La confusión es generalizada en la población. La corrupción y carencia de honestidad en algunos políticos de diferentes partidos en distintos organismos estatales, regionales y locales ha beneficiado a que los radicales y poco juiciosos emerjan con intensidad en sus protestas y aparezca la inestabilidad
Como votante, he participado siempre de la vida política, tan imprescindible para la buena marcha de nuestro país. Todos deberíamos de tener conciencia y transmitirlo a los jóvenes, en los centros educativos, labor que se debería integrar en todos los sistemas educativos del Estado. La preparación de los ciudadanos es imprescindible para eludir circunstancias anómalas en las instituciones. El abuso, desvergüenza y fraudes tolerados en ciertos espacios de la política española se habrían remediado.
Es inaudito las desigualas entre lo que continuamente prometen nuestros representantes en sus programas y sus gestiones una vez conseguido el voto. La limpieza y la realidad en esas promesas se abandonan y las consecuencias se amontonan apareciendo los problemas que, como siempre, los sufrimos todos.
Es imprescindible que los políticos residan próximos a los ciudadanos, que sean conocidos y que sean votados por su responsabilidad y su valor. Es ilógico votar a personas que no conocemos y que no reparen de manera inmediata en lo que la población necesita y demanda.
Deberían ser ejemplo de austeridad
Un representante político debería ser ejemplo de austeridad, servicio y responsabilidad total. Ellos serían espejo vivo de toda la nación. Las reglas confeccionadas por ellos, en nombre de todos, deberían ser para todos iguales. Sabemos que, por los intereses partidistas y la ley electoral no pulida debidamente, están sus señorías sujetos y claudican por incapacidad. Si estas normas se pusieran en práctica, con auténtica exigencia, sin artimañas y con un consenso amplio, la regeneración política estaría certificada.
Señores políticos, recapaciten, sean transparentes, aproxímense a la población, a sus problemas, escaseces, inquietudes. De este modo, todos unidos avanzaremos, no tengan duda.
Élites y masas son lo mismo, exceptuando alguna minoría.
Éste país no tiene solución ninguna y, de aquí a un par de generaciones, habrá desaparecido completamente (incluido su sistema político), diluyéndose por el sumidero de la Historia.
Mientras los representantes públicos dependan de su partido y no de su conciencia, ni podemoss votar con criterio ni pueden hacer leyes con amplia base electoral.