El problema de los incendios en las residencias españolas: más de 50 fallecidos en la última década

La Unión Ciudadana por la Mejora en las Residencias (UCMR) denuncia que, en los últimos años, «estamos asistiendo a un goteo constante de noticias sobre incendios en residencias». Ejemplos: Sieiro (Asturias): una fallecida y 27 heridos; La Palma (Canarias): tres intoxicados; Aravaca (Madrid): tres ancianas muertas; Moncada (Valencia): nueve muertos; Celada del Camino (Burgos): tres muertos; y más recientemente: 10 muertos en Zaragoza

En la última década, a pesar de los más de 50 fallecidos en España por incendios en centros de residentes, «asistimos atónitos a una inacción y despreocupación generalizada por parte de las diferentes autonomías responsables de estos centros residenciales», revela la UCMR.

La realidad es que, en las residencias, no se hacen simulacros reales de evacuación de los residentes, que pondrían de manifiesto que son inaplicables, teniendo en cuenta la relación entre el número de trabajadores respecto al de usuarios (en el de Zaragoza, dos trabajadores para 69 residentes) y que la estructura de la mayoría de estos centros de residentes es de más de una planta, por lo que habría que utilizar las escaleras (en caso de incendio, no se puede utilizar el ascensor) y muchos usuarios tienen dificultades de movilidad.

Mala gestión

«Si a ello unimos el poco personal de trabajadores que existe, producen situaciones muy delicadas, ya que la mayoría de los trabajadores desconocen el plan de emergencias y evacuación por no existir formación al respecto», pone de relieve esta asociación, lo que incumple el artículo 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que exige que «el empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva».

Desde la UCMR consideran «imprescindible» la revisión de los planes de emergencias de todas las residencias, lo que conlleva la formación continua del personal; la creación de zonas seguras en cada planta; la instalación de sistemas avanzados de detección temprana de incendios; y equipos de extinción inmediata, entre otras medidas.