El consejero de Educación, Javier Imbroda, no quiere aprovechar la oportunidad de la bajada de la natalidad en Andalucía para potenciar una educación más personalizada y sostenible con una bajada generalizada de la ratio en los centros públicos, esa quimera que parece que nunca llegará a producirse por mucho que sindicatos como Ustea o ANPE lo reclamen con ahínco
Por la forma de responder y el contenido de su postulado, a Javier Imbroda le irrita que le pregunten por la bajada de la ratio. Pero su trabajo es afrontar los problemas que van surgiendo en la educación pública andaluza y mejorar los espacios en las clases para que los niños no estén hacinados es uno de los que más irritación provoca en los docentes, en los padres y en el seno de las organizaciones sindicales que velan por la calidad en este sector tan importante para el desarrollo de la Andalucía del mañana, que recae sobre los niños de hoy.
«El tema de las unidades públicas es un tema recurrente que se repite cada curso. Tenemos 20.000 niños menos por la bajada de la natalidad. Andalucía tiene ratios que están en la media de España y de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al mismo nivel que Alemania y mejor que Dinamarca, Países Bajos, Portugal Francia o Reino Unido, entre otros, y, sin embargo, nuestros resultados académicos son peores que los de ellos. Yo no veo a los colectivos que solicitan esta relación entre la supresión de unidades públicas y la bajada de la ratio manifestarse por querer tener mejores resultados académicos«, espeta Imbroda.
El consejero pide «calma» a los colectivos que, «preventivamente, se anticipan a lo que va a suceder de aquí a septiembre». «Vamos a dejar que el proceso de escolarización, que es abierto y que se va ajustando a la oferta y a la demanda de nuestras necesidades, termine su trabajo», concluye el exentrenador de baloncesto.
Proyecto de eliminación de 4.000 plazas
El periodo de matriculación comenzó en marzo con una oferta de 1.441.000 plazas, es decir, con un descenso superior a 4.000 plazas respecto al curso anterior, cuando la cifra fue de 1.445.148. Esto se traduce en un importante recorte de aulas públicas andaluzas, que pasarán a engrosar la preocupante lista de más de 2.000 unidades públicas suprimidas en los últimos años, supresiones que, por el contrario, «no se producen en la escuela privada subvencionada con fondos públicos (concertada)», según el área de enseñanza de la Unión de Sindicatos de Trabajadores en Andalucía (Ustea).
«La oferta de plazas públicas de la Consejería de Educación se ha hecho a la baja y sobre una previsión de 25 alumnos por aula. Es decir, muy por debajo de la demanda real, conforme a los datos municipales de empadronamiento que manejan los equipos directivos de los colegios y manteniendo las clases en la ratio máxima permitida por la normativa; manteniendo, además, en muchas ocasiones, una planificación por encima de esta ratio, incurriendo, un curso más, en una ilegalidad que afecta negativamente al derecho a una educación pública de calidad para todos», denuncian desde Ustea.
ANPE exige «mantener los desdobles actuales»
El sindicato ANPE no comparte las nuevas medidas anticovid porque relajan las actualmente establecidas. Para ANPE, «es imprescindible no solo mantener los desdobles actuales y el profesorado contratado en las distintas comunidades autónomas, manteniendo las actuales medidas sanitarias, sino también incrementar los desdobles y el profesorado contratado para hacer posible un doble objetivo: asegurar la presencialidad en todas las enseñanzas y compensar los déficits de aprendizaje producidos durante la pandemia».
Las medidas anunciadas por el Gobierno para el próximo curso, consensuadas entre los responsables de los Ministerios de Sanidad y Educación, constatan que «todavía sufriremos los efectos de la pandemia en el desarrollo de la actividad académica, pero incomprensiblemente, relajan las actuales medidas sanitarias y los protocolos establecidos para los centros educativos durante este curso«. En este sentido, cabe recordar que solamente se ha previsto la vacunación del profesorado. ANPE exige que finalice antes de que termine este curso escolar, mientras que el resto de la comunidad educativa, siendo los alumnos el grupo más numeroso, no estarán vacunados para el inicio del próximo curso, ya que ni siquiera está definida su vacunación en la última actualización del plan estratégico de vacunación.
«Queremos mantener el mayor número de docentes allá donde sea necesario al margen de todos los contenidos digitales que ya están al servicio de la comunidad educativa», mantiene Imbroda.
El Francés desaparece del segundo ciclo de Primaria
La Consejería de Educación ha decidido suprimir el Francés del segundo ciclo de Primaria a partir del curso que viene, una decisión que no parece ir en consonancia con una Andalucía moderna que quiere estar a la vanguardia de un mundo globalizado y multilingüe. Francia, además de ser país fronterizo, es uno de los principales emisores de turistas a la región andaluza año tras año. El idioma de Baudelaire y Alejandro Dumas es, además, lengua oficial de la Unión Europea, de 29 países y de 10 regiones y territorios subnacionales. Unos 300 millones de personas lo hablan en varios continentes del mundo entero.
Tampoco hay que desdeñar que, durante muchos años, el Francés fue la lengua extranjera que más se estudiaba en los colegios. En los años 70, los niños andaluces sabían decir au revoir, pero no tanto bye bye (en los años 80 fue cambiando la tendencia en favor del Inglés). Ahora se le dice adiós a la enseñanza de este idioma en los cursos de 3º y 4º de Primaria (entre 8 y 10 años).
Primero, la consejería que dirige Imbroda redujo las horas de Francés a la mitad (de dos horas semanales a solo una) y, finalmente, ha eliminado la enseñanza de este idioma en un intervalo educacional clave para el desarrollo del alumno que, si quiere seguir estudiando la lengua de Barbara Pravi, tendrá que irse a la privada. O a lo mejor tiene la suerte de que, en su colegio, el equipo directivo ha presentado un proyecto educativo -sorteando la sempiterna burocracia- para mantener vivo el Francés en el segundo ciclo.
Fomentando la desigualdad
«Ofrecemos a los centros educativos que, dentro de su propia autonomía, puedan decidir si quieren dar horas de Francés o no. Damos esa opción a los centros para que puedan optar por elegir ese segundo idioma o no», declara Javier Imbroda. Pero, esta decisión podría conllevar la aparición de desigualdades dentro del desarrollo formativo de los alumnos andaluces, ya que los que estén en un colegio que haya apostado por el Francés saldrán más preparados en idiomas (serán multilingües) que los que estudien en un centro que no haya considerado importante saber Francés para encarar un futuro moderno y muy competitivo y que le valga solo con el Inglés. ¿Qué pensaría la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, presente en la rueda de prensa de hoy en la que su compañero de partido (Ciudadanos) ha dicho esto? ¿Se permiten desigualdades a esos niveles educativos en la enseñanza pública? Sin contar con el perjuicio para los maestros de Francés, que siguen con sus movilizaciones contra esta decisión involucionista, porque su empleo está en juego.
Comentarios recientes