Muchos no conocían el efecto Feijoo: consiste en pasar de 26 diputados a 58 sin romper un plato. Juanma Moreno Bonilla no se movió de una poética de centro, lo contrario que Díaz Ayuso, no levantar la voz, mucha humildad, ni una agresión a terceros
Lo dijo el presidente de Asturias –Adrián Barbón– y tiene razón: «La gente quiere estabilidad y no crispación». En tiempo de guerras, subidas de la luz, lista de la compra cara y todo lo que ya sabemos, solo hablan bajo los poetas. Juanma Moreno rompió una ecuación sin precedentes: antes, para aislar a Vox, había que votar a la izquierda; ahora ya no. La consigna fue ignorarlos, en lugar de tenerlos en el pico todo el rato como en Castilla y León, donde tuvieron que pactar, y la receta joven de la abuela sabia dio resultado. Una victoria a lo mayúsculo.
Olona perdió, Vox quería más de 20 escaños y tiene 14, la subida de dos sillones es incluso despreciable. No se ganan unas elecciones con una segunda vivienda, no siendo de allí, completamente perdida en la propia idiosincrasia andaluza, casi de visita, de finde. A Macarena Olona se le rompió en el plato, sí, otra ecuación ignorada: el votante del PP puede ser de ida y vuelta, va y viene, no lo tenían perdido para siempre ni ganado para nunca, fluctúa. No se ganan unas elecciones sin el acento de Lola Flores, el sistema por el que se la entendió en todo el mundo, según el anuncio de la cerveza por televisión. Macarena Olona fue mucho de raso, de fiesta, de gasa, y hay que arremangarse hasta el codo y el pescuezo. No se ganan unas elecciones con morritos, caritas, el argumentario pasado en una servilleta y ojitos. Nadie los nombró y, el que lo hizo, desapareció: Marín. Pobre Marín.
La nada de Ciudadanos
Ciudadanos probó el infierno: de 22 sillones a nada. Todo por culpa del baile de la Oltra, a la que esta semana harán dimitir de todos sus cargos. Todo por dejar que la manzana podrida siga en el cesto. El banquillo de los grilletes blandos se comerá a la todopoderosa consellera y vicepresidenta de la Cosa cuya investigación parajudicial tuvo una intención clara: amordazar a la chiquilla/niña abusada y por la que su marido cumple condena. ¿Y a Marín no se le ocurre más que ponerla a bailar a su lado? Es de locos. El billete que te han sacado de ida a tu pueblo, Sanlúcar, no tiene vuelta. Si te pones atrás del todo puede bailar en el autobús, pero, para eso, mejor el tren. Como líder impecable, dicen algunos, pero el caso es no eres líder de nadie porque nadie te vota. Es algo así como un músico tremendo frente a un auditorio vacío, sin entradas vendidas. Lo mejor es que bailes por los arcenes y hagas el viaje en coche, con las oportunas paradas. No te pongas de naranja porque te pitan. ¿Será cierto que le pides a Moreno un cargo en la administración por el atracón que tuvo con tus votos? No bailes en el ascensor, es perder tipo, autoridad y luego ya no te respetan. Silencio.
¿Espadas es cura?
Espadas es igual que Moreno -dijo Lucía Méndez, El Mundo– y tuvo razón: perfil bajo, voz baja, más copas que espadas, más oros que espadas y, al final, bastos. Salvó los muebles pero perdió dos feudos imperdonables: Jaén y Dos Hermanas (Sevilla). El socialismo andaluz no es el Ferrari que era por su culpa. Falla la cabeza del cartel: ese señor, tras siete meses de bolos, no conecta con nadie. El cuarenta por ciento que no fue a votar castiga. En otros sitios son más necios y la abstención, sí, es lo que convertirá a muchos en sepultureros del partido. La abstención, ir a la playa en lugar de a la urna, es un revólver humeante, silencioso, mortal. Fue más a sobrevivir dentro de los suyos que a ganar al contrario, muy triste. Falta la figura del cartel, la cabeza, el líder, el imán, el atril. Salvó los muebles pero el efecto es ni fu ni fa. La gente necesita pasión: sangre (roja) en las venas y viento grande y popular en las velas. Muchos preguntaban en las barras si era cura.
Disciplina de partido estalinista
El proyecto Yolanda Díaz, ni sé cómo se llama la señora, disuelto en azucarillo. ¿Faltó tiempo? Cada asociación de la peña quería sus elecciones propias. Yolanda Díaz, asunto curioso, culpa hoy a Teresa Rodríguez de quitarle votos, pero ella es una jabata, sus dos sillones son importantes, salió escabechada de Jodemos -como dicen ahora los jóvenes- y no mordió el polvo, todo lo contrario. Levantó alta la cabeza y sumó ilusiones. Los 5 de Jodemos, Por Andalucía, son lucha de poder, lucha de clases, llamadas a las tantas, pitos para no romper filas y todo eso que es disciplina de partido estalinista. El perro atado con dogal.
La fiesta terminó: el recuerdo es un asalto, un puñetazo, y los ganadores exhiben una memoria reflexiva, prospectiva, hacia delante como ese velero llamado tiempo sobre las aguas nuestras de cada día. Ninguna crispación, ningún puñetazo encima de la mesa, una tarta de 58 velas solo para uno, sin pactos, a gollete todo el azúcar glas. El cuarenta por ciento de votantes que no fueron a votar hoy repiten en la playa: llevan tortilla, botes de cerveza fríos, algo de vino, pinchos calientes y fríos, ensaladilla rusa, empanada que sale por los bordes de la toalla con los bordes quemaditos. Ríen sin descanso. Forman parte de aquellos golfos que fueron al funeral de Ruano y decían en voz alta: «¡Y pensar que no nos vamos a reír tanto hasta que se muera Azorín!«. Adriana Lastra echa broncas por televisión pero no es el sabio Barbón. Rompe la peor ecuación de todas («No hay nadie más tonto que uno pobre de derechas») para mutar a: «¿Por qué vota un pobre a la derecha? Para dejar de serlo«. La onda expansiva no se detiene. Alarma.
Qué pasa por esas cabezas tan refleXivas?
Nadie recuerda a la Lola de España, pidiendo una pesetita a cada «unx» de los españxoles para pagar a Hacienda sus deudas… !!?
Jooo…!! tan vieja me he vuelto?
Son por ahí todxs tan jovenes ?
O, sólo le falta la memoria al pueblo?
Será simplemente pues….
De esta manera me quedaré mucho más trankila, me alivia el saber, que , mientras algunos renuncian otros se privan.
PD. Disculpen mis erratas, faltas de gramática y resto de errores, pero no soy escritora.