El Servicio Andaluz de Salud ha presentado una radiografía de los datos de registro de agresiones durante el primer semestre del año, que arrojan una cifra, en el periodo comprendido de enero a junio, de 863 agresiones a sus profesionales. De ellas, un 17,61% (152 agresiones) han sido físicas y un 82,39% han sido no físicas (711)
El año pasado el total ascendió a 898 agresiones entre enero y junio, cifra también muy similar a 2019, cuando en el mismo periodo se registraron 902.
En el periodo de estudio, 332 agresiones (38,47%) corresponden a Atención Hospitalaria (AH) y 531 a Atención Primaria (AP) (61,53%). Dentro del ámbito de la Atención Hospitalaria, son físicas un 30,72% (102) y no físicas 69,28% (230). En Atención Primaria, son físicas un 9,42% (50) y no físicas 90,58% (481).
Durante este primer semestre, del total de 863 agresiones, un 21,78% (188) se han producido sobre el personal de gestión y servicios y un 78,22% (675) sobre el personal sanitario.
En términos absolutos, son las mujeres las que más agresiones sufren en ambos tipos de personal, especialmente las sanitarias: 73,19% sobre el personal sanitario y 57,24% sobre el total de agresiones registradas.
En el total de agresiones es el personal sanitario A1 el que más agresiones recibe (59,4% sobre ese tipo de personal) y, en el personal de gestión y servicios, se da casi la misma cifra entre el personal de administración y los celadores.
Los médicos son los que sufren más agresiones
Teniendo en cuenta sólo la distribución de las agresiones físicas, en el personal sanitario, el primer lugar lo ocupa el personal A1 (37,93%), es decir, médicos, seguido de los TCAE (31,03%) y A2 sanitario (30,17%), que son los enfermeros. En el personal de gestión y servicios, son también los celadores los que más agresiones físicas reciben.
En la distribución de las agresiones no físicas, en el grupo de personal sanitario, los que más agresiones sufren son el personal sanitario A1 (63,86%) y en el personal de gestión y servicios, el personal de administración.
Frustración por el mal funcionamiento del sistema
«En cuanto a las causas de estas agresiones, la mayoría están relacionadas con demandas del usuario, como cambios en el tratamiento recetado, demandas de medicamentos para otros pacientes o demandar atención sin cita previa. El segundo bloque de causas se relaciona con el propio acto sanitario o administrativo, mientras que el tercer bloque se relaciona, sobre todo, con el desacuerdo con las normas del centro«, pone de relieve el SAS en un comunicado.
Hay que recordar que la frustración de los usuarios va en aumento, porque hay centros de salud que no cuentan con suficiente personal (hay pueblos con pediatra a tiempo parcial o, directamente, sin pediatra) y la disponibilidad de cita médica para AP tiene una demora de 14 días (si hay). Y, dependiendo de la especialidad, una cita para AH puede llegar a tener una demora de un año. Esta situación, inherente a la mala gestión por parte del SAS de sus recursos materiales y humanos, crea un caldo de cultivo propicio para que los ciudadanos pierdan los nervios en los centros sanitarios.
Ayer se celebró la primera reunión con las organizaciones sindicales en la que se ha trabajado en el reglamento de funcionamiento del nuevo Comité Sectorial de Seguridad y Salud.
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