Malestar por los fallos continuos de los elevadores del edificio principal del complejo hospitalario
«Hay veces que le das al botón de la planta a la que quieres ir y está fundido, por lo que, cuando se para, no sabes en qué planta estás». Con estas palabras, una usuaria habitual de los ascensores del edificio principal del Hospital Universitario Virgen del Rocío (HUVR) describe las precarias condiciones en las que se encuentran algunos ascensores del edificio.
Hay 27 elevadores en el Hospital General, pero para camas solo existen cuatro en el hall. «Hay veces que uno se lleva averiado hasta una semana. Hay puertas que fallan, que se abren y se cierran cinco veces seguidas con el paciente encamado dentro del ascensor», concreta la usuaria, que añade: «Los pacientes sienten miedo cuando llegamos a la octava planta y el ascensor hace un ruido fuerte, porque se acuerdan de lo que pasó en el Hospital de Valme».

Según ha podido saber EL LIBRE, una trabajadora del Virgen del Rocío se quedó encerrada en un elevador en mal estado de ese edificio principal. Pudieron sacarla sin daño alguno, pero el problema sigue ahí. Este periódico ha tratado de contactar con la dirección del hospital, pero no ha habido respuesta. Tampoco ha querido hacer declaraciones el portavoz de Otis, la empresa responsable del mantenimiento de los ascensores.
Dos meses averiado
Los elevadores del edificio de Traumatología son más nuevos, pero uno de ellos «lleva dos meses averiado», según una empleada del complejo. Los trabajadores cogen otro para bajar la basura en horas punta y, por consiguiente, pacientes y familiares protestan con razón porque tardan mucho tiempo en subir a la planta correspondiente al haber solo un ascensor realmente disponible.
Los cuatro fallos principales que puede tener un ascensor con el paso del tiempo y que necesitan de un mantenimiento permanente son: fallos en la alimentación eléctrica, desgaste en los engranajes, mal funcionamiento de los rodamientos e impurezas en el aceite.
Posibles causas del mal funcionamiento
Ante el silencio de Otis, EL LIBRE ha contactado con la empresa Inelsa Zener, cuyo portavoz desgrana algunas claves: «La polea es un componente esencial para el correcto funcionamiento de un elevador. Con el tiempo, el roce constante y diario de los cables que la unen a la cabina hace que se desgaste y que el cableado acabe por resbalar sobre ella. Es por esta razón que es de vital importancia revisar regularmente esta pieza para poder detectar cualquier problema antes de que este empeore».
Con respecto a esos ruidos que oyen los usuarios del HUVR, la empresa pone de relieve: «Escuchar ruidos cuando nos estamos desplazando en el ascensor no es algo que guste, especialmente si estos se deben a un problema grave. El funcionamiento indebido de los rodamientos es una de las averías más comunes. Una pieza suelta o desgastada puede provocar vibraciones excesivas en el motor, que puede llegar a estropear el aparato. Ante cualquier ruido extraño nos debemos poner en contacto con nuestra empresa de mantenimiento». Y es que el envejecimiento de los aparatos sanitarios es una realidad en la sanidad pública andaluza.
Q miedo tener q subirse a los acensores
Recuerdo bien que cuando estuvo allí mi hermana ingresada este verano, uno de los ascensores no funcionaba.
Por lo visto el problema no sea resuelto.
Ésta no pondría un pié en esos ascensores, cada uno que vea o escuche algo estraño debe avisar y denunciar al Hospital (mantenimiento así mismo a la empresa de los ascensores). No hay que permitir que ocurra ni accidente ni muerte como ocurrió con ‘Rocío’ en el Hospital de Valme. Qué aún sin resolver después de dos años y medio: Nadie sabe ni se hace responsable de tal tragedia . Demencial.
Ésta no pondría un pié en esos ascensores, cada uno que vea o escuche algo extraño debe avisar y denunciar al Hospital (mantenimiento así mismo a la empresa de los ascensores). No hay que permitir que ocurra ni accidente ni muerte como ocurrió con ‘Rocío’ en el Hospital de Valme. Qué aún sin resolver después de dos años y medio: Nadie sabe ni se hace responsable de tal tragedia . Demencial.
Denuncias por parte de los usuarios, todos los días, sin parar, hasta que se arregle el problema. Pero tenemos que ser conscientes que esas reclamaciones surten efecto en algún momento. Si no se reclama, se reclama y se vuelve a reclamar, la Administración está dormida en los laureles y no se lo podemos consentir.
Hoy 30 de julio de 2024 y seguimos con los ascensores averiados… Cada dos por tres.. Y encima ruidos extraños en algunos… Es que da miedo montarse
…