‘En defensa propia’ no es solo una frase; es un grito de dignidad, un llamado a resistir y proteger aquello que nos pertenece por derecho: nuestra vida, nuestra libertad, nuestra tierra, nuestra voz
En un mundo donde las injusticias parecen perpetuarse, en defensa propia no es una excusa, sino una necesidad. Es la afirmación de que no podemos quedarnos inmóviles mientras los sistemas de poder y explotación nos arrebatan lo esencial.
La lucha por la existencia
Defenderse no es atacar; es salvaguardar. Es protegernos de los abusos, de la violencia estructural, de la explotación y del olvido al que nos quieren condenar. Cuando una comunidad lucha por su tierra contra megaproyectos que destruyen la naturaleza y despojan a las familias, lo hace en defensa propia. Cuando una persona alza la voz contra la discriminación y el odio, también lo hace en defensa propia.
Un principio universal
La defensa propia es un principio que trasciende culturas, fronteras e ideologías. Desde las luchas indígenas por sus territorios hasta los movimientos feministas contra la violencia de género, este principio se convierte en la base para decir basta. No pedimos más de lo que merecemos; pedimos justicia, respeto y equidad.
Un acto de justicia, no de violencia
Es importante dejar claro que decir en defensa propia no promueve la agresión, sino la respuesta legítima frente al abuso. Cuando el diálogo es ignorado, cuando las leyes protegen a los opresores y cuando las instituciones fallan, defenderse se convierte en el último recurso. No se trata de una elección, sino de una obligación hacia nosotros mismos y hacia las generaciones que vienen.
Nuestra consigna, nuestra fuerza
Adoptar En defensa propia como consigna es un acto de empoderamiento colectivo. Nos recuerda que no estamos solos, que nuestras luchas individuales convergen en un movimiento más grande. Esta frase simboliza resistencia, solidaridad y la esperanza de construir un mundo más justo.
En un contexto de desigualdad y opresión, defenderse es vivir, resistir es existir y luchar es el mayor acto de amor hacia nosotros mismos y nuestras comunidades. Por eso, gritamos fuerte: ¡En defensa propia!
Magnífica reflexión en el caso de que se construya la depuradora sobre la Vega Mestanza, terreno que es fácilmente inundable dada su ubicación, lo que lo convertirá en un un atropello incalificable máxime después de la DANA caída sobre Valencia. La historia demuestra que el hombre es el único animal que tropieza innumerables veces sobre la misma piedra por razones ininteligibles o espurios.
Si más adelante se produce una tragedia habrá que exigir contundentes responsabilidades…
Totalmente de acuerdo contigo
DEFENDERSE ES VIVIR, RESISTIR ES EXISTIR.
No comprendo cómo después de lo que ha pasado en Valencia,aquí en Andalucía no tomamos buena nota y queremos construir una Edar en terrenos Inundables,es inaudito,decisiones erróneas con dinero público que debería ser sacreado.Sr.Moreno Bonilla,suya es la decisión,si el agua se lleva los millones que nos costará construir la Edar en terrenos Inundables, será su culpa.