El celador sevillano Juan Mora recuerda las mentiras de la ex consejera de Salud, María Jesús Montero, sobre la reapertura del centro en 2012 y avisa: «El Vigil de Quiñones no se ha abierto ahora gracias al PP. Da coraje que quieran ahora subirse al tren en marcha. Los hospitales no son de izquierdas ni de derechas, sino del ciudadano»
El teniente y médico Rogelio Vigil de Quiñones fue uno de los Últimos de Filipinas. Tras aquel sitio interminable de 11 meses y 6 días parapetado con 50 hombres en el interior de una iglesia y tras vencer una grave enfermedad, pudo salir del puesto armado y con la bandera atravesada y desgarrada por balas y metralla, junto al resto de supervivientes.
El 30 de junio, el Gobierno filipino declara amigos a los defensores de Baler y les facilita pases para su regreso a España, hacia donde embarcan en el trasatlántico Alicante, llegando a Barcelona el día 1 de septiembre de 1899.
Es curioso que al Hospital Militar de Sevilla le pusieran el nombre de este bravo soldado y sanitario, porque, al igual que Vigil de Quiñones se sentía solo y abandonado por la Armada Española mientras tenía que enfrentarse al ejército filipino en una inferioridad numérica suicida en el Sitio de Baler, el edificio sevillano se ha sentido solo y abandonado durante muchos años por la dejadez y el ninguneo de los distintos gobiernos socialistas (y por el del PP-Ciudadanos durante casi dos años) de la Junta de Andalucía.
Un poco de historia
El hospital, inaugurado en 1980 y reacondicionado con la Expo 92, comparado con la sanidad de la época, era un referente a nivel europeo con instalaciones envidiables: 12 plantas con la tecnología médica más avanzada del momento, helipuerto, capacidad para 750 camas con 240 en habitaciones individuales, 29 especialidades médicas, 5 quirófanos… Todo ello en 83.000 metros cuadrados.
El 24 de julio de 2003 y después de tres años de pleito, el ministro de Defensa de aquel entonces, Federico Trillo; el presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, firmaron un acuerdo para entregar uno de los hospitales de referencia de las Fuerzas Armadas al sistema sanitario en Andalucía.
Sin embargo, en 2005 el Gobierno andaluz de entonces decidió cerrarlo, y tras ello, llegó el olvido, el vandalismo, el abandono y el desmantelamiento. Juan Mora, celador jubilado, lleva años reivindicando con su pancarta la necesidad de la reapertura de este centro hospitalario. «El cierre fue una maniobra política. Y hacía mucha falta en ese momento, porque las urgencias de los hospitales sevillanos estaban saturadas», recuerda Mora.
En 2008, la consejera de Salud de entonces, María Jesús Montero (la actual ministra de Hacienda), anunció a bombo y platillo que comenzaban las obras de rehabilitación del Hospital Militar para abandonarlas en junio de 2011 «por falta de liquidez de la Junta de Andalucía«, según Juan Mora. «Fueron más de 50 millones de euros tirados a la basura», agrega. Montero aseguró que se reabriría en 2012 si el PSOE volvía a ganar las elecciones en marzo. Ganó y se olvidó del Vigil de Quiñones. «Todo fue otra mentira más… y los sindicatos callaban. Ni Chaves ni Griñán ni Díaz hicieron nada. Lo mejor sería que los políticos no se metieran en la sanidad. Tendrían que estar fuera de la sanidad», desvela el celador.
La lucha de este celador impenitente comenzó en 2016 cuando observó que las urgencias estaban colapsadas «por un brote de gripe». Era delegado del sindicato CSIF, pero este organismo le dio la espalda, según Mora. Él solo, sin apoyos, llegó a recoger hasta 8.000 firmas para obligar al Gobierno, ya de Susana Díaz, a que invirtiera en la reapertura del Vigil de Quiñones. Juan se muestra taxativo al decir que Marea Blanca estuvo defendiendo el Hospital Militar, «pero también politizándolo».
Mora, como el teniente Vigil de Quiñones, dispara con precisión. Verdades como puños en lugar de balas: «Los hospitales no son ni de izquierdas ni de derechas, sino del ciudadano. Siempre he defendido el bien sin ningún interés personal».
«El Hospital Militar tenía sus aparatos de aire acondicionado, sus quirófanos… Pero llegó el abandono y el deterioro. No tuvo una vigilancia adecuada, sin cámaras. Fue tal la dejadez que cualquiera que entró allí durante todos estos años se pudo llevar miles de metros de cable, entre otras cosas. ¿Por qué ha tenido que servir como chatarrería para el resto de hospitales? El Militar ha sido una losa para los ciudadanos andaluces«, sentencia Juan Mora.
El celador sevillano pone de relieve su enfado porque el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quiera ahora ponerse esta medalla: «El Vigil de Quiñones no se ha abierto ahora gracias al PP. Da coraje que quieran ahora subirse al tren en marcha».
Este centro hospitalario se ha reabierto en tiempo récord –las obras comenzaron el pasado mes de agosto– una primera fase para luchar contra la pandemia. «Cuenta, actualmente, con siete de las 12 plantas, lo que significa en torno a un 50% del edificio, que albergarán 144 camas para hospitalización y 25 camas para la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)», según fuentes oficiales de la Consejería de Salud.
Lo que ofrece ahora mismo el Militar: 144 camas distribuidas en tres plantas, 25 camas UCI con la última tecnología y una planta de Rayos, TAC y Ecografía para diagnóstico por imagen
El Vigil de Quiñones es un centro adscrito al Hospital Universitario Virgen del Rocío. Así, dispondrá de las 144 camas distribuidas en tres plantas, 25 camas UCI con la última tecnología y una planta de Rayos, TAC y Ecografía para diagnóstico por imagen. Hay que recordar que Andalucía está por debajo de la media europea, a la cola de hecho, en número de hospitales por número de habitantes.
Además, cuenta con 282 profesionales en esta primera fase, “algunos extrabajadores o médicos formados en este mismo hospital», según la propia Consejería de Salud. Todo ello, con una inversión de 34,5 millones de euros, de los que 15,6 millones se han destinado a obras; 6,4 a equipamiento; y 12,5 a personal.
El Militar se puso en marcha el pasado lunes con la llegada de los primeros pacientes con coronavirus, que aliviará la tensión asistencial del resto de hospitales de la provincia de Sevilla. Se trata de una primera fase, pero el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha anunciado «la licitación inmediata de las obras para recuperar al cien por cien el Hospital Militar a lo largo de esta legislatura con una inversión total de 40 millones de euros». A la población andaluza le hace falta que esté operativo al completo cuanto antes, no en 2023.
Los socialistas piden ahora que se tire de la bolsa
La portavoz de Empleo del Grupo Parlamentario Socialista, Noelia Ruiz, y el diputado por Sevilla, Javier Fernández, han mantenido una reunión con representantes de los trabajadores del Hospital Virgen del Rocío, pertenecientes a Comisiones Obreras (CCOO) sobre la apertura del Hospital Militar en Sevilla. Ambos diputados han expresado el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista a que la gestión sea cien por cien pública y que, en lo que respecta al personal de limpieza, “se lleve a cabo a través de la bolsa del SAS para limpieza, que cuenta con más de 20.000 aspirantes”.
Estos trabajadores han manifestado su preocupación por “la opacidad y falta de transparencia del gobierno de la Junta en todo el proceso de apertura del Hospital Militar, así como la incertidumbre sobre qué tipo de servicios sanitarios se van a prestar en estas instalaciones, sobre el futuro de este centro y cómo se gestionará”. Moreno Bonilla “tiene que despejar todas las dudas sobre este proyecto y que no sea solo el autobombo al que nos tiene acostumbrados, sino que se traduzca en mejora en el empleo público y en la atención sanitaria”, apuntó la portavoz socialista.
Sin embargo, Juan Mora quiere dejar claro que «la Junta, con los gobiernos socialistas, siempre ha subcontratado la limpieza de los hospitales. Las últimas limpiadoras por oposición en jubilarse en el Virgen del Rocío datan del año 2011″.
El teniente Vigil de Quiñones sobrevivió en Filipinas a un asedio con armas de fuego y al beriberi (enfermedad causada por la falta de vitamina B1 que se caracteriza por dolores musculares, parálisis general del cuerpo e insuficiencia cardíaca). Desde la tumba, este valiente soldado espera que la enfermedad de la confrontación política y el mal de la mentira sistemática por parte del poder no infecte la terminación de su hospital. Porque este edificio vuelve a la vida tras ser ninguneado y casi defenestrado en el marco de una guerra, como hace 123 años. Solo que aquí el enemigo no se ve venir. Y el sitio obligado por el coronavirus durará, lamentablemente, más de 337 días.
Enhorabuena, al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios. GRANDE, D. Juan Mora Vilches!!! Un honor haber coincidido contigo en algunas Manifestaciones.
Gracias Juan Mora, gracias a tí, que has luchado día a día y en solitario durante años, para conseguir la apertura del Hospital Vigil de Quiñones. Porque gracias a tí, los sevillanos tenemos un gran hospital funcionando y que en un futuro no muy lejano estará al cien por cien de sus servicios.
Has estado solo en una lucha incansable, y con una gran constancia has llegado a conseguir tu objetivo, que no era otro que la apertura del Hospital Vigil de Quiñones. Los ciudadanos te agradecemos que podamos tener este hospital funcionando. Personas como tú son los que hacen falta en nuestra sociedad y no aquellos que solo se mueven por intereses de partido.
Tú, no eres de derechas, ni de izquierdas, ni de ningún sindicato, con todos has tenido que pelear para conseguir la apertura del Hospital Vigil de Quiñones. Han sido muchos años de sacrificio los que has tenido a cambio de nada, solo la satisfacción de ver que el Hospital ha abierto sus puertas, y hoy después de tanto esfuerzo es una realidad.