vista, en muchos casos, en 15 días, ya que está totalmente colapsada como un cuello de botella, a lo que se une la imposibilidad, en muchos casos, de acceder a un especialista, y a una paralizada maquinaria de análisis clínicos que, unido a los cierres de los centros de enfermedades de transmisión sexual, convierten, hoy por hoy a Andalucía, en una inmensa tela de araña y en una total y absoluta ratonera sanitaria en materia de enfermedades de transmisión sexual.
Que desastre. Este Bonilla se ha cargado el bien más preciado que teníamos en Andalucia. Cómo el se lo puede pagar, nosotros nos tendremos q joder. Fuera el PP de las instituciones públicas ya. Viva la República