Honradez a todo nivel

La verdadera función del político, sus verdaderos cometidos, a los que debe dedicar toda su actividad, son: logros positivos para el país y el bien común de todos sus ciudadanos

Queda suficientemente claro en el anterior enunciado que las personas que quieran dedicarse a la tarea política lo harán con espíritu solidario y no con carácter eminentemente egoísta. Deben hacer suyo el dicho ¿Qué puedo hacer yo por mi país?

Por tanto, las personas que se postulan para ocupar cargos en las tareas de gobierno, y sean elegidas para dicha labor, deben recordar -por encima de cualquier otra idea- que van a ser representantes de los que les eligieron y actuarán como tales, atendiendo al goce de todos los derechos que deben ser respetados por cada una de las personas que forman la totalidad de la ciudadanía del país.

Con todo lo que antecede, queda clara la definición de político: «Persona que, voluntaria y desinteresadamente, forma el grupo que se entregará a la tarea de gobierno de un municipio, provincia o país«. Entre sus cualidades deben sobresalir la honestidad, honradez y el total respeto a las personas y a las leyes. Siendo esto así, cuando lleven algún tiempo en el desempeño de sus funciones, seguro que percibirán la gran estima que les tienen sus paisanos. Y comprobarán por sí mismos que la persona que se siente estimada es feliz. Un país que no conoce la corrupción es libre, rico y bien considerado. Yo quiero que éste sea el mío.